
Tras el cierre del penal del Topo Chico, el pasado 30 de septiembre del 2019, el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez, inauguró la primera etapa del Parque Libertad, ubicado en la avenida Aztlán y Rodrigo Gómez en el municipio de Monterrey.
Aunque en un principio se había considerado más 600 millones de pesos para su construcción, al final solamente fue necesaria una inversión de 152 millones de pesos el parque recreativo y deportivo que se concluyó en dos años.
La demolición de antiguo penal permitió la creación de 6 mil metros cuadrados de explanadas, 4 mil metros cuadrados de andadores peatonales, una ciclopista y vista pista de 900 metros cada una y un área central con canchas de juego incluyentes.
Además, 50 mil metros cuadrados de áreas verdes con sistema de riego automatizado, iluminación total del parque, estacionamiento público y 700 árboles.
El gobernador hizo referencia que la construcción del nuevo penal como la obra del metro se tuvo que terminar sin ayuda de la Federación.
“Construimos el nuevo penal con el ofrecimiento del presidente de la República de darnos una apoyo, todavía lo estoy esperando desde el 2018 y nunca llego pero no había que detenernos por eso, he dicho que no podemos estar dependiendo de la Federación.
“Construimos un nuevo penal con condiciones superiores a cualquier penal de este país”, enfatizó Rodríguez Calderón.
Expresó que tras el cierre del Topo Chico recibió amenazas pero aseguró que si se mantiene el sistema penitenciario tranquilo, el estado estará más seguro y menos complicado.
“Era muy peligroso tomar acciones por la fuerza, se tenía que ser pacientes e inteligentes, poder vencer esa adversidad se debe a que estaba decidido con expertos no por ocurrencias del gobernador”, expresó.
El mandatario dijo estar orgulloso de tumbar el nido en donde operaba la delincuencia y desde donde se generaron extorsiones a la ciudadanía a través de un sistema moderno que contenía información privada de familiares de los presos.
“Entonces hoy es ese gran paso estoy más orgulloso de haber decidido tumbar el nido en donde se generaba la mayor parte de la delincuencia de la zona metropolitana.
“Cómo alguien del sistema penitenciario de aquí, una persona, tenía todo el sistema de información de los familiares, de todos los presos, sus teléfonos, fotografías de sus casas, dónde trabajaba su mamá y dónde trabajaba su papá y a partir de ahí empezó el negocio de la extorsión”, enfatizó Rodríguez Calderón.
Dicho software inteligente será parte del futuro museo penitenciario que será ubicado en el edificio La Cruz y que será tarea del siguiente gobierno concluir.
También recordó el momento de angustia que pasaron muchas familias al pensar que algún ser querido pudiera encontrarse enterrado dentro del predio por lo se implementó tecnología de punta que permiten ubicar restos aún bajo el concreto.
Aunque, se realizó un trabajo exhaustivo en la búsqueda de fosas clandestinas en el lugar se descartó que hubiera restos de cuerpos humanos.
En dichas las tareas de localización participaron elementos de Protección Civil de Nuevo León, Peritos de la Fiscalía General y Fuerzas Federales, así como también grupos caninos que estuvieron abocados a examinar cada una de las áreas del antiguo penal.
Al evento asistieron Enrique Torres Elizondo, Secretario General de Gobierno, Jesús Humberto Torres Padilla, Secretario de Infraestructura; Jorge Luis Martínez Lara, director general del Fideicomiso de Proyectos Estratégicos.