
Lo que para algunos puede ser una importante obra que reduzca el tiempo de traslado hasta en 20 minutos, para otros será una vía de problemas que acabará con la flora y la fauna, además de ser un factor determinante en la emisión de gases contaminantes.
Se trata de el viaducto elevado de Morones Prieto que se construirá a lo largo de 17 kilómetros a un costado del río Santa Catarina.
Fue el pasado 8 de agosto de 2024 cuando Samuel Alejandro García Sepúlveda, gobernador de Nuevo León, dio a conocer sobre la construcción de dicho viaducto que formará parte del denominado Corredor FIFA, junto a las Líneas 4 y 6 del Metro.
Y desde entonces también se ha divido la opinión en la población, pues mientras que algunos ven con buenos ojos el proyecto, otros aseguran que sólo traerá caos y más contaminación a la ciudad.
Lo único cierto es que ambas partes aseguran tener la razón, por un lado el Gobierno señala que será una obra que abonará para mejorar la movilidad y reducir la contaminación en la mancha urbana.
Y por el otro los activistas que están en contra al asegurar que sólo traerá más caos al privilegiar la movilidad de los automóviles, además de que la contaminación se incrementará.
LA OBRA
El viaducto elevado Morones Prieto será una obra de casi 17 kilómetros a lo largo del río Santa Catarina, que contará con seis carriles de circulación, tres en cada sentido, para vehículos y transporte como autobuses.
A decir de las autoridades estatales, contará con 29.4 hectáreas de parques y áreas verdes, además de 28.4 kilómetros de ciclovía; andadores, senderos y puentes peatonales.
También contará con un sistema de captación de agua pluvial y tendrá instalaciones de mobiliario urbano y ciclopuertos.
Se realizarías con una inversión privada de 24 mil millones de pesos y, dado que sería una vía de cuota, se concesionaría durante los 40 años a una empresa para que lo administre. otorgando un porcentaje de las ganancias al Estado.
Según el documento que que se expuso en la consulta ciudadana efectuada por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, el viaducto contará con seis enlaces para su incorporación a vialidades existentes.
Cuatro carriles destinados para los autos particulares será de tres metros de ancho y para camiones de 3.50 metros.
El primer ingreso será en la llegada del viaducto Saltillo-Monterrey y tendrá otro acceso desde el puente atirantado para que conductores que circulan por Humberto Lobo o Antonio L. Rodríguez puedan acceder.
La primera salida será hacia el puente Miravalle o Calzada San Pedro, en ambos sentidos.
La segunda incorporación será del puente Gonzalitos con sentido al oriente; mientras que la segunda salida será hacia la avenida Venustiano Carranza.
La tercer salida se contempla a la altura de la avenida Pio X para quienes se dirigen hacia Cuauhtémoc, la zona de la Macroplaza o Garza Sada.
Así mismo desde la avenida Pino Suárez, los conductores se podrán incorporar al viaducto a ambos sentidos, oriente y poniente.
Más adelante, al oriente de la avenida Garza Sada, se propuso otra salida para que los automovilistas puedan continuar por Morones hacia Revolución
Finalmente, a la altura de la avenida Azteca y Bonifacio Salinas, concluiría la vialidad de cuota conectando con Morones Prieto y la autopista Monterrey-Reynosa.
SERÁ DE GRAN BENEFICIO
Al contar con andadores, ciclovías y accesos peatonales, la obra será de gran beneficio para la ciudadanía, además de que al reducir los tiempos de traslado también se disminuirían las emociones de gases, según expuso el Gobierno del Estado.
A decir de García Sepúlveda, el viaducto elevado Morones Prieto no afectaría ni a la vialidad en la mencionada avenida ni la flora y la fauna del río Santa Catarina, pues se construiría en un espacio muerto que quedó de asfaltó luego de que se adecuara el Par Víal tras el paso del huracán Alex.
“Toda esa zona la queremos hacer peatonal y justo ahí construir el viaducto sin quitar carriles a Morones.
“De tal manera que si tu estás en el río vas a tener en Constitución las líneas 4 y 6, y en Morones el viaducto.
“Habrá conectores para que puedan caminar, un sueño que yo creo que tenemos muchos regios, que es el río que tiene una vista preciosa. Se va a poder disfrutar el río, ciclovías, claro porque hay sombra”, describió el gobernador el pasado mes de agosto de 2024.
En ese tiempo García Sepúlveda aseguró que ya contaban con los permisos, factibilidades e ingeniería para arrancar la obra de cara al Mundial de la FIFA 2026, pues Monterrey será una de las sedes en México.
Semanas después del anuncio inició el arranque de obras en el mes de septiembre de 2024, haciendo un recorrido por donde habrían de instalarse los pilares, ciclovía y andadores.
“Miren aquí está por ejemplo, todos esos espacios que les digo (el ligar en desuso sobre los carriles exprés de Morones Prieto). Miren, todo este espacio es lo que les digo del carril y medio que está aquí desperdiciado, que antes eran banquetas cuando había acceso al río.
“Todo esto tenemos 10 años desperdiciando, estas eran antiguas entradas y salidas. Pero imagínense aquí vamos a tener para caminar, ciclovía, scooter, carreolas y justo por aquí irá el viaducto, tenemos mucho espacio”, explicó.
NO TODO LO QUE BRILLA ES ORO
Sin embargo, después de que se diera a conocer el proyecto, diversas asociaciones y activistas, así como ciudadanos en general, se han pronunciado en contra por el ecocidio que se realizaría en el río Santa Catarina.
