
A Estados Unidos se le reconoce como el país donde más asesinos seriales han tenido actividad; recientemente se popularizó en la plataforma de Netflix la serie basada en Jeffrey Dhamer, donde se cuenta de cómo pasó de ser un niño con problemas para socializar, a uno de los psicópatas mas sanguinarios con 15 asesinatos.
Contrario a la creencia de que en México no suelen ocurrir esta clase de asesinatos, en la historia reciente del país se han documentado casos como “El Monstruo de Ecatepec”, quien violo y mató más de 10 mujeres, o “El caníbal de Atizapán”, conocido por como el mayor feminicida en serie de la historia mexicana por el asesinato de, al menos, 17 mujeres a lo largo de tres décadas.
Nuevo León también ha sido escenario de esta clase de casos criminales que han estremecido a la sociedad regiomontana.
De acuerdo al manual “FBI Serial Murder: Multi-Disciplinary Perspectives for Investigators”, el término de asesino en serie se define con la muerte de dos o mas víctimas a manos del mismo asesino en diferentes lugares.
LAS VÍCTIMAS DE ‘ALEXIS’
Con 44 años de edad, Alejandro González Reyes desató el terror durante el fin de semana del 6 al 8 de mayo, cuando usando una arma de fuego para amagar a sus víctimas, intentó secuestrar a 3 adolescentes de nombre Yuridia Aguilar de 15 años y Alison Campos de 15 años, y Selene.
Su intención era de abusar sexualmente de ellas en la colonia Mirador de San Antonio del municipio de Juárez, sin embargo su intento fue frustrado por razones desconocidas y dos de sus víctimas fueron asesinadas a balazos, Selene escapó.
Antes de este acto atroz, las autoridades tenían el reporte de el fallecimiento de otra mujer con el mismo Modus Operandi en el municipio de Guadalupe, por lo que el caso podría estar vinculado a los crímenes de Gonzalez.
El 8 de mayo sería el día que Alejandro cometió su crimen más sonado; a las 6:30 horas un joven matrimonio fueron interceptado por Alejandro en una parada de camiones y sin mediar palabra, el asesino disparó contra el hombre, dejándolo malherido sobre la calle.
Por la fuerza, se llevó la mujer a una caseta de vigilancia abandonada de la misma zona donde a plena luz del día y con la mirada de los vecinos que se percataron de los primeros disparos, la atacó sexualmente.
El crimen fue reportado las autoridades municipales y al llegar al lugar, González se vio rodeado por la Policía, fue entonces que el asesino decidió terminar con la vida de la joven disparándole en la cabeza e intentó enfrentarse con los uniformados pero fue abatido al instante.
En el 2006 González Reyes era conocido con el nombre de “Alexis” cuando trabajaba como stripper en el conocido ”Papi Chulo”, ubicado en la calle Zaragoza e Isaac Garza en el centro de Monterrey, tiempo después, Alejandro trabó amistad con el dueño del negocio, Jorge Alberto Rivas Palacios, pasando de ser un bailarín exótico a chofer y guardia personal.
Un fatídico día de febrero del 2006, mientras iban a bordo de un automóvil BMW participaron en una pelea con agente ministerial a quien asesinaron a balazos.
Pese a que fue condenado a 20 años de prisión, Gonzalez Reyes fue liberado antes de cumplir su condena y sin una evaluación psiquiátrica que avalara su estabilidad mental, por lo que obtuvo un trabajo como agente privado de seguridad donde consiguió un arma con la que desataría en un fin de semana todo un infierno.
‘PIE GRANDE’
El 3 de marzo del año 2005 fue aprendido un asesino serial apodado por la policía ministerial como “Pie Grande”; su nombre real era José Luis Solís Mata y fue el autor de, al menos, 3 homicidios: Gerardo Castillo de 26 años de edad, Gilberto Alcalá, de 41 años y Jaime Espinoza de 20 años.
Al momento de su detención José Luis tenía 23 años de edad, trabajaba como albañil en el municipio de Pesquería, vivía en matrimonio con una mujer de 17 años y era padre de un bebé de apenas dos meses de nacido.
Según su propio testimonio, José Luis habría sido violado por un vecino apodado “La Lupe” en Nueva Rosita, Coahuila cuando apenas tenía 6 años; debido a esta experiencia traumática, desarrollo un odio hacia los homosexuales llevándolo al extremo de matar; sin embargo este hombre solía frecuentar antros y bares de ambiente gay con el fin de sostener relaciones sexuales, presuntamente a cambio de dinero.
