La nueva variante de Omicron, B.1.1.529 ha encendido las alarmas en el sector salud y entre la ciudadanía, y es que en los últimos días los casos de contagios en Nuevo León van a la alza haciendo cuestionable si la flexibilidad en las medidas de seguridad contra el virus fue lo mejor.
“Queremos darle a Nuevo León la gran noticia que se merecen por ser responsables. El Consejo de Seguridad en Salud nos aprobó el uso discrecional del cubre bocas en espacios privados y cerrados” dijo el gobernador Samuel García Sepúlveda el pasado 21 de abril.
Esa noticia fue tomada como buena por algunas personas y otras tantas estuvieron en desacuerdo; hubo hasta quienes expresaron en redes sociales que el dictaminar el uso o desuso del cubre bocas debía ser dictado por un médico y no por un político.
Para algunos ciudadanos fue ahí donde se dictó el inicio de una quinta ola de Covid, sin embargo la Secretaría de Salud de Nuevo León aseguró que el incremento de los casos en las últimas semanas se debe a la nueva variante de Omicron que es más contagiosa.
Tan sólo del 6 al 19 de mayo hubo un incremento en los casos del 241 por ciento, esto quiere decir que mientras que el 6 de mayo se registraron 108 nuevos contagios, para el 19 del mismo mes ya había 261 diarios, la cifra más alta desde que se eliminó el uso del cubre bocas.
Estas cifras han provocado una gran preocupación en algunos sectores, sobre todo en donde asisten personas consideradas vulnerables, como en las iglesias y hospitales, pues consideran que puede ser el origen de una quinta ola.
El aumento en los contagios durante el mes de mayo también marcó la pauta para que regresaran las pruebas Covid en el módulo Drive Thru de Zaragoza y Morelos en el centro de Monterrey, en donde debido al decremento de casos ya era utilizado como módulo de vacunación.
Sin embargo, ante la posible contingencia que se avecina, el personal de la Secretaría de Salud comenzó a recibir a personas con síntomas respiratorios para descartar el contagio de Covid.
La habilitación de dicho centro como laboratorio de pruebas se dio luego de que en la semana del 16 al 20 de mayo se reportaran mil 214 nuevos casos positivos de coronavirus.
Aunque el repunte no va acompañado de hospitalizaciones la habilitación de los espacios al 100 por ciento y que el uso del cubre bocas ya no sea obligatorio, enciende aún más los focos rojos.
Hay que destacar que en cuanto personas hospitalizadas su hubo un decremento del 327 por ciento del 6 al 19 de mayo, pues mientras que el 6 de ese mes se reportaban 59 pacientes, el 19 sólo había 18 internados.
Al cierre de la edición, las cifras oficiales de contagios sumaban ya 473 mil 762 desde que inició la pandemia en 2020.
El grupo que principalmente se ve afectado, son las personas de entre 25 y 44 años, superando por mucho a grupos de la tercera edad.
LA RELAJACIÓN
Haciendo un recuento en la relajación de dichas medidas, el 10 de febrero se anunció que debido a la baja en los casos de contagios por Covid, el aforo en los comercios se incrementaría al 60 por ciento, esto luego de permanecer por varias semanas en menos del 50 por ciento incluso llegando hasta el 30 por ciento de la capacidad en diversos giros.
El pasado 14 de febrero se hicieron obligatorias las clases presenciales en el nivel básico como primarias y secundarias, para entonces en algunas de las Universidades públicas o privadas ya se comenzaba a recibir al alumnado en las aulas.
Una semana antes el gobernador Samuel García Sepúlveda pidió a maestros, autoridades federales, estatales y padres de familia a que se prepararan para regresar al esquema original, pues lo más sagrado eran los niños.
Se llegó el lunes 14 de febrero y con ello los pequeños que llegaban a los planteles educativos, ya fuera de preescolar, primaria o secundaria entre medidas y protocolos que no eran comunes antes de la pandemia.
