Desde conocer las especies de plantas y animales más representativas de la región, hasta la observación de aves migratorias, es parte de lo que el público puede disfrutar en el Jardín Etnobiológico de Marín, Nuevo León.
Este espacio, que se ubica en las instalaciones de la Facultad de Agronomía de la UANL en el mencionado municipio, está dedicado a la conservación de la flora y fauna nativa, cuyas especies son de importancia en los aspectos alimenticios, ornamental-ecológico, medicinal, entre otros.
“Una de las maneras de cuidar o conservar nuestros recursos naturales es, en primer lugar, conociéndolos, sabiendo los nombres de las plantas y de los animales.
“De ellos obtenemos beneficios a través de los servicios ecosistémicos en la regulación de la temperatura, en la disminución de la contaminación atmosférica, el suministro de alimentos y muchas cosas que podemos obtener a través de estos organismos”, dijo Lidia Salas, coordinadora del jardín.
El collectarium, que abarca el área más grande del jardín, está a un costado de la presa La Juventud y cuenta con vistosos senderos donde es posible conectar más de cerca con la vegetación y las diversas especies de animales del lugar.
Además de adentrarse en el conocimiento de la flora y la fauna del estado, las personas que visiten este jardín pueden presenciar un espectacular avistamiento de aves migratorias.
“Es un punto de gran interés para la observación de aves migratorias, ya que aquí se ha logrado avistar a más de 200 especies de aves que transitan por esta zona y que podemos captar en este lugar”, expresó Salas
Para la creación de este espacio, la Facultad de Agronomía ha contado también con el apoyo del Conahcyt; el más reciente fue a través del proyecto “Conservación y divulgación de la biodiversidad y riqueza biocultural del noreste de México a través del Jardín Etnobiológico de la UANL”.
Este lugar está abierto al público en general, principalmente los fines de semana, y en él se puede pasar un momento agradable en familia.
Fotografía: Osvaldo Narváez