Según cifras oficiales, hasta el 26 de noviembre del 2021 había más de 95 mil personas desaparecidas en México. La desaparición forzada, es una problemática que se vive especialmente en la zona norte del país, en donde ante la falta de compromiso de las autoridades, son los mismos familiares que buscan a sus hijos, hijas, esposos, novias, hermanos, quienes un día salieron y no regresaron a casa.
Mirna Nereida Medina y el grupo de “Rastreadoras de El Fuerte” en Sinaloa, son las protagonistas de “Te nombré en el silencio” documental realizado por José María Espinosa, que se estrenó el 12 de mayo en las salas comerciales y circuitos de cine de arte, aunque el año pasado formó parte de la Muestra de “Desaparición Forzada” dentro del “Festival Ambulante”, en la que obtuvo 19 mil “clicks” (19 mil espectadores que vieron la película).
“El documental nació gracias a otro proyecto que tenemos, que es un cortometraje sobre la normalización de la violencia en que yo entrevisté a Mirna, y al conocer su historia me quedé en shock, tanto, que me quedé como tumbado emocionalmente unos días y de ahí, pensé que esto debía tener un ‘callback’ más grande por así decirlo.
“Y por eso le propuse a ella un largometraje documental para poder cubrir todos los matices del grupo de madres que buscan a sus hijos, ella estuvo de acuerdo, y así nació Te nombré en el silencio’”, recordó José María (Culiacán, 1989) fundador de Cinema del Norte, productora de cine independiente.
Espinosa de los Monteros y su equipo estuvieron filmando durante cinco años, mismos que estuvieron acompañando a Mirna y a sus compañeras de búsqueda, y al participar de manera indirecta, experimentaron como ellas la impotencia por no encontrar a sus “tesoros” como les llaman, y al mismo tiempo la esperanza de que algún día aparezcan sus restos y su esfuerzo no sea en vano.
“Fueron cinco años de arduo trabajo, esto en donde estábamos yendo a acompañar al grupo a su día a día; ya fuera a filmar los testimoniales, ir a las búsquedas a acompañarlas a todo tipo de menesteres que tuvo el grupo y todo eso inició hace cinco años”.
AMPLIFICA SU VOZ
El joven documentalista consideró que es importante darle visibilidad al trabajo que hacen las “rastreadoras”, ya que ellas fundaron el grupo con iniciativa propia y no han desistido en su lucha, aun cuando son mujeres de entre cuarenta y sesenta años.
“Es muy importante visibilizar, y en ese sentido me comentan que yo les estoy dando voz a las rastreadoras, cuando no es así, las Rastreadoras de El Fuerte tienen por sí mismas una voz fuertísima que resuena en todo Sinaloa y en todo México; lo que nosotros tratamos de hacer es amplificar esa voz a través del documental”, afirmó José María, quien invitó a seguir la película a través de @tenombredoc en Twitter y @tenombreenelsilencio en Facebook y en Instagram.
Consideró que es importante que todos los mexicanos debemos conocer todo lo que ocurre en Sinaloa y en la mayoría de los estados de la República Mexicana, porque en este caso, ellas sortean una serie de dificultades para salir a diversos sitios de El Fuerte, pueblo mágico de Sinaloa que cuenta con atractivos naturales e históricos, pero el que también hay una gran presencia de la delincuencia organizada.
Desde el 2014 que inició el colectivo de las “rastreadoras”, cuando Mirna empezó a buscar a su hijo Roberto y en ese tiempo se fueron sumando más mujeres que han permanecido unidas en las buenas y en las malas, lo que las ha convertido en una familia.
Cabe mencionar que las “Rastreadoras de El Fuerte” son ya unas profesionales, pues tanto usan las palas para excavar y las brochas para desempolvar los restos.
“A lo largo de todos estos años que Mirna ha realizado todo este trabajo de búsqueda, cada vez se ha vuelto una chingona en buscar, en una verdadera sabueso, en donde primero yo creo que con técnicas que ella misma ha ido aprendiendo, como en dónde está la fosa, el cómo está el terreno y cómo utilizar una varilla que ellas mismas crearon, que es una herramienta para encontrar los cuerpos.
“Y cuando se profesionalizó un poco más el grupo fue a través de apoyo con gente que tiene más experiencia y ellas aprendían cómo buscar, cómo rastrear, pero ahorita son unas profesionales consumadas”, destacó.
LECCIÓN DE VIDA
El haber hecho este largometraje documental, le ha dejado a José María una lección de vida, ya que, a través de las Rastreadoras, sintió lo que era aprender a vivir con el dolor, con la incertidumbre, sin perder la esperanza, ni la fuerza para seguir adelante.
Recordó un día especialmente difícil para todos, porque un año después de que encontraron parte del cuerpo de Roberto, regresaron y encontraron más restos.
“Un día en el aniversario de Roberto, fuimos al lugar donde se encontró la parte de su cuerpo, y buscamos otra vez, y Mirna encontró dos de los dedos de su hijo, y entonces fue un día desgarrador en el que tanto yo como mi equipo, realmente conocimos la realidad de las cosas, así como la tragedia y la brutalidad de lo que está pasando.
“Pero también fue un día que se convirtió en algo extraordinario en el sentido de que después fuimos al panteón a visitar la tumba de Roberto, a rezarle, a cantarle. Más tarde, trajeron cerveza y entonces ese momento se convirtió en una fiesta, y ese día nunca se me va a olvidar en la vida”.
“Te nombré en el silencio” presenta una realidad que muchas familias sufren en primera persona, y que el resto vemos a distancia, pero lo cual no significa que podamos estar exentos, dadas las cifras que probablemente ya alcancen las 100 mil personas desaparecidas, ya que, en noviembre del 2021, la cifra llegaba a más de 95 mil.
“Yo lo que quiero con este documental es de alguna manera exponer este argumento: no necesitas que te pase a ti para que te puedas involucrar en este tipo de problemáticas que nos aqueja en todos lados en México. Entonces, utilizar este vehículo de la empatía y ver cómo le pasó a Mirna y las Rastreadoras, aprender de eso y saber que es un problema de todos, no solamente del estado, ni de los grupos, sino de toda la sociedad.
“Yo antes de este documental era una persona, y después de hacerlo soy otra, en el sentido de las lecciones que me dio Mirna y me dio todo el grupo, de aprender de alguna manera a vivir mi vida, porque ellas, con todo el peso que tienen, aun así, forman una familia ; aun así, aman; aun así, tienen esperanza; son mujeres empoderadas, valientes y fuertes, quienes me han enseñado a cómo enfrentar las tragedias que eventualmente van a venir y cómo tener esta entereza frente a la vida”, puntualizó el cineasta sinaloense.