
En ambas entidades, apenas separadas por unos cientos de kilómetros, la pandemia del Covid-19 ha causado estragos, con un alarmante incremento en el número de contagios y decesos provocados por la enfermedad.
Sin embargo, Texas y Nuevo León han asumido de muy distintas maneras la forma en la que están enfrentando la enfermedad, especialmente en lo que se refiere a la reapertura económica que, aceptan los expertos en salud, ha influido directamente en el aumento de las personas positivas.
Mientras algunos condados fronterizos de Texas han determinado reactivar los toques de queda e, incluso, multar con hasta mil dólares a los negocios que no se aseguren del cumplimiento de las medidas sanitarias como el uso obligatorio del cubrebocas, en Nuevo León se ha comenzado a abrir la actividad económica y social.
De acuerdo a las cifras más recientes proporcionadas por la Secretaría de Salud, hasta el cierre de esta edición se tienen registrados a 7,396 mil personas infectadas de Coronavirus de las cuales 278 han perdido la vida.
Pero lo realmente preocupante es que entre la semana del 14 al 21 de junio Nuevo León registró más de 200 casos diarios, con la expectativa de que en los próximos días se supere la marca de los 300.
En sus conferencias de prensa, Manuel de la O Cavazos, secretario de Salud en la entidad, reconoció que las cifras indican que no se ha domado a la pandemia ni se aplanado la curva de contagios, por lo que exhortó a la población a mantenerse en casa cuando le sea posible.
En repetidas ocasiones el funcionario ha reconocido que la reapertura económica, iniciada el pasado primero de junio con la reactivación de algunos sectores productivos, ha generado un incremento en la presencia de personas en la calle, lo que se ha traducido con la explosión de los casos en Nuevo León.
El gobierno del Estado anunció que la entidad contará con su propio semáforo Covid-19 para determinar el nivel en que se pueda dar la reapertura económica, con indicadores como la ocupación hospitalaria, tendencia de hospitalización, porcentaje de positividad del virus, camas por paciente, capacidad instalada para pruebas diarias y número de casos por día.
Según este sistema, para que se pueda cancelar la reactivación económica que ya está en marcha es necesario que al menos tres de estos indicadores se encuentran en rojo. En la actualidad solo uno se encuentra en este color.
De hecho, aunque Nuevo León está rayando en los 300 casos por días, cifras récord desde que inició la pandemia, sectores como los servicios religiosos reinician sus actividades a partir del pasado 20 de junio.
Al arranque de las actividades religiosas, la Iglesia Católica reanudó las tradicionales misas sabatinas, aunque con poco aforo.
En la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario, en la colonia Roma de Monterrey, apenas siete personas ingresaron al primer servicio religioso luego de tres meses de suspensión presencial por la contingencia sanitaria.
Portando cubrebocas -que es obligatorio- y algunos incluso con caretas, los feligreses se distribuyeron a lo largo del templo, a los que sólo pueden ingresar el 10 por ciento de su capacidad.
“La pandemia nos ha desafiado: ha sacado lo mejor de nosotros mismos aunque también lo peor de nosotros”, dijo al inicio de la homilía el párroco, Pedro Jasso.
En su sermón, el religioso ahondó sobre los estragos de la crisis sanitaria del Covid-19 y exhortó a la ciudadanía a “vivir lo nuevo: con esperanza, paciencia y entusiasmo”.
Añadió qué hay que enfrentar el miedo de la mano de Dios, pero que no significa dejar de ser precavidos, por lo que recomendaron el uso de cubrebocas, el lavado constante de manos y la sana distancia.
“Vivir sin miedo no es vivir sin prevención, por eso hemos tomado todas las precauciones en la parroquia”, expresó el párroco.
Y en efecto, las entradas a la parroquia fueron reducidas a una. Antes de ingresar se toma la temperatura y se coloca gel a los feligreses.
El número de bancas se redujo y se colocaron leyendas de cómo sentarse si se va en familia o solo.
El tradicional coro de iglesia se suprimió para evitar la concentración de personas y, en su lugar, se colocan cintas con los cánticos católicos.
A la par, se colocó gel antiséptico por todo el inmueble, que utiliza señalética para el mejor desarrollo de la misa.
El saludo de “la paz de Cristo” se modificó en una seña a distancia y la entrega de la hostia ya no es en la boca sino en la mano.
El ritual de la limosna también se cambió: ahora en lugar de pasar a recogerlo se deposita al final en unas alcancías colocadas en las salidas laterales.
Al terminar cada celebración, un equipo sanitizante ingresa a la parroquia para limpiar el inmueble antes de la próxima misa.
Durante la homilía, el religioso elevó una oración para las personas que se durmieron en el descanso eterno, especialmente para aquellos fallecido por el Coronavirus, que en México ya son más de 20 mil.
La misa finalizó al igual que el arranque: con aplausos por la reanudación de los servicios religiosos.
