Convertir óxido en oro se ha convertido en un hobby apasionante para adolescentes y adultos, quienes en su afán de conservar un auto antiguo o clásico, los rescatan de los yonkes.
Aquel Chevrolet 55 que se quedó en el abandono y luce enmohecido, ya no pasará más tiempo tirado. No faltará quien lo compre para renovarlo y quede como nuevo.
Juan Manuel Escareño, aficionado- director del Museo de Autos y del Transporte de Monterrey A.C., es uno de los cientos o miles de hombres que pasan parte de su tiempo en la búsqueda de autos y refacciones para arreglarlos. “Es una ardua pero fascinante tarea”, expresó.
Señaló que hace mucho tiempo ha existido la empatía de muchas personas por este hobby, aunque reconoció que desde hace 10 años tomó un boom, debido a los programas de televisión, las redes sociales y el continuo fomento a esta tendencia.
El detalle principal de esta actividad, mencionó, consistirá en que la restauración del vehículo tendrá mayor valor, siempre y cuando las piezas sean originales.
“Entre más original sea, mejor… estás conservando un pedazo de historia y aunque antes batallabas para conseguir las refacciones en Monterrey y había que pedirlas a Estados Unidos, ahora es fácil tener todo en la ciudad”, manifestó.
Lo anterior lo ha percibido desde hace 24 años que se adentró a ese mundo automotriz entre lo clásico y antiguo, en el que no ha sido autor o testigo de la restauración de un coche, sino de varios.
Desde su afición personal empezó con un automóvil, luego orientó a amigos y conocidos para que renovaran los suyos y desde entonces es un punto de referencia para saber dónde encontrar las refacciones originales, talleres de enderezado y pintura, entre otros sitios.
En el porche de su casa guarda como un tesoro un auto clásico y en su segundo hogar, el Museo de Autos y del Transporte de Monterrey A.C., conserva y exhibe unos cuantos más.
El interés por tener consigo el vehículo en que su padre lo paseaba cuando era un niño, lo llevó a ser un conocedor de la materia, y especializarse en ella, tanto que actualmente es delegado de la Federación Mexicana de Autos Clásicos.
Crece afición por autos antiguos o clásicos
La afición por renovar automóviles se ha ido extendiendo por la localidad, el Estado y el país, situación que aunque no puede ser medida con precisión, ofrece un panorama.
“El año pasado había 150 clubes de 20 personas cada uno y hemos visto cómo se ha vuelto un pasatiempo en el que más personas se interesan sin importar edad”, dijo Escareño.
Aunado a esa estadística, datos que obtiene por ser delegado de la Federación Mexicana de Autos, agregó que existen más personas que seguramente, sin pertenecer a ningún grupo, tienen un coche en el garaje de su casa que atesoran por ser un modelo antiguo o clásico.
Lo anterior ha despertado en especialistas en mecánica o comerciantes de la industria automotriz, en abrir mercado en la ciudad con la finalidad de ofertar piezas originales, sin necesidad de que las soliciten al extranjero.
“No hay más de 50 talleres mecánicos que se dediquen específicamente a restaurar modelos antiguos, pero sí hay 10 o 15 sitios que tienen este servicio y garantizan calidad porque son conocedores del tema”, explicó.
Y vaya que este hobby requiere de recursos económicos para lograr el cometido. La inversión en pintura, tapicería, refacciones y accesorios, por mencionar algunos aspectos a renovar, dependerá del presupuesto y gusto del aficionado.
Aunado al presupuesto económico, la pasión juega un papel fundamental, agregó Escareño. “Hay quienes tenemos el mal del fierro, estamos en constante búsqueda de autos olvidados y cuando lo tenemos para transformar, dedicamos tiempo e ideamos qué y cómo hacerle para que quede como nuevo”.
El rostro se le iluminó en cuando reconoció esa aptitud que se requiere para adentrarse a un mundo lleno de historia sobre los inicios y la evolución del automóvil.
“Podrán llegar diseños modernos de carros, pero los antiguos y clásicos permanecerán”, afirmó.
Un hobby caro
La transformación de un cascarón que quizás fue encontrado en un yonke a un auto de agencia tendrá un costo elevado y variará de acuerdo a las preferencias que tenga el propietario.
“Depende del tipo de vehículo, marca, de las condicione en las que se compró y sobre todo del resultado final que quieras”, enfatizó Escareño, en primera instancia.
El experto señaló que el cascarón del auto puede tener un precio económico, pero lo costoso será la restauración. Sin embargo, dijo que hay talleres, piezas y proyectos para todos los bolsillos.
“Si sólo hay que poner pintura y tapicería se pude invertir entre 30 o 50 mil pesos; puede dispararse hasta 50 mil pesos de acuerdo al acabado que desees”, manifestó.
Y así, añadió, en base a las necesidades que tenga el automóvil para su buen funcionamiento y apariencia.
Tener un carro antiguo como si fuera de agencia o completamente renovado requiere de tiempo. “Teniendo el dinero, la restauración total del mueble abarca hasta seis meses”, dijo.
“Si son personas apasionadas y entregadas pero que tienen el mal del fierro como uno, podemos pasar un año o más en arreglar el coche; es una satisfacción ver cómo queda”, declaró.
Para todos los gustos
Una vez restaurado el auto, los seguidores de este rubro han disfrutado de ver cómo queda recién salido de agencia su Chevrolet 55 o variedad de marcas y modelos que van desde Mustang, Volkswagen, entre otros.
“Hay de todos y como se dice, en gustos se rompen géneros. En las diversas exhibiciones que hemos realizado nos hemos percatado de la afición por distintas marcas y modelos”, dijo.
Ha visto desfilar desde el más antiguo que data de 1902, y que tienen en muestra en el Museo del Auto, como otros más que dejan en claro una vasta evolución del automóvil en toda la extensión de la palabra.
Incluso hay personas que eligen los autos clásicos para el día de su boda y hacer una sesión fotográfica. Hay quienes los atesoran y son parte de su colección.
“Esa tendencia es más que una moda”, aseveró Escareño. “¿A poco no te gustaría tener aquel auto en que tu abuelo o padre te paseaban? No es una moda, es un sentimiento”.
Claro, agregó, “habrá quien tenga el hobby por simple gusto, pero cuando es por amor y pasión, qué mejor que conservar el carro que la familia utilizó décadas atrás”.
Y él se refiere a una cosa de “sentimientos”, porque tanto en lo particular como en lo general ha sido testigo de infinidad de historias.
“Aquí tenemos autos que los arreglaron los hijos de los hijos. Traen los carros de sus padres para exhibir en el museo y se esmeran en darles un mantenimiento en familia; los cuidan mucho”, expresó. Por otro lado, ha visto llorar a personas de la tercera edad mientras hacen el recorrido. “Hubo una pareja de ancianos como de 85 años que me impactó porque el señor no paraba de llorar; dijo que en ese Volkswagen de los años 20 vivió su infancia”, recordó.
Como esas anécdotas habrá muchas más. De ahí que Escareño considere esta actividad como un hobby bonito, de pasión y sentimientos que deja además una gran herencia a las nuevas generaciones.
“Podrán llegar nuevos modelos”, insistió, pero un auto clásico o antiguo desaparecerá de la industria automotriz. “Perdurarán y prueba de ello es que tenemos muchos restaurados”, apuntó.
La tendencia va en aumento. “Es muy común que en yonkes o ranchos y pueblos haya aficionados en busca de vehículos abandonados para renovarlos”, finalizó.