
Durante las últimas semanas la preparatoria TECMilenio, campus Las Torres de Monterrey, se convirtió en un completo hervidero, luego de que se destapara una presunta violación en los baños del plantel.
La víctima: Rudy, un estudiante de 16 años con Trastorno de Déficit de Atención (TDA), quien habría sido atacado por cinco compañeros.
El 14 de marzo del año en curso la noticia se dio a conocer acompañada de protestas masivas en las instalaciones del plantel, ubicado al sur de la capital regiomontana, en donde cientos de alumnos se manifestaron en contra de la institución por aparentemente intentar silenciar el caso para no afectar la imagen del plantel.
“Justicia para Rudy” fue la principal consigna que se lanzó durante las protestas, pero también aquellas que hacía alusión al actuar de los directivos del TECMilenio, a los que se les acusó de encubridores.
De acuerdo con personas cercanas al joven, Rudy fue llevado con engaños a uno de los baños del plantel, en donde se le obligó a practicarle sexo oral a sus violentadores.
Aunque en una primera instancia se negó, los estudiantes lo golpearon hasta que finalmente cedió. El delito, afirmaron los alumnos, incluso quedó plasmado en algunos videos y fotografías que circularon más adelante, en la que se aprecia un baño con manchas de sangre.
Los hechos habrían ocurrido el 11 de marzo, fecha en la que el estudiante llegó con una de sus mejores amigas para contarle lo sucedido: Rudy presentaba moretones en el cuerpo y sentenció que le acababa de pasar “algo muy traumante y que le daba mucha vergüenza decir”.
La amiga, de nombre Ana Garza, sentenció que ese mismo día, el estudiante acudió a dirección para denunciar los hechos, pero fue ignorado.
Tras enterarse de lo sucedido, acompañó a su amigo a dirección nuevamente, pero el resultado fue el mismo: en sus palabras, las autoridades del TECMilenio hicieron caso omiso de la situación.
Lo anterior, a pesar de que, según el reglamento de la institución “los estudiantes se rigen por el código de honor que firman al inicio de cada período, momento en el cual reconocen su compromiso de promover y preservar una cultura basada en la legalidad e integridad”.
La indignación se volvió mayor al día siguiente, cuando los supuestos violentadores llegaron a clases como si nada y comenzaron a mostrar el video en el que atacaban a Rudy, acorde con la testigo.
“(El video) no lo subieron a redes, pero sí lo fueron mostrando, aclarando que ellos mismos lo había hecho”, sentenció la joven, quien se convirtió en una de los organizadores de las manifestaciones.
Ante la inacción de las autoridades escolares, los jóvenes salieron de las aulas a manifestarse el 14 de marzo. Durante la protesta se lanzó el nombre del primer acusado: Leonardo N, quien fue sacado del plantel “para garantizar su seguridad”
El caso se volvió mediático al instante y las redes sociales colocaron como tendencia al TECMilenio.
En su afán por defender el nombre la institución, las autoridades escolares sentenciaron que no se tenía denuncia alguna sobre el caso y que tan pronto se dieron a conocer los hechos se activaron los protocolos de seguridad y se contactó con la familia del afectado.
Sin embargo, más tardaron los directivos en emitir la declaración que los alumnos en desmentirla.
En un video publicado en TikTok, Ana Garza, amiga de Rudy, confrontó las declaraciones de Alejandra Preciado, directora del TECMilenio campus Las Torres, a quien tachó de encubridora.
“TECMilenio está encubriendo absolutamente todo lo que está pasando. No se está haciendo responsable desde el inicio. Nunca fue responsable, sobre todo en ese tema”, dijo la estudiante.
La Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) ingresó el mismo día de las manifestaciones al campus para comenzaron con las averiguaciones correspondientes, pero hasta el momento no se ha dado a conocer avance alguno de la misma.
El caso, que conmocionó a la sociedad regiomontana y tuvo eco a nivel nacional, con manifestaciones en otros campus del país y en las redes sociales bajo el hastag #QueBonitoEsUnBañoSinSangre.
Lo cierto es que el incidente se ha convertido en un juego de declaraciones, en el que incluso ya entró al ruedo el gobernador de Nuevo León, Samuel García.
Por medio de su cuenta de X, antes Twitter, el mandatario estatal señaló que las víctimas cuentan con su apoyo y pidió que se esclareciera el caso.
Sin embargo, horas más tarde se propagó la teoría de que el padre del agresor Leonardo N era parte de la administración estatal y por tal motivo el plantel lo había encubierto, pero no ha sido confirmada hasta el momento.
La crisis en el plantel Las Torres llevó a la institución a suspender las clases presenciales y retomarlas días más tarde.
Mientras tanto, el hermetismo sigue siendo el principal ingrediente del caso. Hasta el cierre de esta edición lo último que trascendió al respecto fue un comunicado de los padres de Rudy, en donde nuevamente desmentían al TECMilenio por asegurar que ya se habían puesto en contacto con ellos.
“Deseamos en este comunicado desmentir las afirmaciones y posturas hechas públicas y que solo buscan mantener la imagen de personas e instituciones que realmente han actuado de forma deplorable.
“Es falso que el personal administrativo y académicos de la escuela TECMilenio nos hayan informado detallada y oportunamente del evento que solo estando en casa nuestro hijo pudo contarnos por lo traumatizado que se encontraba. Si han contactado y hablado con algunos padres de familia no somos nosotros”, sentenciaron en el comunicado los padres de Rudy.
En el texto también se hace hincapié e que buscan mantener la privacidad e intimidad de la familia “y proveer seguridad y paz a nuestro hijo, que ha sido víctima de una situación tan atroz”.