Y es que activistas y ecologistas aseguran que con dichas obras se afectaría de manera severa a la flora y fauna del río, ocasionado la muerte de algunas especies al derribar su hábitat natural.
Lo anterior sin contar con la catástrofe que derivaría tras la llegada de algún fenómeno como huracanes, ciclones, tormentas o algo parecido a la región.
Son decenas de acciones que los inconformes han llevado a cabo para tratar de evitar que el Gobierno construya dicho viaducto.
Desde manifestaciones, concientización a la población en general y diversas entrevistas o ruedas de prensa para dar a conocer su postura y motivos.
Grupos o asociaciones como CAMINA, Comité Ecológico Integral, consejo Cívico, Georregias, MAS Ciudad, Un Río en el Río, Pueblo Bicicletero, Calles de Primer Nivel, entre otros, son quienes se han manifestado en contra.
Sus razones son diversas como la opacidad de la obra con las graves omisiones legales para llevarse a cabo, y las cuestiones negativas como el tráfico, contaminación e impacto social y ambiental.
La falta de respuesta a las solicitudes de información, ausencia de estudios ambientales, así como el incremento de accidentes viales, mala calidad de aire y mala movilidad, también son factores que los colectivos ven en contra con la construcción del viaducto elevado.
PRIVILEGIA EL USO DEL AUTOMÓVIL
Leticia Esquer, de Calles de Primer Nivel ha declarado en reiteradas ocasiones que la gran problemática del proyecto es que se construirá a lo largo del río Santa Catarina, una de las pocas áreas naturales que sirven como un pulmón en la ciudad.
Aunado a esa situación, la apatía de los Gobiernos por construir espacios que beneficien la movilidad sostenible, también es una problemática demasiado grave.
“Se considera que una de las principales problemáticas que tenemos en Nuevo León es el tráfico vehicular, sin embargo el Gobierno de Nuevo León, al parecer no ha terminado de entender que la problemática es más bien el desplazamiento de las personas y la falta de alternativas de movilidad sostenible.
“La gran problemática de este proyecto es que se va a construir a lo largo del río Santa Catarina que es una de las pocas áreas naturales que tenemos que todavía no es protegida, pero la idea es que sea un espacio de cuota que privilegie el uso del vehículo motorizado”, declaró Esquel.
Lo anterior, por encima de el derecho a la movilidad de otros modos de transporte masivos o no motorizados más sostenibles como es el caminar de manera segura o el desplazamiento en bicicleta por toda la ciudad.
“Justo estos últimos meses ha habido un conflicto social entre la población usuaria del transporte público y el gobierno del Estado ya que nos hemos enfrentado a aumentos excesivos en las tarifas del transporte público cuando en realidad pues el salario mínimo de la población no se ha visto beneficiado de la misma manera.
“Y evidentemente la calidad del transporte masivo no es buena, sigue siendo un espacio inaccesible, poco seguro, sobre todo para las personas más vulnerables como mujeres, infancias o personas con discapacidad”, comentó la activista.
Dijo que mientras no se cuente con el transporte conectado de manera integral y no se solucione el problema de la contaminación, los Gobiernos no pueden realizar obras que en lugar de ayudar a mejorar la movilidad, se afecte.
UN VIADUCTO CONTAMINA MÁS
Mientras que Andrea Villarreal de Un Río en el Río, manifestó que lejos de que un viaducto ayude a minimizar la contaminación en la ciudad, tiene consecuencias adversas.
“Estamos aquí en Monterrey en contra de este viaducto elevado que amenaza no solamente la integridad del río Santa Catarina, sino que pone en riesgo a la población al empeorar nuestra calidad del aire.
“Justo lo que estamos buscando son alternativas viales reales que prioricen la movilidad de las personas y no de los automóviles. El viaducto tendría efectos irreversibles tanto en el cauce como en la atmósfera”, indicó.
Argumentó que ellos como asociación, cuentan con estudios derivados de datos satelitales, en donde se muestra como el viaducto que se construyó desde la Huasteca hasta Monterrey, lejos de ayudar en la disminución de contaminantes, los incrementaron.
“El discurso oficial dice que van a reducir las emisiones contaminantes, si embargo nosotros tenemos un estudio que se hizo con datos satelitales que comprueban que la primera etapa del viaducto que es el que ya se hizo en Santa Catarina, empeoró la concentración de monóxido de carbono.
“Nosotros sabemos que este viaducto no solamente no es una buena solución en movilidad sino que va a afectar aún más la calidad del aire en Monterrey”, comentó.
Dijo que con la construcción del viaducto elevado Morones Prieto, además se afectaría a la vida silvestre que habita en el río Santa Catarina.
“La vida silvestre se verá afectada a pesar de que ahí aun existen especies protegidas por la norma 059 de la Semarnat. Nosotros creemos que esto sin duda afectará la capacidad del cauce para infiltrar el agua que pasa por encima al subsuelo para el uso del área metropolitana.
“Pues poner más pilares de concreto, infraestructura gris, en el cauce de un río, aunque sea intermitente, representa un riesgo durante las tormentas.
“Hay muchísimas colonias aledañas tanto al viaducto como al río, entonces va a poner directo en riesgo a las personas que viven cerca”, precisó.
Mientras tanto la polémica continúa y los argumentos de cada lado se exponen asegurando tener la razón, sin embargo será el mismo tiempo el que determine quien tiene la información más veraz y oportuna.