Principalmente los padres debían entregar de manera diaria un documento donde aseguraban que sus hijos no asistían con síntomas respiratorios a las escuelas, en donde al llegar les aplicaban gel antibacterial y su temperatura era monitoreada con un termómetro corporal.
De acuerdo a la mejoría en los indicadores, la Secretaría de Salud de Nuevo León informó el 20 de febrero que en todos los giros comerciales el aforo se incrementaría al 75 por ciento. Poco a poco se ganaba la batalla contra la cuarta ola que había golpeado duro durante el mes de enero.
Siete días más tarde García Sepúlveda anunció oficialmente el final de la cuarta ola de Covid y dio a conocer que tanto establecimientos cerrados como abiertos podrían abrir sus puertas con el 100 por ciento de su capacidad.
Estos anuncios hacían que los empresarios y ciudadanía se preguntaran si el confinamiento durante casi dos años habría sido la mejor decisión, pues al nuevo Gobierno Estatal le estaban funcionando las aperturas sin el incremento de nuevos casos.
Seis indicadores del Semáforo Epidemiológico en color verde y dos más en amarillo, hicieron que el Consejo de Salud tomara la decisión de reaperturar los comercios al cien por ciento.
En la rueda de prensa que se llevó a cabo el domingo 27 de febrero se detalló que hubo 295 casos de Covid llegando a una cifra de 466 mil 553 contagios desde que inició la pandemia.
También se precisó que había tan sólo 293 hospitalizaciones de las cuales 68 pacientes estaban conectados a un ventilador mecánico. En ese tiempo el gobernador invitó a los padres de familia a confiar en el gobierno y envíar a los menores de edad a tomar clases presenciales, dado que todavía había quienes dudaban de la estrategia Estatal.
Por si fuera poco, no bastaba con habilitar la movilidad al cien por ciento, sino que para el 3 de marzo se dio a conocer la eliminación de la sana distancia, al menos como una disposición a revisar por parte de las autoridades, quedando la opción a consideración de quienes quisieran seguir exigiéndola en sus establecimientos.
Esa medida se implementó gracias al descenso en los indicadores del Semáforo Epidemiológico y la evaluación de los expertos en materia de Covid-19.
Sin embargo se seguía exhortando a la ciudadanía a seguir cuidándose con el uso del cubre bocas, la aplicación de gel antibacterial y de ser posible completar el esquema de vacunación con hasta tres dosis.
Para el 10 de marzo se anunció lo que a inicios de 2022 parecía casi imposible, el uso de cubre bocas en espacios abiertos ya no era una medida exigida por las autoridades de Nuevo León y su uso también quedaba a consideración de las personas.
La medida aplicaría a partir del 13 de marzo y García Sepúleda argumentó que “el virus no se iría y tendríamos que acostumbrarnos a vivir con él”.
Dicha acción convirtió a Nuevo León en el primer Estado de México y de América Latina que implementaba la medida del uso opcional del cubre bocas en espacios abiertos.
Pero la batalla contra el Covid o al menos contra las medidas preventivas aún seguía y fue entonces casi dos meses después, el 21 de abril, en Nuevo León se eliminó el uso del cubre bocas también en espacios cerrados.
Tal vez fue esta la última medida del Gobierno de Nuevo León la que provocó que las personas terminaran por bajar la guardia, pues fue ahí en donde comenzó una nueva batalla entre quienes seguían utilizando la mascarilla y quienes ya estaban hartos de portarla.
“Queremos darle a Nuevo León la gran noticia que se merecen por ser responsables. El Consejo de Seguridad en Salud nos aprobó el uso discrecional del cubre bocas en espacios privados y cerrados” pronunció Samuel García.
Ahora las personas tienen miedo de adentrarse a la quinta ola de Covid al ver que las medidas por parte del Estado son muy blandas o que ya no existen como prevención del contagio del virus.