
MCALLEN, TEXAS.- Una vida sin límites es la que promueve quien es quizás una de las personas con más dificultad física para moverse.
Nick Vujicic, a quien le faltan sus extremidades por una malformación congénita –y sólo tiene un pequeño pie con dos dedos–, ha sido inspiración para millones de personas alrededor del mundo y estuvo de visita en el McAllen Convention Center.
En un evento organizado por la fundación Hermes Music, la banda latina de rock Del Castillo, fue la encargada de abrir la noche con el tema Sueños Madrigales.
Alberto Kreimerman, director de la fundación, señaló que por la mañana cinco mil niños tuvieron la oportunidad de escuchar a Nick y, en una segunda presentación, otras cinco mil personas llegaron para escuchar su discurso.
“Lo más importante de este evento es repartir consciencia y repartir amor. El amor es la energía que mueve el universo y por eso traemos aquí a Nick, para compartir ese ejemplo de vida.
“El es una persona muy especial en todos los sentidos de la palabra, su mensaje es muy profundo y nos lleva a la seguridad de que las limitaciones nos las ponemos nosotros mismos”, considera.
Este australiano de origen serbio nació el 4 de diciembre de 1982 en una ciudad llamada Brisbane (la tercera en importancia del país oceánico). Describe su biografía que en un inicio sus padres se sintieron desolados, ya que técnicamente el cuerpo de Nick se formó con una “agenesia en una triamelia”, que se caracteriza por la carencia de tres extremidades.
Pese al duro golpe que esto representó para su familia, al ver a su hijo primogénito incompleto y pensar el sufrimiento que venía por delante, el bebé había venido al mundo con todos sus órganos sanos.
HISTORIA EXCEPCIONAL
Desde siempre Nick llamó la atención de la demás gente y su caso se volvió un suceso para la medicina moderna. De chico sus fotografías dieron la vuelta al mundo, pero por la mente del entonces niño pasaron muchos pensamientos del por qué no era como las demás personas.
Las leyes de su país le prohibieron al principio asistir a la escuela pública, pero como su estado mental es normal, poco después se convirtió en uno de los estudiantes discapacitados pioneros en ir a clases ordinarias en Australia.
En medio de los señalamientos de sus compañeros de grupo pasó momentos muy difíciles durante la infancia, pero una vez que su madre le mostró un artículo periodístico con la historia de un hombre que salía adelante en condiciones similares a las suyas, Nick cambió su forma de pensar y poco a poco logró dominar las tareas cotidianas de la vida.
Aprendió a escribir empleando sus dos dedos del pie izquierdo, con un instrumento especial que se desliza en su dedo gordo. Se inició en el uso de las computadoras, así como en tirar pelotas de tenis, tomar agua, peinarse, cepillarse los dientes, afeitarse y contestar el teléfono.
A los 17 años comenzó a dar charlas sin ánimo de lucro, a los 21 se graduó en contabilidad en la Universidad de Griffith y recientemente contrajo nupcias con Kanae Miyahara, quien –a decir de él mismo en español– tiene ascendencia mexicana.
Ha escrito el libro “Sin brazos ni piernas ni preocupaciones”, protagonizó el documental “Actitud es altitud” y participó en el multipremiado cortometraje “El circo de las mariposas”, donde sale nadando.
NOCHE CON CAUSA
En el evento también se subastaron guitarras de músicos e intérpretes famosos, como Maná, Enrique Iglesias, Santana, Air Supply, Juanes, Café Tacuba, entre otros; obras de arte y otros objetos de valor, con la idea de recaudar fondos para apadrinar a niños pobres, estudiantes y personas con capacidades diferentes en Estados Unidos y México.
“Nick es alguien que amo y que quiero con mucho respeto. Ya estuvimos con él hace
año y medio y dejó huellas increíbles. Por eso quisimos tener este evento y compartir con toda la comunidad del Valle de Texas eso de que sí se pueden lograr muchas cosas.
“La vida es maravillosa si sembramos amor, entonces Hermes Music es lo que está haciendo, sembrando amor en el corazón de mucha gente y también en el nuestro”, comenta Alberto Kreimerman.
Escritor, actor de cine, orador, predicador y fundador de la organización “Una vida sin extremidades (Life Without Limbs)”, Nick Vujicic atrapó a todos los asistentes con su maravillosa historia de vida, a quienes les contó cómo de niño sufrió discriminación y llegó a pensar en el suicidio, pero comenzó a observar que sus logros eran la motivación de muchos y empezó a agradecer a Dios que estaba vivo.
Este personaje habló de temas como el miedo, el rechazo, la depresión y las oraciones sin respuesta e instó a la gente a ver sus limitaciones como una grandiosa oportunidad para salir adelante.
De una forma muy amena, Nick se dirigió al público y se movió por el escenario, mostrando siempre su gran sencillez a pesar de ser una celebridad.
Así como arrancó carcajadas, también hizo meditar al público con palabras directas al corazón. Menciona en una carta que a Dios le encanta cuando una persona no tiene un plan B, porque es ahí cuando hace su mejor trabajo y ésta es completamente dependiente de él.
“El viene a nuestro rescate cuando estamos caminando en la cuerda floja, al borde del desastre, sin una red de seguridad. Y cuando confiamos en él para hacer algo audaz, totalmente ridículo y más allá de nuestra capacidad, sólo Dios puede obtener el crédito”, afirma el autor, cuya organización está representada en 27 países de los cinco continentes.
La gran experiencia para todos los que se reunieron en el McAllen Convention Center: jóvenes, niños, personas adultas, de la tercera edad; músicos, políticos del Valle del río Grande y empresarios, hicieron que fuera muy fácil hacer a un lado los títulos y prejuicios. Frente a ellos tuvieron el mejor ejemplo de lo que debe darle sentido a la vida y no prestarle importancia a las cosas que no la tienen.
Al final, este personaje se dio el tiempo para participar en una firma de autógrafos (tomando el bolígrafo con su pecho y barbilla) y posar para las fotografías.
Por todo esto y mucho más Nick Vujicic es sin duda una persona sin límites.