
Llegó el invierno y con él, el descenso de temperaturas. La temporada invernal puede ocasionar daños en algunos componentes de los automóviles, es por ello que durante esta época, los conductores deben extremar cuidados para que su coche esté siempre en óptimas condiciones.
Sin importar si se trata de un modelo reciente o no, cualquier auto puede sufrir los estragos del invierno en diversas piezas, desde los neumáticos, hasta la textura de los componentes líquidos.
De acuerdo con Kavak.com, la plataforma de compra-venta de autos seminuevos. Estas son tres recomendaciones para que el invierno no dañe tu auto:
Cuida los parabrisas y los espejos
La visibilidad de un conductor es uno de los aspectos más importantes ya sea a la hora de manejar en carretera, ciudad o en cualquier zona. Con el frío, el parabrisas, medallón, ventanas y espejos laterales se empañan, representando un gran riesgo.
Para evitar el empañamiento o incluso ligeras capas de brisa, hielo o escarcha, es recomendable revisar el estado de las gomas del limpiaparabrisas, ya que con el frío pueden endurecerse o agrietarse. Es importante cambiarlas si presentan desgaste y mantener el parabrisas y las plumas libres de polvo.
A toda la cristalería e incluso a los protectores de luces (calaveras y faros) se les puede agregar una capa protectora de cera polimérica para crear una barrera contra estos fenómenos climáticos de bajas temperaturas.
No olvides los neumáticos
Los neumáticos son clave para una conducción ideal y para la estabilidad del vehículo; no obstante, estas piezas están expuestas a los cambios de temperatura y demás irregularidades del terreno.
Debido a sus materiales, las llantas pueden endurecerse o en casos extremos agrietarse ante las bajas temperaturas. Además, el frío afecta la presión de las llantas. Al conducir así puedes ocasionar un desgaste irregular en los neumáticos y reducir la eficiencia de gasolina.
Por ello, es importante realizar inspecciones periódicas tanto del aspecto físico como de la presión de las llantas, para que desde el inicio del invierno tengas la seguridad de que están en condiciones óptimas.
Evita componentes congelados
Las bajas temperaturas podrían detener el paso de corriente e impedir el arranque del coche. La solución recae en la revisión de la batería a los tres años de uso, así como su limpieza cotidiana.
También es necesario verificar el líquido refrigerante y los aceites, que podrían cambiar su viscosidad debido a variaciones bruscas del clima. Revisa periódicamente tu auto y acude con un profesional para hacer una evaluación integral.