Policías y soldados violan, dan palizas, asfixian y electrocutan a hombres y mujeres para obtener supuestas ‘confesiones’.
¿El resultado? Miles de inocentes en la cárcel y una sociedad de millones de personas viviendo atemorizada: el 64 por ciento de los habitantes de México aseguran no sentirse a salvo de la tortura.
“La población mexicana sabe que, en su país, prácticamente cualquiera puede ser torturado”, afirma un reporte de Amnistía Internacional
“Mientras tanto, las autoridades miran hacia otro lado, y confían en que la comunidad internacional también lo haga. En esa situación, la justicia sigue estando fuera del alcance de la mayoría de quienes reúnen el valor suficiente para denunciar la tortura que han sufrido.
“Yecenia Armenta es un caso reciente. Luego de cuatro años encarcelada por un homicidio que no cometió, de haber sido torturada y violada por los policías, fue liberada, pero antes tuvo que pasar por la tortura”.
Quienes torturaron a Yecenia provienen de la misma institución que presentó la acusación en su contra.
A pesar de la contundente evidencia provista por expertos nacionales e internacionales que prueba la tortura que sufrió Yecenia y de una recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, la Procuraduría General de Justicia del Estado de Sinaloa insistió en acusarla de un delito grave.
Cuando fue examinada meses después de su queja, por un médico de la misma oficina de los torturadores y de haber firmado una confesión arrancada bajo ptrsión, ya no existían las huellas de sus lesiones en las muñecas. Las marcas habían desaparecido.
“Las correas de las marcas en mis manos, las marcas que había en mis pies de donde fui colgada de los tobillos, los moretones que tenía en las piernas, esos ya habían desparecido”, dijo Yecenia.
“Los peritos médicos a menudo descartan las lesiones o examinan a las víctimas demasiado tarde, cuando hace ya mucho que las heridas han curado. Así, con las pruebas físicas desaparecidas, y las pruebas psicológicas ignoradas, nadie rinde cuentas de lo sucedido”, añade el documento de AI.
“[Los policías dijeron] que los iban a traer a mis hijos, que los iban a violar, que los iban a volver pedazos […]. Después de muchas horas, que ya me violaron, yo dije que iba a firmar lo que querían que firmara. Me bajan del lugar donde me tienen colgada desnuda. Yo firmé, aún vendada […]. Jamás leí lo que yo firmé.”
Casi cuatro años después, no se ha castigado a nadie. “Y yo sí”, lamentó Yecenia desde su celda, cuando personal de Amnistía Internacional se entrevistó con ella en 2015, meses antes de su liberación.
“En México existen leyes contra la tortura, pero casi nadie les presta atención, y los torturadores quedan impunes. Si se quiere que la iniciativa de ley gubernamental más reciente sobre la tortura, que se está redactando actualmente, cambie esta situación, los torturadores deberán finalmente ser castigados. De lo contrario, será una promesa más sobre el papel para las miles de personas que sufren tortura en México”.
La decisión de un juez en el norte de México de absolver a Yecenia Armenta Graciano, madre de dos hijos, y ponerla en libertad el pasado 7 de junio puso fin a cuatro largos años de injustica, dijo Amnistía Internacional.
Yecenia Armenta Graciano fue detenida arbitrariamente por la Policía Ministerial de Sinaloa el 10 de Julio de 2012 y fue golpeada, casi asfixiada y violada durante 15 horas de tortura hasta que fue forzada a “confesar” su participación en el asesinato de su esposo.
“La increíble crueldad de la tortura que sufrió Yecenia es parte de las actividades diarias de las policías mexicanas, quienes rutinariamente presentan evidencias ilegales en investigaciones penales en todo el país. Su puesta en libertad da una luz de esperanza a aquellas personas encarceladas injustamente en México,” dijo Erika Guevara Rosas, Directora para las Américas de Amnistía Internacional.
“El hecho de que ninguno de los torturadores de Yecenia hayan pisado la cárcel demuestra la falta de independencia de las autoridades en este caso. Los perpetradores de estos actos despreciables deben ser llevados ante la justicia y Yecenia debe recibir reparación por el daño sufrido”.
Amnistía Internacional ha realizado campañas en favor de varios casos de sobrevivientes de tortura en todo el país. Yecenia es parte de un grupo de valientes mujeres que han iniciado una campaña nacional llamada “Rompiendo el silencio” acerca de la violencia sexual y otras formas de tortura que han sufrido.
SENTENCIA ABSOLUTORIA
Yecenia Armenta Graciano fue acusada de ser la presunta autora intelectual de la muerte de quien fuera su esposo, Jesús Alfredo Cuen Ojeda, hermano del excandidato a la gubernatura del estado de Sinaloa, Héctor Melesio Cuen Ojeda.
El Juzgado Quinto de Primera Instancia de lo Penal dictó la sentencia absolutoria en favor de Armenta Graciano, debido a que se demostró que la confesión fue obtenida bajo coacción, por lo que carecía de todo valor y fue desechada como prueba.
Además, por la existencia de irregularidades en la investigación del delito y la integración de la averiguación previa, violatorias del debido proceso, según un comunicado emitido por la autoridad judicial.
El documento añade que “no se desvirtuó el principio de presunción de inocencia, mismo que opera como derecho de la acusada a no sufrir las consecuencias jurídicas de una sentencia condenatoria cuando su culpabilidad no ha quedado plenamente demostrada”.
A las 14:45 del 7 de junio Armenta Graciano salió del penal acompañada de su abogado y actual esposo, Braulio Germán Leyva Gutiérrez, y una menor, al parecer hija de Yecenia.