“Con la confianza puesta en Dios y sin miedo, podemos ir en paz”, fue la frase con la que el párroco clausuró la primera misa de la parroquia, tras la devastación de la pandemia.
No sólo el espíritu se benefició con esta reapertura, también el cuerpo. La mañana del 21 de junio y con una afluencia de más de 450 deportistas entre ciclistas, corredores y patinadores, se reanudaron actividades de la Vía Deportiva de Monterrey instalada en los carriles exprés del Par Vial.
Desde las 6:00 horas comenzaron a llegar las personas, quienes ingresaron al circuito que por el momento abarca nueve kilómetros, debido a la reparación de los puentes de Cuauhtémoc y Pino Suárez.
Personal de la Dirección de Deportes de la Secretaría de Desarrollo Social del municipio permaneció en cada uno de los accesos a la vía supervisando los protocolos de seguridad sanitaria, como el uso de gel antibacterial y de cubrebocas.
A la vez, los elementos de la Secretaría de Vialidad y Tránsito implementaron el operativo para garantizar la seguridad de los deportistas en el trayecto que abarca desde la avenida Revolución hasta Cuauhtémoc.
La Vía Deportiva de Monterrey dejó de instalarse durante la contingencia por la pandemia del Covid-19 y reinició actividades una vez que el semáforo estatal, para tal fin, lo permitió.
Incluso, autoridades del municipio de San Pedro Garza García anunciaron que se permitirá la reapertura de más negocios.
Dinorah Cantú, secretaria de Innovación y Participación Ciudadana, confirmó que existe un protocolo para el reinicio de actividades de estos giros.
“Tanto guarderías y estancias ya van a empezar su reapertura, y las estéticas y salones de belleza también y generamos todo un protocolo para que lo puedan descargar”, dijo.
EN TEXAS LA TENDENCIA ES CERRAR
A 200 kilómetros de distancia, en el Condado de Hidalgo, Texas, que aglutina las ciudades fronterizas de Hidalgo, Pharr, McAllen y Mission, entre otras, el más reciente reporte oficial es que existen mil 556 casos positivos de Coronavirus y 21 defunciones, una cifra muy inferior a la de Nuevo León.
Esto ha generado que las autoridades del Condado determinaran que la zona se encuentra en el nivel 1 de alerta, con vigilancia epidemiológica al máximo y la reducción de las actividades gubernamentales.
Y aunque el gobernador de Texas, Greg Abbott, había ordenado la reactivación parcial de actividades, respetando algunos protocolos de seguridad, ante el incremento de los casos las autoridades del Condado determinaron reforzar las medidas.
Entre las principales acciones es ordenar el uso obligatorio de cubrebocas entre todas las personas que se encuentren en la calle. La medida es tan estricta, que el negocio que sea sorprendido con alguien sin mascarilla dentro de sus instalaciones pude ser multado hasta con mil dólares.
El juez del Condado de Hidalgo, Richard Cortez, señaló que es necesario reforzar estas medidas ante los fallecimientos que se han reportado en la región.
“Ya son muchas las personas que han estado vulnerables y llegaron a enfermarse. Necesitamos usar mascarillas, evitar las multitudes, lavar nuestras manos y continuar con la práctica del distanciamiento social. Estos pasos están probados para evitar la propagación del Covid-19”, indicó.
Sin embargo, no solo las autoridades regionales han decidido reforzar las medidas, también las locales.
Sergio Coronado, mayor de Hidalgo, frontera con Reynosa, Tamaulipas, anunció que el incremento de contagios de Covid-19 ha orillado a reactivar un toque de queda efectivo del 9 de junio al 6 de julio.
“Empezando hoy tendremos un toque de queda, que empezará a las 11:59; tendremos a la Policía activamente en las calles, y pues tendremos este toque de queda empezando hoy hasta el 6 de julio”, expresó.
Además, se prohibieron las reuniones de más de 10 personas, y la apertura de parques, bibliotecas y eventos masivos se han cancelado.
Otra ciudad que anunció una medida similar es Mission, donde el toque de queda estará vigente durante 14 días a partir del 14 de junio.
La decisión se tomó en el marco de una reunión de emergencia convocada por el Mayor Armando O’Caña, quien explicó que la medida responde a la alza drástica en los casos confirmados de Coronavirus debido a la reapertura gradual del Estado y a la relajación de las medidas de prevención.
Las horas en la que se prohíbe la circulación de personas son de la medianoche a las 5:00 a.m. y aplica para trabajadores no esenciales.
Y aunque las autoridades locales no pueden reforzar el cumplimiento del toque de queda con arrestos o multas, sí pueden entregar citatorios a quienes violen la disposición.
Además, se demandará el uso de cubrebocas a toda persona que ingrese a las instalaciones del gobierno de la ciudad y se le tomará la temperatura en la entrada.