La Real Academia Española (RAE) define al odio como: Antipatía y aversión hacia algo o hacia alguien cuyo mal se desea. La enciclopedia en línea Conceptos argumenta sobre el odio que es un sentimiento de intensa antipatía hacia algo o alguien, a quien se le desea el mal y se le profesa un desagrado sostenido en el tiempo. Se describe normalmente como lo opuesto al amor, y es un sentimiento que a menudo conduce a la rabia, la enemistad e incluso la violencia.
Añade la enciclopedia que la palabra odio proviene del latín odium, empleada por los antiguos romanos para todo aquello que resultara desagradable o reprobable en exceso, y comparte sus raíces con la palabra “enojar”, proveniente de inodiare (o sea, “provocar el odio”).
Se dice que existen distintas causas por las cuales el odio llega a producirse: la envidia, el resentimiento, la asociación con causas contrarias a la propia, o simplemente la necesidad de buscar un chivo expiatorio para los propios padecimientos. Del modo que sea, las personas que sienten odio a menudo incurren en conductas, pensamientos o sentimientos coléricos, de violento desagrado hacia aquello que odian.
Numerosas culturas ancestrales han alertado sobre el rol dañino del odio, la forma en la que atenta contra el diálogo y el entendimiento, empujando más bien a la gente hacia la destrucción del otro. Además, odiar requiere de la inversión de una importante cantidad de energía y atención en aquello que se odia, dado que se trata de un sentimiento obsesivo, que una vez surgido es difícil de combatir.
En los últimos años, México, como otras naciones y estados del orbe, han experimentado actitudes de odio en la comunicación, narrativa y en diversos actos de actores, grupos y hasta organismos de la sociedad, algo que desencadena incluso en acciones tipificadas como faltas graves e incluso delitos.
El fenómeno de la polarización de la sociedad es algo que se da en América Latina, en Norteamérica y en Europa, y esto se plasma tanto en las manifestaciones, actos, contenidos y, desde luego, en las redes sociales.
En México, de acuerdo con legisladores y activistas, las manifestaciones y actos de odio encienden las luces de alerta desde hace tiempo, por lo que es necesario legislar en la materia, para aumentar las sanciones por este tipo de conductas.
Iniciando el presente año, el pasado 4 de enero, la senadora –ministra de la SCJN en retiro- Olga Sánchez Cordero presentó una reforma al Código Penal Federal para incrementar las sanciones para los delitos de odio.
La presidenta de la Comisión de Justicia en la Cámara Alta refiere que los delitos de odio se dan en México sobre todo por preferencia sexual y género, motivos de edad, religión, raza y etnia.
La parlamentaria morenista, ex Secretaria de Gobernación, pone en la mesa de la discusión una obligación del Estado para erradicar todo tipo de violencia, para el respeto a la diversidad y rechazar todo tipo de discriminación.
La propuesta de Sánchez Cordero es que la pena por delitos de odio se incremente en un tercio más de la establecida para este tipo de agresiones tipificadas como delito. La pena aumentaría un 50 por ciento más en caso de que el agresor sea un servidor público en activo.
La iniciativa apunta que se considerará una violación de los deberes de humanidad cuando se cometa un delito con el propósito de destruir -total o parcialmente- a uno o más grupos por su carácter racial, religioso o de la diversidad sexual.
Sánchez Cordero alertó que a pesar de la visibilidad de la violencia y comportamientos antisociales hacia las distintas expresiones de la sexualidad humana, los conocidos como “crímenes de odio” aún se percibe una alta tolerancia que permite poner en riesgo la integridad o la vida de las personas con motivo de su orientación sexual, identidad y expresión de género.
De acuerdo con la Comisión Ciudadana contra Crímenes de Odio por Homofobia, en el año 2022 en México se registraron al menos 87 muertes violentas de personas de la comunidad LGBTTTIQ+, por motivos presuntamente relacionados con su orientación e identidad sexual.
El Observatorio Nacional de Crímenes de Odio contra Personas LGBTI+ en México documentó que entre 2019 y 2022 las minorías sexuales en México padecieron 305 hechos violentos motivados por el odio, incluyendo asesinatos, desapariciones, atentados a la vida y suicidios.