Gerardo Castillo Tomas de 26 años trabajaba como animador infantil bajo el nombre de “Tallarín” y el 15 de julio del 2003 asistió a una cita con Gerardo Solís Mata en los comercios aledaños a La Fe, entre los municipios de San Nicolás y Guadalupe.
La pareja ingresó a un local abandonado en la colonia Doctores donde tuvieron un encuentro sexual. Al terminar, el animador estranguló a su víctima, además de que saltó en repetidas ocasiones encima de su cuerpo.
Gilberto Alcalá López de 41 años era empleado de la Secretaría de Educación y conoció a José Luis en un restaurante cercano a La Fe, después de un año de conocerse, se reunieron el 18 de junio del 2004 en el domicilio de Gilberto ubicado en la colonia Los Álamos en el municipio de Apodaca.
Fue ahí donde José Luis mató a Alcalá estrangulándolo. Luego de quitarle la vida, se robó 40 mil pesos dejando sus huellas en la escena del crimen.
Jaime Espinoza, quien era mejor conocido como “Jessica Adriana”, fue un joven de 20 años que salió a divertirse la noche del miércoles 11 de noviembre del 2004.
Espinoza se habría encontrado con “Pie Grande” en un punto cercano a la avenida Acapulco y posteriormente se fueron a un lote baldío en la colonia Hacienda San Miguel en el municipio de Guadalupe; a diferencia de las otras víctimas, José Luis lo asesinó lanzándole una piedra sobre la cabeza.
Nueve meses después de este crimen, José Luis fue detenido y, entonces, dijo a las autoridades: “Qué bueno que me agarraron, si no hubiera seguido matando jotos”.
José Luis purga una condena de 65 años y nueve meses de prisión que sigue cumpliendo.
EL ASESINO DE INDIGENTES
En los últimos cuatro años, se han reportado en el centro de Monterrey varios fallecimientos de personas en situación de calle con signos de violencia.
El 3 de enero del 2019 se registró el hallazgo de un indigente en la colonia Sarabia, el cuerpo presentaba golpes.
Otro caso similar ocurrió el 7 de febrero del 2019, donde fue encontrado el cuerpo sin vida de un indigente con severos golpes en el cráneo, los paramédicos que acudieron al lugar apreciaron un traumatismo en la cabeza producido por una piedra.
Un mes después, concretamente el 5 de marzo del 2019 a las 7:40 horas, otro desposeído fue localizado en el cruce de la calzada Madero y la avenida Juárez, también asesinado con una piedra, hecho que quedó grabado por cámaras de seguridad de un negocio cercano.
En el video se ve cómo el asesino se acerca con una piedra al indigente, el cual yacía dormido sobre la acera del negocio, repetidamente le deja caer el objeto sobre su cabeza.
Dos meses después, Victor Manuel “N”, de 45 años de edad fue detenido por agentes ministeriales en la calle Cerro de las Campana, frente al número 2713 A, en la Colonia Mirador Residencial, al sur de Monterrey.
El hombre fue internado en el extinto penal del Topo Chico acusado de homicidio calificado.
Aunque las autoridades de la Fiscalía General del Estado no informaron que los otros casos estuvieran relacionados con el mismo asesino, este mismo modus operandi avistó nuevamente en el centro de Monterrey.
MÁS MUERTES
La mañana del sábado 9 de julio del 2022, afuera de la estación del Metro “Fundadores” fue localizado el cuerpo de un hombre sin vida y junto a el se encontraba un pedazo de concreto con el que presuntamente fue asesinado.
Las cintas de grabación de un negocio cercano captaron la lucha entre el fallecido y otro hombre sin embargo las autoridades no pudieron recabar mas pistas.
Días después, el 21 de julio, una cámara de seguridad de una tienda departamental ubicada en el cruce de las calles de 15 de mayo y la avenida Juárez, capturó el momento cuando un hombre se aproxima cargando una piedra hacía un indigente que dormía en la banqueta del negocio.
Este procede a arrojarle la piedra sobre el cráneo en continuas ocasiones, quien a su vez arremete con golpes y patadas a la entrepierna de la víctima; el asesino incluso llega a sentarse a un lado del indigente mientras estaba desangrando y tras ponerse de pie, nuevamente toma la piedra y la deja caer en la cabeza.
En la cinta se aprecian luces de automóviles cuyos conductores, al avistar el crimen, dieron aviso al 911.
Gracias a ello luego agentes ministeriales detuvieron a un hombre identificado como Israel “N” de 26 años de edad.
Tras su detención, Israel fue recluido en el penal de Apodaca “por su probable participación en otros eventos con el mismo modus operandi, en contra de personas en situación de calle”.