Todo es tranquilidad, cero bullicio, cero aglomeraciones. La rutina de la gente es la de siempre, nada altera la tranquilidad del municipio de Iturbide, Nuevo León… ni la muerte de la cantante Jenni Rivera.
Fuera de ese entorno se dicen mil cosas, que si en Iturbide los turistas alteran el modo de vivir de sus habitantes; que por las noches se escucha “cantar” a “La Diva de la Banda” justo en el lugar donde cayó la avioneta, que si esto, que si aquello….
Pero la única verdad es la que tienen ellos, los pobladores de este árido lugar al sur de Nuevo León, “el lugar donde murió Jenni Rivera”.
La travesía para llegar no es nada complicada; uno viaja por carretera de Monterrey a Linares y de Linares directo a Iturbide donde lo primero que ve uno es gente amistosa, carente de malicia y eso sí, perros realmente hermosos que deambulan por la calle, libres, como deben ser, buscando comida por doquier.
Desde luego que al primer transeúnte se le cuestiona: “Disculpe ¿cómo llego al sitio donde murió Jenni Rivera?”. La respuesta no se hace esperar: “Primero tiene que ir con don Rosendo, él es quien le puede dar toda la información precisa, está exactamente a dos cuadras de aquí”, dijo una gentil dama de rostro bonachón, marcado con muchas arrugas, producto del implacable sol que brilla en el cielo.
Don Rosendo… y su verdad
Rosendo Rodríguez en un hombre de edad avanzada, dueño de un “tendajo” que atiende con su esposa. Es amable y por demás claridoso.
“Ustedes vienen a lo de Jenni Rivera, ¿verdad?”, cuestiona con esa voz autoritaria que rompe abruptamente el silencio del lugar.
“Sí, queremos ir al lugar exacto donde cayó el avión”.
Don Rosendo no se inmuta ante tal petición, de hecho, la esperaba.
“Está bien, les pondré un guía que los lleve hasta el mismísimo lugar donde murió esa pobre mujer y sus acompañantes”.
¿Atiende a muchos turistas que vienen a pedirle lo mismo, un guía que los lleve hasta ese lugar?
“Siendo sincero, no”.
Se mueve con lentitud, pero con una seguridad impresionante y toma de entre sus cosas una libreta.
“Mire, aquí tengo el cuaderno donde apunto quiénes son las personas que han solicitado ir hasta donde murió Jenni Rivera”.
Muestra los apuntes y sorprendentemente son pocas las personas que aparecen en el listado. La lista no sumaba más de 20 nombres.
“Así es, cuando menos ellos son los que han venido por aquí”, subrayó Don Rosendo.
Muchas mentiras
¿Hay otra manera de llegar hasta allá?
“No”, dice Don Rosendo categóricamente y mirando fijamente a los ojos. “Esta es la única manera para llegar hasta ahí, y sólo yo tengo las llaves para entrar”.
Don Rosendo apunta hacia la libreta, dice que no ha habido gran demanda por subir el cerro donde murió la artista.
“Hace poco vino la madre del copiloto, ella pidió que la acompañáramos, subió bañada en llanto, pero cuando regresó de ese lugar su semblante era otro. Hasta se quedó dos días con nosotros”, señaló.
“Han habido muchas mentiras en torno a la muerte de esta mujer. Hay quienes dicen que se oye que canta por las noches. Hay quienes dicen en televisión que aquí en Iturbide hay muchos turistas deseosos de ver el lugar del accidente, pero yo me pregunto ¿dónde están? porque lo que es aquí, definitivamente no”.
Me acerca la libreta, me pide que me registre y que pague cierta cantidad de dinero.
“Este dinero es para el guía, no es para mí, yo no hago negocio con esto”, destacó.
Recuerda con pena que sólo una vez subió al cerro para ver el lugar exacto donde pereció la creadora de “Inolvidable”.
“Me decían mis nietos: ´¿Cómo es posible que si esto sucedió en sus tierras no vaya a estar ahí?´… y subí, me tomé algunas fotos en el lugar y en donde está una cruz de Jenni… pero las fotos no salieron, las tomaron mal”, reveló sonriendo.
¿Y el turismo?
Visitar el sitio donde falleció “La Diva de la Banda” no resultó el “atractivo turístico” que los pobladores esperaban en Semana Santa.
Las calles del pueblo lucieron casi vacías, en la plaza principal sólo unos cuantos adolescentes escuchaban música y platicaban, el camino a través de la sierra para llegar al sitio del percance estaba solitario, y en general, fueron pocos –o nulos- los visitantes, contrario a lo que los lugareños creían que iba a suceder.
Probablemente el desinterés se debió a que muchas personas fueron víctimas de un fiasco, ya que pagaron hasta 600 pesos a presuntos guías, quienes engañosamente las llevaron a otro lugar, no a donde verdaderamente se estrelló el avión en el que viajaba la cantante.
“Es mentira porque en realidad cayó en mi propiedad que se llama El Agua del Pino, un predio que perteneció al Rancho de Las Alazanas, no en el ejido Tejocotes como dijeron… a mí nadie me tomó en cuenta y yo no fui allá porque no le corresponde a uno interrumpir una investigación. Cuando yo supe que en ese ejido se estaban cobrando 600 pesos para llevar a la gente fue cuando ya no me convino”, explicó Don Rosendo Rodríguez.
Indicó que se presentó ante el Comisariado y un juez para advertirles que si continuaban con esa actividad procedería legalmente contra ellos por daños y perjuicios.
“Me estaban calentando los oídos diciéndome que demandara a la familia (de Jenni), pero pues no… total lo que se quemó allá (árboles) y lo que se estropeó en el terreno no es nada”, señaló Rodríguez.
Frente al juez y el Comisariado aclaró que él daría acceso, a través de su propiedad, a la prensa, amigos y familia de Jenni.
“Lo único es que le paguen al guía porque yo tengo ahí mis vacas, mis animalitos. Le doy la llave (al guía para que abra varios portones en medio de la sierra) y los lleva”.
Rodríguez expresó que la afluencia de visitante es casi nula.
“La verdad, sí esperábamos que viniera mucha gente, pero no… casi nadie se ha parado por aquí”, dijo sorprendido.
Arturo es el guía asignado para hacer el recorrido. El joven, de 21 años, estudia Ingeniería agrícola en Linares y recordó que Lupillo Rivera y Chiquis, hermano e hija de la cantante, han visitado el paraje.
“Llegaron en helicóptero porque es más de un kilómetro de sierra, hay que caminar como dos horas…”.
LA ESTATUA
Arnoldo Torres, administrador del hotel Iturbide I, comentó que ni cuando la muerte de Jenni fue noticia internacional, hubo gran afluencia de visitantes al pueblo.
“Si acaso un poquito más de personas que ahorita, pero es todo”.
Torres indicó que junto con la presidencia municipal están planeando hacer un monumento a la cantante el cual colocarían en la plaza principal.
“Esa es la idea… a lo mejor para cuando se cumpla el primer aniversario para ver si así viene gente”, comentó.
Y Rodríguez también tiene una idea.
“Hay que consultarlo, pero voy a plantear a ver si podemos nombrar aquella área como el Bosque de Jenni”, dijo.