En Cuba existe un dicho muy popular que se utiliza cuando se habla de los isleños que emigran a Estados Unidos: “Se tomaron la Coca Cola del olvido”. Este refrán pareciera encajar con la realidad de los mexicanos que emigran al norte quienes, de acuerdo a los encargados de vigilar el orden, son ciudadanos “modelo”.
Según las autoridades, algunas prácticas comunes en México como poner la música a todo volumen cuando los demás duermen, los desórdenes en la vía pública (tirar basura y hacer necesidades fisiológicas en la calle, por ejemplo); manejar sin cinturón de seguridad o bajo los efectos del alcohol, en Texas no representan un problema. La explicación radica, quizá, en que en este lado de la frontera los castigos y las multas son más severos.
Martín Garza, subjefe del Departamento de Policía de Mission, asegura que las permanentes campañas de educación desplegadas en sitios públicos y medios de comunicación, han sido muy importantes para coadyuvar a mantener el orden con la población foránea que llega a residir en el área, además de que han sido una herramienta para su adaptación.
Admite que ha arribado una cantidad considerable de gente, pero no al punto de convertirse en un dilema social por su forma de actuar.
“Yo puedo platicar lo que está pasando en Mission y las experiencias personales con nuestros vecinos que están huyendo de la violencia y de lo que está pasando en México:
“Obviamente hemos visto un incremento de habitantes mexicanos que están viniendo a los Estados Unidos, pero observamos que muchas de estas personas no solamente están buscando seguridad para sus seres queridos, sino también están invirtiendo aquí en Mission, en el valle y en el Estado de Texas.
“Existe una diferencia en cultura como quiera, aunque estamos hablando de mexicanos del Valle de Texas y mexicanos de la región de Tamaulipas y Nuevo León. Entendemos que nuestros vecinos están más involucrados en relaciones familiares donde se juntan más y hacen posiblemente más fiestas, pero realmente no al nivel de causar un problema de desorden público”, manifiesta.
COMUNIDAD ESTABLE
El oficial con más de 20 años de carrera, señala que al menos en su circunscripción la tendencia de delitos menores se mantiene similar con respecto a los dos últimos años, cuando comenzó a intensificarse la mudanza de ciudadanos aztecas a suelo norteamericano. De hecho, Texas es el único Estado de la nación que no se ha visto afectado por la crisis inmobiliaria, pues se siguen comprando y rentando propiedades.
“Yo veo mexicanos que están tratando de organizar sus negocios, ampliarlos más, especialmente aquí donde la situación económica está un poco más mejor de lo que sucede en el país vecino. Estamos viendo un incremento en eso y también están poniendo a sus hijos en escuelas aquí para que continúen su educación.
“Aunque realmente lo más adecuado es utilizar el proceso legal para llegar aquí a los Estados Unidos y es algo que nosotros como oficiales siempre tratamos de explicarle a la gente para evitar disgustos”, explica en alusión a los comentarios del cónsul estadounidense en Matamoros, Michael Barkin, quien aseguró que existen mexicanos quienes llegan a establecerse al país con sus visas de turista, siendo una manera incorrecta.
El funcionario hizo hincapié en que la ley debe obedecerse donde quiera que alguien se encuentre.
“Sabemos que aquí en la ciudad de Mission y en varios municipios hay órdenes que se tienen que respetar, por ejemplo: una persona menor de edad no puede estar en la calle después de cierta hora; no puede comprar alcohol o cigarrillos antes de determinada edad; al mismo tiempo los ruidos y las músicas hasta ciertos horarios son permitidos, así que evidentemente hay una diferencia cultural que por mucho tiempo nuestros vecinos mexicanos han estado viviendo.
“Hay veces que vienen con ese tipo de ambiente y lo tratan de hacer aquí en nuestras comunidades, donde es un poco diferente, pues hay otra clase de normas, pero repito, no al nivel de que se haya hecho un desorden que cause una falta de respeto a la ley o a la población en general.
“Nosotros pensamos que con el uso de la educación poco a poco nuestros vecinos van a estar entendiendo las leyes municipales que tenemos aquí en nuestras ciudades, para que estén más al tanto de los delitos y eviten tener una infracción, pero nada al grado de incidentes mayores”, dice.
“TODO NORMAL”
El entrevistado niega que la tasa de accidentes vehiculares haya subido con la llegada de más mexicanos al Valle de Texas. Al contrario, alaba su educación vial e indica que la mala costumbre de conducir bajo los efectos del alcohol siempre ha sido un foco rojo en todo el Estado, donde se presentan cada año más de 500 muertes relacionas con la bebida.
