Hay para quienes encontrar el amor a través de redes sociales o aplicaciones dedicadas a citas puede ser gratificante, existen cientos o miles de historias con final feliz, pero también existen otras tantas trágicas que son dadas a conocer a través de medios informativos
Otras más de personas que son estafadas y que tal vez por vergüenza no quieren salir a contar lo que les pasó para no denigrar su imagen ante la sociedad, sobre todo ante quienes los rodean.
Recientemente en Netflix se dio a conocer un documental en donde se evidencia cómo tres mujeres, de más de un veintenar, fueron timadas por un supuesto millonario que en principio las deslumbraba con lujo y riqueza para después comportarse de manera fraudulenta.
La historia se desarrolla en el otro lado del mundo, en donde en más de 15 países el Estafador de Tinder hizo de las suyas haciendo que sus parejas se endeudaran por cantidades millonarias para después dejarlas a la deriva.
Cinthia vivió algo similar en Monterrey Nuevo León, en la primera cita todo fue cortesía y caballerosidad, pero días después el amor que conoció a través de redes sociales mostró su verdadero rostro.
“Con esto de la pandemia he estado encerrada y trabajando y por cuidar la cuestión de la salud decidí no salir a fiestas a exponerme.
“Entonces navegando por Facebook vi el ícono de parejas, es un corazón, le di clic y llené datos generales, interés físico, cercanía, entre otras cosas”, platicó Cinthia.
Después de eso, decenas de personas le mandaron reacciones para intentar conocerla, sin embargo no todos los perfiles eran de confianza para Cinthia, por lo que se dio a la tarea de filtrar, según su corazonada, las personas que sólo buscaban algo pasajero o tenían otras intenciones.
“Conocí ahí a un chavo, se llamaba Xavier Martínez, aparentemente normal dos años más grande que yo y nos quedamos de ver en un Starbucks”, apuntó.
Cinthia se arregló, se puso más guapa que de costumbre para el día de la cita y se marchó al lugar del encuentro con todas las ganas y disposición de mostrarse sincera y sobre todo de encontrar una buena pareja.
“Él llegó en su carro, se veía muy normal, iba bien vestido y no aparentaba ser una persona peligrosa, se comportó atento, amable y toda la cita me sentí muy a gusto, fueron como cinco horas de plática”.
Lo que más le dio confianza a Cinthia fue que su pretendiente utilizó el tiempo no sólo para enamorarla, sino para hablar de su familia y ofrecerse a hablar con la de ella para formalizar rápidamente la relación.
“Yo le dije que empezáramos conociéndonos como amigos, pero me contestó que el realmente buscaba una novia y hasta se ofreció a hablar con mis papás, como para dar confianza.
“Le platiqué a mis papás y ellos me apoyaron en la decisión de salir, conocer a alguien y aceptaron que lo llevara a la casa, me dijeron que si quería ir a pedir permiso para que fuera su novia ahí veíamos”, rememoró.
Tanto Cinthia como sus padres accedieron y llegó el día en que Xavier llegó a su casa, sus progenitores quedaron encantados con el carisma de aquel muchacho, quien no levantó ninguna sospecha de ser alguien con malas intenciones.
“Presumía mucho de sus padres y de lo que
tenían, tengo la impresión que quería aparentar un status elevado, según era agente aduanal y trabajaba en el SAT ganando 17 mil pesos por quincena, esas pláticas si se me hacían extrañas”, contó.
Sin embargo la primera alerta para Cinthia fue la fecha en que el papá de su ya novio cumplió años, pues Xavier le había pedido dinero para comprar un regalo que jamás vio.
“Tres días antes me llama y me dice que va a cumplir años su papá y como yo le había comentado que le quería llevar un regalito, él se ofreció a comprarlo y accedí. Según él quería comprarle varias cosas que en conjunto daban un total de seis mil pesos pero que sólo contaba con tres mil.
“Le dije que lo único que tenía pensado gastar eran mil pesos y que sólo le podía prestar otros mil que yo necesitaba para el fin de mes (de octubre), pasó el tiempo y el día de la fiesta el regalo no me lo enseñó porque según su hermano le había comprado lo mismo y no quería hacerlo sentir mal”, recordó.
Ante la petición de Cinthia de sacar el regalo para su suegro, Xavier comenzó a comportarse de una manera extraña y horas más tarde, cuando la llevaba a su casa, le alzó la voz al pedirle que bajara el volumen de la música de su automóvil.
“Toda la tarde se comportó raro, yo creo que el mismo remordimiento de conciencia, pero en el coche cuando le pedí que le bajara a la música porque me dolía la cabeza, me grito y tomó una actitud muy rara que jamás había mostrado, realmente me asusté”, reseñó.
Pasó el incidente y Cinthia lo tomó como una discusión de pareja, por lo que siguió con su relación, sin embargo dos días más tarde empezaría una plegaria donde Xavier trataría de convencerla para que le prestara una fuerte cantidad de dinero.
“A los dos días llegó a la casa y lo notaba extraño, le pregunté qué le pasaba y comenzó a contarme una historia de su trabajo en donde una compañera gastó 20 mil pesos de una cuenta.
“Era tan buena su explicación que no quedaba ninguna duda que estaba diciendo la verdad y como supuestamente él se negaba a pagar los 20 mil pesos al banco le bloquearon la cuenta, fue entonces cuando me pidió prestada esa cantidad”, platicó.
Cinthia se negó a prestarle dinero y en cambio lo cuestionó el por qué no les pedía a sus papás, la respuesta que recibió fue que no le gustaba pedirle dinero a ellos y en cambio quería que su amada solicitara un préstamo para cubrir la supuesta deuda.
