El confinamiento obligado desde hace tres meses en México, ha provocado que más personas padezcan depresión, una enfermedad que si no se detecta y se atiende oportunamente puede provocar desde la pérdida de apetito, fatiga, dolor, hasta el interés por la vida.
El doctor Jesús Ramírez-Bermudez, especialista en neuropsiquiatría, investigador y profesor del Instituto de Neurología y Neurocirugía de la Ciudad de México, es autor del libro “Depresión, la noche más oscura”, en el que aborda de una manera más accesible al lector lo que es la depresión, cómo detectarla, cómo tratarla y muestra algunas “rutas” o “caminos” para lidiar con esta enfermedad que según la OMS afecta a más 300 millones de personas en el mundo.
Refirió que la depresión como palabra, usada en el contexto clínico de la medicina, se remonta a 1850 aproximadamente, cuando aparece la depresión en los diccionarios médicos, mientras que a principios del siglo XX, Emil Kraepelin, un médico alemán, publicó un libro en el que se utiliza el concepto de estados depresivos.
“Hay muchas formas de depresión, pero de todas maneras es interesante ver que cuando apareció este término-la palabra depresión- ya tenía muchos siglos de historia con otro nombre que era a melancolía.
“Melancolía era la palabra que se usaba en la medicina griega; Hipócrates, el padre de la medicina griega, decía que en la melancolía hay insomnio, pérdida de apetito, hay problemas de tristeza. Entonces, si lo vemos con esa mirada, nos damos cuenta que la depresión es un problema que acompaña a a historia de la humanidad”, señaló.
Afirmó que hoy en día hay un incremento en algunas sociedades de estos problemas que tienen una fuerte relación con los problemas sociales, que son factores de riesgo para desarrollar depresión.
“En los primero capítulos del libro traté de dar una lista de los signos y síntomas que pueden ser muy útiles para irnos orientando, porque todos sufrimos malestares cotidianos, en mayor o menor severidad, pues todos hemos tenido momentos de desánimo, de fatiga, de dolor de cabeza; muchos síntomas que podrían ser parte de un cuadro de depresión o no, pues no es la idea poner la etiqueta de depresión a cualquier cosa.
“Vamos a hablar de depresión como un problema clínico de severidad suficiente como para hacernos buscar ayuda profesional, donde evidentemente hay muchos problemas emocionales como son sentimientos de tristeza, de angustia, de dolor y no nos lo podemos quitar de la cabeza”, indicó el especialista.
Ramírez-Bermudez señaló que para lidiar con la depresión todo mundo tiene remedios cotidianos como hacer ejercicio, escuchar música o salir a pasear, pero si esto no funciona hay que buscar ayuda profesional con algún experto en psicoterapia o experto en medicina psiquiátrica, o también acudir con un geriatra, en caso de ser adulto mayor.
Sobre cuestiones de género indicó que hay una estadística mundial que indica que las mujeres reciben el diagnostico de depresión con el doble de frecuencia que los hombres y esto se debe en gran parte a que las mujeres están expuestas a mayores niveles de violencia, ya sea física o psicológica.
“Es dos a uno la relación; por una parte, la cultura machista hace que los hombres no quieran aceptar o reconocer sus estados emocionales vulnerables y, a veces, la depresión en los hombres está encubierta por adicciones, esa es una alerta o bandera roja.
DEPRESIÓN EN TIEMPOS DE PANDEMIA
A los problemas que cualquier individuo enfrenta en la actualidad, se suma la pandemia del Covid-19, una situación inesperada que ha provocado todo tipo de reacciones entre la población, pero como es de suponerse, ante la incertidumbre, muchas personas han caído en depresión.
“En el caso de las muertes por Coronavirus, los familiares están predispuestos a un duelo complicado porque no han podido tener los rituales de despedida y los rituales adecuados para sobrellevar el duelo”,
Recomendó que hay que poner mucha atención a los sobrevivientes del Coronavirus, pues algunos quedaron con secuelas físicas y psicológicas, estrés post traumático, por el difícil proceso que tuvieron que superar.
“Hay quienes salen muy felices y agradecidos, pero hay quienes salen con secuelas emocionales fuertes. También el personal de salud está desgastadísimo, con problemas de salud mental como estrés agudo, estrés post traumático, ansiedad, crisis de pánico, trastornos de sueño, por mencionar algunos”, destacó.
Comentó que lo anterior sin contar lo que implica el confinamiento, como las perdidas de libertad, las perdidas económicas, impotencia en la sociedad en general.
“Sí se espera que haya un incremento en las estadísticas de depresión, ansiedad y adicciones”, advirtió.
LA NOCHE MÁS OSCURA
En relación al título de libro dijo que era en alusión al texto “La noche oscura del alma” de San Juan de la Cruz, en el que hace referencia a las crisis emocionales profundas.
“Estas crisis abarcan diversos ámbitos y mucha gente que lo ha vivido, no le llama depresión, sino que dice que tuvo una crisis personal, crisis psicológica o nerviosa; entonces, al utilizar esta metáfora, es porque que todos hemos experimentado una o varias noches que se prolongan demasiado y que se sienten con una oscuridad mayor de la que estamos acostumbrados a lidiar.
“Con está metáfora queríamos conectar un poco con esa vivencia que nos relatan muchas personas que han tenido este problema”, manifestó.