Cifras del Departamento de Transporte en Texas señalan que en 2010 hubo en la entidad cuatro mil 264 accidentes automovilísticos, de los cuales dos mil 308 se registraron en zonas rurales y mil 956 en urbanas.
Para atacar esa incidencia, Garza especifica que el Departamento de Seguridad Pública (DPS), el Departamento de Transporte, la Policía de Mission y varias policías locales participan en diferentes programas, ya que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los incidentes de tránsito son la principal causa de muerte entre adolescentes de 15 y 19 años de edad, implicando el deceso en promedio de 400 mil jóvenes cada año alrededor del mundo.
“Eso ha estado aquí desde antes de que nuestros vecinos mexicanos hayan estado viniendo para acá para huir de la violencia. Al mismo tiempo pensamos que las autoridades están bien involucradas en diferentes operativos, donde estamos dándole fuerte a las personas que están manejando intoxicadas en nuestras carreteras y calles”, comenta.
Cabe hacer mención que la multa por conducir ebrio en Texas puede superar hasta los 10 mil dólares (más de 13 mil pesos mexicanos) si se reincide por tercera vez.
Pero Garza define que los visitantes frecuentes a la Unión Americana son el tipo de gente que puede encontrar en el sur del país un lugar de residencia.
“Lo que hemos visto de quienes se han estado viniendo de México a Estados Unidos, que son personas quienes tienen años de estar manejando en el Estado de Texas. Son personas que como vuelvo a repetir, han hecho sus compras durante muchos años aquí en Mission, en nuestro valle.
“Mission y México siempre han estado bien relacionados, pero estamos hablando de gente que realmente ha estado manejando aquí, haciendo sus compras los fines de semana y por lo tanto conocen bien las leyes vehiculares, por lo que pensamos que no hay un incremento en accidentes viales.
“Saben que ponerse el cinturón de seguridad sí es muy importante, porque es parte de la ley texana para poder manejar y algo que todo el tiempo andamos vigilando, no por la nacionalidad, sino por la seguridad. No hay un incremento de choques en los últimos años de la gente que ha venido a vivir a Estados Unidos” reitera.
¿SE MUDAN SIN MEXICANADAS?
Intentar pasar un disco “pirata” por cualquiera de los puentes internacionales de Texas es un delito federal muy perseguido, al igual que intentar comercializarlo dentro de Estados Unidos.
Aunque existe un amplio sector de la población mexicana que acostumbra pagar por material de esa naturaleza, Martín Garza considera que en su país dicha práctica no ha tenido éxito.
“No tenemos ese tipo de registro. La piratería se ha visto en las áreas de las ‘pulgas’, pero en Mission nosotros no tenemos ningún tipo de quejas en ese sentido; sin embargo, las denuncias son bien necesarias, por el Programa de Testigos contra el Crimen, donde la información es anónima.
“Hay agencias federales que están bien involucradas con Hollywood y California que vienen y hacen operativos con los Texas Rangers, con el Departamento del Sheriff y con diferentes corporaciones policiacas. Nosotros hemos participado en estos tipos de operativos, ayudándoles a las agencias locales”, refiere.
En cuanto a las características calles texanas, que siempre lucen limpias, el entrevistado señala que siguen y seguirán así gracias a la misma educación de la comunidad.
“No se mira mucho eso en la ciudad. Ese tipo de delitos se ve más en las áreas rurales, donde obviamente no hay mucha vecindad, donde no hay mucha vigilancia, como en los canales o ranchos. Son lugares donde los demás no están viendo que están tirando la basura. Aquí en el municipio de Mission y, pienso que, en otros de la zona conurbada eso no se observa tanto”, subraya.
Pasando al rubro de violencia intrafamiliar Garza comenta que tales casos tampoco son exclusivos de los mexicanos que han ido a residir al Valle de Texas, sino un problema que afecta a todos los estratos sociales.
“Ese es un tema ya más doméstico. Es muy duro separar tal categoría de que si ha crecido o no ese delito. Nosotros efectivamente actuamos sobre ese tipo de denuncias, pero no son denuncias que se basen solamente a los hogares hispanos.
“Ese problema afecta a todos y se presenta mucho por temporadas, pues la violencia doméstica es muy común en los días festivos, donde gente toma un poquito más, celebra un poquito más, llega a la casa un poquito más tarde. Se presenta, en ocasiones, durante la Navidad, cuando están batallando, sufriendo en el sentido de que tratan de llevar regalos a la casa y no hay suficiente dinero y se pelean entre esposos y esposas, existiendo más discusiones”, argumenta.