No había día que Xavier no llamara a casa de Cinthia, no para saber cómo estaba o para tratar de conocerla mejor, sino para seguir insistiendo cada día con diferente suma de dinero a ver que conseguía.
“En una ocasión me llamó y me dijo que si ni dos mil pesos le podía prestar, le fue bajando a la cantidad; me hablaba por teléfono sólo para eso, me pidió 15, 12, 10 hasta dos mil pesos.
“Cuando le decía que qué parte entendía de que no podía prestarle ninguna cantidad, se molestaba y era cortante, no se despedía bien, sólo me decía a bueno, bye me voy a ocupar”, rememoró.
Esa y otras actitudes fueron aclarando el panorama de Cinthia y se dio cuenta de que Xavier no era ser lo que aparentaba, al menos laboralmente hablando, pues recuerda que en una ocasión la mamá de él le preguntó que si ella si trabajaba, como dando a entender que su hijo no.
Otra de las cosas extrañas fue cuando se dio cuenta que el automóvil de Xavier realmente estaba a nombre de su madre y no de él como se lo había contado en alguna ocasión, además se dio cuenta que ella le pagaba varias de sus necesidades.
“Una ocasión se le dañó una parte de la llanta y lo acompañe a la agencia para que pagara la refacción, ahí me di cuenta que el coche no estaba a su nombre y además su mamá le dio dinero para pagar el servicio cuando se suponía que era un agente aduanal”, señaló.
La sospecha siguió incrementándose cuando la primera cita que tuvieron en el Starbucks fue la única en todo el mes de relación, pues después de eso jamás volvieron a salir al cine o a comer.
“Todo el mes la excusa fue que tenía su cuenta congelada, que por tal motivo no tenía dinero y que si no lo veía trabajar era porque estaba de vacaciones y regresaba hasta enero”, apuntó.
Ante dicha situación, la madre le consiguió un trabajo como asesor inmobiliario y se encargaba de la renta de casas o departamentos.
Después descubrió que el trabajo no era para mitigar el problema de la cuenta congelada, sino porque la madre sabía que su hijo no trabajaba y no lo querían en la casa sin hacer nada.
Al paso de los días, Luis tuvo un accidente y se quedó sin coche, fue entonces que Cinthia utilizaba su automóvil para diversas vueltas con su novio, vueltas que sólo él ocupaba y que en muchas ocasiones eran para beneficio propio.
Sin embargo la gota que derramó el vaso fue una ocasión en que Xavier la invitó a salir para visitar la carretera Nacional, pues aparentemente tenían planeada una tarde romántica y fuera de rutina.
“Quedamos de vernos un domingo para ir a la carretera y de repente me cambió el plan para ir a Agua Fría (una comunidad rural del municipio de Apodaca), ya tenía su plan armado y no me contó nada. Total, llegamos a Agua Fría y pensé que íbamos a conocer el lugar, pero sólo llevaba consigo 60 pesos y compró un elote para los dos.
“Me invitó a su casa y cuando llegamos como que no quería platicar conmigo, yo le dije que qué hacía ahí que mejor me iba y rápidamente contestó que estaba hablando con un posible cliente y que le tenía que mostrar una casa”, añadió.
Para esto, se habían quedado de ver con esos posibles clientes en un lugar y de ahí trasladarse al punto donde irían a mostrar el inmueble.
“Llegamos y habló con las personas, de repente les hizo señas que se subieran a mi carro para llevarlos a ver la casa sin decirme nada antes, sí me molesté y le reclame pero donde ya no pude fue cuando le dije que me acompañara a misa”, contó.
Xavier le respondió que no quería ir a Misa porque no le gustaba ir en las tardes, pero esto con un tono agresivo; así que mientras llegaban a su casa ella pensó su futuro con él.
“Le dije Luis sabes que, ya no quiero andar contigo, tienes un carácter muy difícil, no te puedo decir nada porque rápido te exaltas, ya quiero terminar contigo pero solamente págame los mil pesos que me debes, ya te esperé un mes.
“Comenzó a darme excusas y como yo le iba a hablar a su mamá empezó a estrujarme al grado de romper mi bolsa, me salí del coche y le pedí a un guardia que le hablara su mamá; rápido llegó la señora”, rememoró.
Cuando la madre llegó, Cinthia le dio las explicaciones del porqué Xavier la había estrujado y decidieron llamar a los padres de ella por el estado en que se encontraba, ya que había entrado en crisis por el temor a ser golpeada con brutalidad.
La madre se limitó a regañar a Xavier delante de Cinthia y no le bastó con quedar exhibido en su colonia, sino que para rematar él contestó que no había sido para tanto y que Cinthia hacía mucho problema por una bolsa ‘corriente y chafa’.
Un día después, una amiga le contó a Cinthia que Xavier ya se encontraba de nuevo en la aplicación buscando el amor.
Escuchar esas palabras sólo confirmaron la clase de persona que Cinthia había encontrado y que jamás se preocupó por ella, sino que hasta el último momento él sólo trató de sacarle dinero y embaucó para ver si caía en sus redes.
Fue así como terminó una relación que comenzó con engaños y que afortunadamente para Cinthia terminó sólo en un momento, que si bien es cierto fue muy aterrador, sólo quedó en un daño material.
Es por eso que Cinthia decidió contar su caso y así prevenir a las mujeres que buscan el amor a través de redes sociales o de aplicaciones como Tinder.
“El aprendizaje está en no creer todo lo que te dicen y buscar información, porque a como está ahorita la situación, recomendaría que investiguen si trabajan en lo que dicen, si viven donde dicen.
“Pero ahorita ya no confiaría tanto en esas aplicaciones”, finalizó.