
Raymundo es un niño de siete años muy platicador. Como a cualquier niño, le gusta jugar, correr, hacer travesuras y le encanta escuchar música, más si se trata de sus artistas favoritos: Calibre 50 y La Fievre Looka.
Para el pequeño, padecer una discapacidad visual no es un obstáculo que le impida llevar una vida plena y feliz, pues con el cariño y apoyo que le brinda su familia y maestras de su escuela ha podido salir adelante.
Diariamente Raymundo asiste al Centro de Atención Múltiple “José María Cárdenas”, un CAM escolarizado donde lo han ayudado a reforzar sus habilidades y conocimientos.
Actualmente ubicado en la colonia Mitras Centro, este plantel se fundó hace más de 8 décadas, de acuerdo a la directora Ana Josefina Gómez, pero en su edificio actual están en labores desde 1970.
Con una plantilla de 10 profesores, una trabajadora social, una psicóloga y su directora, el Centro de Atención Múltiple atiende alrededor de 50 niños que van desde los tres meses hasta los 16 años de edad con todo tipo de discapacidades: visual, intelectual, auditiva, motora, entre otros padecimientos.
Ana Josefina Gómez comentó que los gastos del plantel corren a cargo del Club de Leones, quienes siempre los han apoyado de alguna manera y siempre se mantienen al pendiente del CAM.
Las inscripciones para el Centro de Atención Múltiple están abiertas todo el año y sus servicios educativos cuentan con validación oficial por parte de la Secretaría de Educación.
“Nuestra labor la definimos en reforzar las habilidades, centrarnos en lo que cada uno de los niños padece, porque muchos de ellos tienen dos o tres discapacidades a la vez: a veces no oyen, a veces no entienden, tienen problemas de autismo. Nos enfocamos realmente en el desarrollo de las actividades motoras e intelectuales de acuerdo al nivel de cada uno de los niños”, indicó Berenice Gloria, trabajadora social del plantel.
“ESTOS NIÑOS NECESITAN CONSTANTE ENSEÑANZA”
Ana María González, psicóloga del Centro de Atención Múltiple “José María Cárdenas”, señaló que es importante la educación especial temprana en los pequeños con discapacidad, pues entre antes empiecen con la estimulación, sus cerebros van a desarrollarse más.
“Desde que los papás ven alguna anormalidad en su desarrollo y se les detecta una discapacidad, de inmediato hay que comenzar con su educación. La atención siempre es muy importante, que el niño esté en constante estimulación abre más a que estén más alerta, y no que estén limitados”, dijo.
Los pequeños con discapacidad, indicó, necesitan constante enseñanza, pero en ocasiones los mismos familiares son los que impiden que los pequeños reciban esa educación.
“A veces la familia empieza a satisfacer otras necesidades, por ejemplo, cuando empieza el periodo de escuela a todos los mandan a la escuela, les compran sus útiles y a ellos no. Siempre es un área donde batallamos mucho”, comentó.
Agregó que en otras ocasiones la familia comienza a prestar más atención a otros aspectos de su vida y dejan de asistir al CAM, por lo que tienen que empezar con el proceso de enseñanza de nuevo.
En el Centro de Atención Múltiple, los periodos de trabajo varían entre cada menor, pero no pueden exceder el tiempo pues “son niños que no pueden trabajar una o dos horas; empezamos con cinco minutos y después vamos aumentando”, afirmó la psicóloga.
González indicó que uno de los rubros donde más batallan con los pequeños es en la conducta, pues en ocasiones los niños se ponen muy ansiosos, están irritables o no duermen bien y avientan a las maestras, pero en el CAM erradican esas conductas.
“Siempre estamos buscando formas de trabajar con ellos. A veces están enojados, dejamos que se les quite, que se relajen y ya después hacemos actividades”.
Para evitar que estos comportamientos afecten la relación con sus demás compañeros, las maestras hacen que todas las mañanas los niños se saluden e interactúen por unos minutos para que conozcan a sus compañeros.
“SOMOS UNA ESCUELA INCLUSIVA”
La trabajadora social define al CAM “José María Cárdenas” como “una escuela inclusiva donde los niños adquieren habilidades importantes; somos un puente, un paso, brindamos integración educativa”.
Algunos de los niños que acuden a este plantel asisten a escuelas regulares, pero necesitan apoyo complementario para su enseñanza, por lo que tienen a una maestra que los ayuda en ese rubro en el CAM.
“También tenemos a la psicóloga que los ayuda en distintas áreas y aparte se les enseña a desarrollar sus habilidades”, indicó la directora Ana Josefina Gómez.
La directora destacó que por la mañana se brindan los servicios de un CAM escolarizado, pero por las tardes el plantel se convierte en un Centro de Atención Múltiple Laboral, donde enseñan a adultos con discapacidad diferentes oficios.
A los pequeños del turno matutino se les enseñan actividades de la vida diaria como lavarse las manos, los dientes y aprender a comer solos; mientras que a los niños más grandecitos se les enseñan distintas cosas como preparar un sándwich, vaciar un vaso de agua en una jarra, etcétera.
“Con muchos niños de primero, segundo y tercer grado se trabaja mucho la estimulación sensorial, visual, auditiva y la mayor sensibilidad que puedan manejar en sus manos, sobre todo para los que tienen ceguera”, señaló la maestra Hortensia García.
Todas estas enseñanzas, indicó, son para que después los pequeños puedan aplicarlas en su vida diaria.
“Estamos trabajando la autonomía en su alimentación con diferentes texturas de alimentos, después que se vayan organizando las cosas de manera secuencial. Aquí en el salón comenzamos para que en casa también lo trabajen las mamás”, dijo la maestra.
CONMEMORACIÓN DEL DÍA MUNDIAL DE LA DISCAPACIDAD
En el marco del Día Mundial de la Discapacidad, el pasado 3 de diciembre el Centro de Atención Múltiple “José María Cárdenas” realizó un pequeño circuito deportivo para mostrar a los padres de familia las actividades que realizan en el plantel.
Cerca de 25 pequeñitos realizaron diferentes ejercicios con el que demostraron los grandes avances que han alcanzado en sus habilidades motoras.
Algunos de los obstáculos que fueron incluidos en este circuito fueron caminar sobre unos pequeños sancos de peluche, brincar aros y subir escalones.
Lanzar aros y gatear una pequeña distancia en un colchón fueron otras de las actividades realizadas.
Con la ayuda de padres de familia y la coordinación de las autoridades escolares, cada uno de los niños realizó el circuito con gran entusiasmo y con una enorme sonrisa en sus rostros.
Aunque la mayoría logró realizar el circuito solo, algunos niños requirieron la ayuda de sus padres para apoyarse.
“Este es el primer año en que se organiza más porque las mamás estuvieron muy de acuerdo”, aseguró la directora del CAM, Ana Josefina Gómez.