En el año 2022, el Observatorio registró 22 desapariciones y 62 casos de asesinatos, atentados, y suicidios, con la mayoría de las víctimas como personas de entre 25 y 29 años, mujeres trans y hombres homosexuales.
El Observatorio indica que desafortunadamente, México sigue estando en segundo lugar en número de crímenes de odio a nivel de América Latina, después de Brasil.
En este contexto, la senadora Olga Sánchez Cordero urgió a impulsar y trabajar fuerte en una legislación contra los homicidios de personas pertenecientes a esa comunidad, y precisó que el problema es grave en 24 estados de la República, principalmente en Oaxaca, Veracruz, Chihuahua y el Estado de México.
“Toda persona tiene derecho a una vida libre de violencia y sin discriminación, así como a entornos de protección institucional que inhiban comportamientos que atenten contra su integridad”, refirió.
La iniciativa fue enviada a las Comisiones Unidas de Justicia y Estudios Legislativos Segunda, y se espera que sea analizada y discutida en pleno en el periodo legislativo ordinario que inicia en febrero próximo.
EL DISCURSO DE ODIO DE LA DERECHA
Existe otro tipo en el que se manifiesta el odio, en el discurso. De acuerdo con Naciones Unidas, en el lenguaje común, la expresión “discurso de odio” hace referencia a un discurso ofensivo dirigido a un grupo o individuo y que se basa en características inherentes (como son la raza, la religión o el género) y que puede poner en peligro la paz social.
Para proporcionar un marco unificado en las Naciones Unidas que aborde este problema a nivel mundial, la Estrategia y Plan de Acción de la ONU para la lucha contra el discurso de odio define este discurso como “cualquier tipo de comunicación ya sea oral o escrita, —o también comportamiento— , que ataca o utiliza un lenguaje peyorativo o discriminatorio en referencia a una persona o grupo en función de lo que son, en otras palabras, basándose en su religión, etnia, nacionalidad, raza, color, ascendencia, género u otras formas de identidad”.
En diciembre pasado, la periodista y ex diputada priista Beatriz Pagés, levantó mayúscula controversia al divulgar vía redes sociales la edición de su revista “Siempre”, en la que despliega en una imagen la silueta de la precandidata presidencial de Morena-PT-PVEM Claudia Sheinbaum con un listón rojo de suásticas nazis.
La portada y el reportaje de la periodista ligada a la derecha, desató una oleada de críticas y condenas en diversos sectores de la sociedad, incluso periodistas, intelectuales y analistas tradicionalmente críticos con el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, con la aspirante presidencial Claudia Sheinbaum y la Cuarta Transformación.
Para analistas como Fabricio Mejía, la portada de Siempre representa el inicio de una clara intención de la derecha para generar miedo.
En el artículo alusivo a la portada Pagés señala: “Si permitimos que pase Morena, si dejamos que gane Sheimbaum, los exterminadores de México no sólo serán las SS de la 4T, sino una oposición sin coraje para impedir que México quede en las garras de un proyecto despótico y transexenal encabezado ahora por una comunista embozada”.
La reacción ante la portada y el artículo de Siempre fue inmediata por parte de personalidades públicas, quienes rechazaron y repudiaron el supuesto trabajo periodístico.
Ciro Murayama, exconsejero del Instituto Nacional Electoral (INE) dijo: “No al discurso del odio y la irracionalidad”. El economista Isaac Katz calificó la portada de Siempre como un “insulto a todas las víctimas del nazismo, judíos y no judíos”, por lo que exigió una disculpa pública ante la “aberración”.
Ante el hecho, la Comisión de Quejas y Denuncias del Instituto Nacional Electoral (INE) determinó que la edición 3678 de la revista Siempre fomentaba el discurso de odio e incitaba a la discriminación o a la violencia, lo cual no estaba amparado bajo la libertad periodística.
Ante esto, la Comisión ordenó a Siempre suspender la reproducción, circulación, distribución, venta y promoción de ese ejemplar, así como eliminarlo de cualquier plataforma donde se difundiera.
Exigió además una disculpa pública de parte de la priista Beatriz Pagés, quien contrario a la exigencia, declaró en radio Fórmula ante su colega Ciro Gómez Leyva que no eran los límites de la libertad de expresión lo que estaba en el centro del debate, “sino la disputa por el poder”.
