El sector educativo es uno de los que se ha visto severamente afectado por la pandemia del Coronavirus en el estado, ya que al ser recintos que concentran aglomeraciones, pueden convertirse en un foco de contagio.
Como medida de anticipación, el 7 de julio la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) anunció que el semestre que abarcaría del 31 de agosto al 15 de enero del 2021 comenzaría en línea, y algunas clases volverían de manera gradual y escalonada, si las condiciones lo permitiesen.
Francisco Aguilar Delgado, catedrático de la Facultad de Derecho y Criminología con 30 años de experiencia ininterrumpida, detalló parte de su proceso para adaptarse a las nuevas tecnologías.
Egresado de medicina con acentuación en medicina legal, posee una licenciatura en derecho, maestría en derecho penal y doctorado en derecho, y al igual que muchos de sus colegas, ha tenido que “renovarse o morir”.
“Tuvimos que estar sujetos a una capacitación todo el personal docente de la universidad y ante la contingencia era obvio que iban a implementar nuevas estrategias de cómo capacitar a los maestros.
“Se llevó a cabo un diplomado en estas habilidades, pero la gran cantidad de los maestros, incluyéndome, no teníamos esa perspectiva de entrar en las tecnologías. Tan pronto comenzamos a accesar a las plataformas y con días de práctica se nos fue facilitando”, relató.
POTENCIAL DE MEJORA
Agregó que la implementación de las nuevas tecnologías no será momentánea, argumentando que les podrían sacar ventajas o áreas de oportunidad, tales como la reducción del tráfico vehicular para acudir a clases.
“El hecho de que persista la modalidad permitirá que las vialidades ya no se vean tan atiborradas, especialmente en épocas caóticas cuando coinciden el regreso a clases y las lluvias torrenciales.
“Casi nos vemos comprometidos en no acudir a la universidad porque no hay acceso debido a la inundación de los puentes, y si esto ocurriera mientras estamos en clases en línea no nos veríamos expuestos a esta situación, ya que comoquiera seguiríamos avanzando independientemente de las condiciones ambientales”, sostuvo.
Un punto en contra que Francisco enfatizó de esta nueva modalidad fueron las fallas técnicas, tales como la caída del sistema o servidores, hecho que ocurrió recientemente en los exámenes de admisión del 18 de julio.
Otro factor que resaltó fue el interés y responsabilidad de los alumnos, explicando que como la mayoría ya son adultos, está en ellos determinar si pondrán atención o no a clases.
“Ya cada alumno es responsable de lo que hace, ellos sabrán si solo prenden la computadora y hacen acto de presencia o toman notas. Les tocará demostrar qué tanto aprendieron y ese será básicamente el producto integrador para evaluar si en verdad aprovecharon o no las clases en línea.
“También el hecho de tomar lista nos absorbería tiempo productivo, el estar revisando quien ingresó una y otra vez, y por lo mismo que comento, los que se quieran conectar pues lo harán y esa responsabilidad del alumno se verá reflejada si ponen atención o no”, afirmó.
Aguilar reveló que desde un inicio las plataformas de Teams y Nexus se le complicaron durante la capacitación; sin embargo, con el pasar de los días sumó experiencia y aunque admite que no las domina al 100 por ciento, se considera capaz de manejarlas.
Gracias a los videos institucionales de la UANL, Francisco aprendió desde como abrir una página web hasta crear y conectarse a videoconferencias e inclusive también logró trabajar con Zoom.
“Los jóvenes tienen mucha habilidad para rápidamente manejar esas tecnologías. Ya cuando hablas de personas de cierta edad, como en mi caso, le seguimos dando a lo tradicional; leer y checar libros.
“Para no quedarnos atrás pues ahora nos toca habilitarnos y estar dentro de la modernidad, porque tenemos que estar al tanto de los cambios que se presenten, a fin de cuentas, es renovarse o morir”, precisó.
UNA LLEGADA INMINENTE
Francisco destacó que independientemente de la llegada de la pandemia, estas herramientas iban a llegar tarde o temprano para quedarse y reiteró que serán de mucha utilidad.
“De aquí en adelante estas nuevas tecnologías se deben aplicar para ver mejores perspectivas, como dije anteriormente, el tiempo de los trasladados sería un gran ahorro. Por ejemplo, en los alumnos que vienen de municipios lejanos conlleva el factor económico y tiempo para llegar a las instalaciones.
“Este tipo de situaciones serían muy favorables para todos aquellos que viven esto en su día a día. A eso le sumamos la facilidad de conectarse, independientemente de muchos factores, y afortunadamente la capacitación continuará”, remarcó.
Al ser cuestionado sobre los estudiantes de escasos recursos que no cuentan con internet o computadora, subrayó que estos alumnos, en su mayoría destacados académicamente y con deseos de superación, les brinden la tecnología para no quedarse atrás.
“Yo creo que uno de los alicientes ahí será incentivarlos tecnológicamente para que los utilicen en sus estudios. Siento que el estudio en línea va a revolucionar más y será más accesible para los universitarios”, agregó.
Ante las facilidades brindadas, el catedrático propuso la posibilidad de que los alumnos se evaluaran a título de suficiencia, que se otorga con el fin de acreditar unidades de aprendizaje no cursadas, para las cuales cuenta con evidencias que demuestran el desarrollo de las competencias señaladas en los programas analíticos correspondientes.
CONCLUSIONES
A pesar de llevar menos de una semana desde que inició el ciclo escolar, Francisco consideró que la modalidad es factible y admitió de que ser posible, volvería a enlistarse para impartir clases en línea.
“Hay que trabajar con los alumnos para hacerles saber que la capacitación que están llevando la deben tomar con su debida madurez y que no se engañen a ellos mismos. Si se desconectan o no ponen atención, el engaño es para ellos.
“Con el paso de los días deberán agarrar más responsabilidad y colocarse su camiseta de estudiantes. Los alumnos deben saber cuál es su función y que ellos mismos la desarrollen”, puntualizó.
Francisco concluyó que las innovaciones tecnológicas deben ser aprovechadas al máximo y tanto él como sus colegas deberán crecer para no quedar rezagados en el auge digital.
“Tenemos que estar adecuados a los tiempos y sacarles el máximo provecho. Siento yo que si el modelo es exitoso nos van a preguntar a los maestros que modalidad preferimos, y muchos de nosotros tomaremos el camino en línea”, finalizó.