El segundo al mando del Departamento de Policía de Mission define que traer el sonido del radio muy alto o hacer las necesidades en la vía pública son faltas que se castigan diferente en cada municipio texano, aunque no dejan de ser una infracción de tipo “C”.
“Normalmente ese tipo de asuntos se atienden en nuestra Corte, pero si el delito es de clasificación “B” para arriba o felonías, entonces ya estás hablando de la Corte del Distrito del Condado de Hidalgo. El más bajo es la clasificación “C”, como tirar un papel por afuera de la ventana de su coche”, elucida.
MALA IMAGEN
PERJUDICA AL VALLE
A pesar de que perjurios menores al reglamento de conducta en esta parte del sur de Texas no presentan un aumento, un estudio demográfico especifica que en 2010 los delitos mayores en Mission sí fueron considerables, aunque se mantuvieron en el mismo nivel de la última década. A decir de las autoridades locales esas estadísticas tampoco tienen que ver con los nuevos vecinos mexicanos.
En lo que se refiere al allanamiento de morada, el año anterior hubo 482 casos, siendo el año 2003 el que tuvo mayor número de incidencias con 761.
Los datos refieren que en 2010 se presentaron dos mil 454 robos, cifra que fue superada también en 2003 por dos mil 568. El hurto de automóviles alcanzó en el mismo periodo 307 unidades, mientras que nuevamente el año 2003 volvió a llevarse el primer lugar en ese rubro con 368 vehículos.
La tasa de homicidios refiere en tanto que en 2010 hubo en Mission dos casos, por cinco de 2008.
Las violaciones sí ocupan el peldaño más alto en 2010, con siete, sobrepasado por 2007, en que se presentó un caso más en la ciudad.
Y en el último lugar de la tabla se sitúa el asalto agravado: en 2010 se registraron 46 denuncias, por 75 del año 2009.
Por su parte, Steve McCraw, director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, ha sido más directo al asegurar que la cantidad de crímenes cometidos por inmigrantes es tan grande, que ya son considerados una “seria amenaza”.
Mencionó que hasta el 15 de septiembre de 2011 han sido identificados por unidades de justicia alrededor de seis mil 508 indocumentados, quienes “son responsables de 27 mil 880 crímenes en toda su carrera delictiva”.
McCraw habló durante una serie de reuniones realizadas por la Comisión de Seguridad Pública, en donde se analizó el problema de la violencia. Afirmó que de octubre de 2010 al mismo mes del año en curso se han detectado además 88 mil criminales “únicos”, que cometieron 344 mil 398 quebrantos a la ley.
Para inquirir sobre las declaraciones de este funcionario, Hora Cero se dirigió a las instalaciones del Departamento de Seguridad Pública (DPS por su siglas en inglés) en McAllen, localizado al norte del bulevar Bicentennial, pero el detective Johny Hernández se negó a emitir comentario al respecto. Aseguró que todo pronunciamiento debe venir de la capital, Austin, y que se solicitaría permiso para abordar el tema, pero hasta el cierre de esta edición no ha habido respuesta.
Mientras tanto, Roger Rubio, jefe del Departamento de Bomberos de McAllen, tampoco quiso dar a conocer si se han multiplicado los incendios y operativos de rescate. Arguyó que ese tema no le corresponde hablarlo por ser intrínseco de la ciudad.
No obstante, Martín Garza, de Mission sopesa que se trata de dos categorías de migrantes: los que están llegando a su localidad con documentos y a los que McCraw se refiere, quienes infringieron la ley desde que no portan un papel que acredite su estancia legal en el país.
Lo cierto es que hay estereotipos que difícilmente se pueden quitar, por algo en las comisarías de México todos los días ingresan personas por cometer actos de desorden público. Como diría el refrán: “Crea fama y échate a dormir”.
Garza concluye: “Nosotros somos una comunidad muy transparente, que le abrimos las puertas a nuestros vecinos mexicanos, es por eso que la ciudad invirtió mucho dinero en el Puente Internacional Anzaldúas.
“El comercio y las relaciones entre ambos países son bien importantes para nosotros y seguimos creciendo. Con el crecimiento obviamente vienen estos tipos de incidentes, que nosotros pensamos que con educación, más patrullas y más seguridad vamos a seguir viviendo tranquilamente con la gente”. v