Seria, sin mostrar emoción alguna, indiferente, su bolso colgado en el hombro izquierdo y la boleta de liberación en la mano, llegó hasta la caseta de seguridad, donde la atendió uno de los celadores.
Tras entregarle la credencial de elector y la boleta, finalmente Yecenia salió del penal.
En el exterior del reclusorio, ya la esperaban varios reporteros de los diferentes medios de comunicación, quienes la abordaron con preguntas sobre su salida.
Ella prefirió callar y abordar un automóvil que ya la estaba esperando.
ANTECEDENTE
Jesús Alfredo Cuen Ojeda fue asesinado a balazos el 2 de julio de 2012, un día después de que se llevara a cabo en Sinaloa un proceso electoral, en el cual el hoy dirigente del Partido Sinaloense (PAS) y hermano de la víctima, Héctor Melesio Cuen Ojeda, fue derrotado en sus aspiraciones por una senaduría de la República, y donde Jesús Alfredo, fungió como jefe de campaña.
El cuerpo de Jesús Alfredo Cuen Ojeda quedó inerte sobre la banqueta, junto a una que pretendía abordar antes de que fuera atacado.
Instantes después de la agresión, al lugar acudió Armenta Graciano y Héctor Melesio, quienes estuvieron junto al cuerpo de la víctima hasta que las autoridades forenses empezaron a realizar las diligencias.
Luego del funeral de Jesús Alfredo Cuen Ojeda, Yecenia fue detenida y acusada de ser la presunta autora intelectual del asesinato.
Autoridades también dieron a conocer a los presuntos cómplices en el crimen contra el funcionario.
Días después, durante una de las declaraciones de Yecenia Armenta, ante el juez ella indicó que había sido torturada para que se declarara culpable de los cargos que se le imputaban.
A casi cuatro años de iniciado el proceso en su contra , finalmente Yecenia fue liberada, aunque la sentencia emitida por el juez no es definitiva.
LAS RAZONES DEL JUEZ PARA LIBERARLA
1.- La existencia de irregularidades en la investigación y la integración de la averiguación previa violatorias del debido proceso.
2.- Se demostró que la confesión de la imputada fue obtenida bajo coacción por lo que no tenía valor
3.- No se desvirtuó el principio de presunción de inocencia, mismo que opera como derecho de la acusada a no sufrir las consecuencias jurídicas de una sentencia condenatoria cuando su culpabilidad no a ha quedado plenamente demostrada
De acuerdo al Juzgado Quinto penal de Culiacán, Yecenia fue liberada, ya que el Ministerio Público no logró demostrar la acusación.
Según el dictamen médico, las alegaciones de coacción fueron compatibles y consistentes con los métodos de tortura y malos tratos, el estudio fue realizado por Peritos Médicos Internaciones, elaborado conforme al protocolo de Estambul.
El artículo 8.3 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos señala que “la confesión del inculpado solamente es válida si es hecha sin coacción de ninguna naturaleza”. Lo que hace que la confesión sea desechada por parte de las autoridades.
Yecenia después de ser detenida en 2012 declaró que había sido cruelmente torturada y le pidieron que se declarará culpable de la muerte de Cuen Ojeda y aseguró que lo hizo para salvar su vida.
Después se retractó y dijo que no tenía razones para matar a su esposo, que habían las llamadas que aseguraban y que nunca fue maltratada por Cuen Ojeda, ni quería divorciarse de él.
Como un escándalo internacional calificó Amnistía Internacional el caso de Yecenia Armenta Graciano, ya que a pesar de haberse acreditado, “fue víctima de tortura para que se declarara culpable de un delito que no cometió”, señaló Eduardo Beltrán, director de amnistía internacional España.
Demanda CNDH erradicar tortura.
Afirma que el gobierno de México debe atender las recomendaciones de organismos internacionales en este sentido.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) hizo un llamado sobre la importancia de prevenir la tortura hasta lograr erradicarla.
Indicó que la tortura es una práctica lacerante que deja graves y profundas huellas, por ello, refrenda su apoyo y solidaridad a quienes la han padecido, ya que representa un retroceso en el Estado de derecho.
Consideró que el Estado debe cumplir con las recomendaciones hechas al gobierno mexicano por los organismos internacionales, las cuales tienen que ser atendidas en su totalidad, así como las propias realizadas por el sistema de protección de derechos humanos nacional, en torno a la promoción del respeto a la dignidad humana y la cultura de legalidad.
Dijo que seguirán fortaleciendo el mecanismo nacional de prevención de la tortura, que debe seguir consolidándose para mejorar las condiciones que favorezcan el respeto de los derechos humanos de todas las personas privadas de su libertad, atendiendo al trabajo realizado, las visitas e informes realizados y, en general, todas las acciones que se ejecutan para el impulso de su erradicación.
En el marco del Día Internacional en Apoyo de las Víctimas de la Tortura, el domingo 26 de junio, el cual se adopta por una recomendación del 12 de diciembre de 1997, en la Asamblea General de Naciones Unidas, con el fin de lograr su erradicación y la aplicación efectiva de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes en su resolución 39/46 que entró en vigor el 26 de junio de 1987.
Consideró que se cuenta como una gran herramienta con el Protocolo Facultativo de la Convención Contra la Tortura aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante la resolución 57/199 del 9 de enero de 2003, tendiente a reafirmar que el derecho a no ser sometido a torturas debe estar protegido en todas las circunstancias.