Político, coleccionista y ahora influencer. Mauricio Fernández Garza ha sabido interpretar con éxito todos estos papeles en su vida.
Y aunque el camino no ha sido sencillo -en estos momentos está luchando contra el cáncer- Fernández Garza jamás se ha rendido a las adversidades, incluyendo la muerte de uno de sus hijos.
En entrevista con Hora Cero, este ciudadano -rechaza considerarse político- habló de sus pasiones en la vida y los planes que aún tiene por delante.
— Ingeniero, muchas gracias por recibirnos para esta entrevista.
No hombre, es todo un gusto recibir a Hora Cero, con el gusto de siempre.
—Señor, en alusión a su gusto por los fósiles, la paleontología, ¿se considera un dinosaurio político?
No, fíjate que para empezar no me considero político, ni bebé, ni grandote, ni viejito, ni nada. Los políticos en mi cultura dicen lo que tú quieres oír, pero hacen lo que ellos quieren hacer. Yo por eso nunca he sido un político. Yo he sido un servidor público que es muy diferente
—Cuando era niño ¿usted jugaba con dinosaurios o qué hacía?
Empecé a hacer colecciones de monedas, armas, de fósiles, cuanta cosa te puedas imaginar. Eran cosas que yo me las encontraba, iba a lugares donde se podían manejar, de hecho aquí en San Pedro las pistolas las vendí. Me encantaba comprar y vender cosas.
—Su padre, fundador del PAN en Nuevo León ¿lo inspiró para que usted entrara a la función pública?
Yo lo acompañé un poco desde muy niño y pues obviamente en una escuela en la que decidías a participar para que no te quejes. No hay forma que las cosas se mejores si entre todos mientras todos pongamos nuestro granito de arena, y es lo que pretendí a hacer.
—¿En qué momento de su vida, de adolescente o adulto dijo yo quiero seguir los pasos de mi padre, cuál fue el motivo?
No fue una fecha como tal. Yo lo acompañé a muchas campañas políticas, en algunas de ellas con incidentes, me quedaba cerca de una ventana y ahí tomaba fotos, entonces yo aprendí a vivirlo. Era importante esa posición y era importante fortalecer al Partido Acción Nacional. y con ese principio aprendí desde muy niño.
—Y eran los tiempos cuando el PAN batallaba, sometido por el PRI…
Sí, por supuesto, era de presencia. Por eso te digo que me convencí de que era importante el ejercicio de ser oposición.
—¿Nunca le molestó que se le consideró un junior en la política, pues usted no tenía necesidad?
No, para nada, porque fíjate que desde muy niño tuve mucha cercanía con Pablo Emilio Madero y todas las gentes que estaban en México. A Luis H. Alvarez lo conozco desde hace muchos años; a Conchello que fue candidato a gobernador. Pues a mi me tocó estar con ellos; viví mucho en medio de gente que fueron candidatos. Desde chiquillo me tocó estar con ellos desde temprana edad.
—Ingeniero, voy a leer la pregunta textual: quienes lo conocen, y que no son sus amigos o conocidos de San Pedro, sino mis colegas periodistas, dicen que usted es a toda madre ¿Es cierto o no?
Pues mira, a mi me ha pasado una cosa muy curiosa ahora que me he subido a redes sociales como TikTok, Instagram y Facebook, pues la realidad es que es la primera vez que la gente empieza a conocerme porque yo en general en mis años mucho de mi tiempo lo dedicaba a trabajar en investigaciones y otras cosas, y entonces no socializaba mucho. ni convivía mucho ni iba a lugares, a antros ni cantinas ni nada. Yo me dedicaba a lo que es mi trabajo, entonces muy poca gente me conocía, hasta ahora que ando en redes sociales.
—Pero usted, no era el típico sanpetrino, se comportaba normal.
Yo me acuerdo cuando era muy chiquillo, yo venía en un camión que iba para Monterrey, no me acuerdo que rutas había y me dirigía a un convento franciscano.
—¿Y agarraba el autobús?
Sí, en autobuses públicos. Y tenía patines. De ahí del convento me iba patinando de bajada por Santa Bárbara. Vivía muy sencillo y fíjate, hasta en autobús andaba.
—En 1996 yo era reportero del Diario de Monterrey y me tocó ir a una gira con usted cuando aspiraba a ser candidato a gobernador, y me acuerdo mucho que detuvo su camioneta y se detuvo en un depósito en Los Ramones. Y a los reporteros nos preguntó: ‘¿quién quiere una cerveza?’ No cualquiera lo hace ingeniero. Nos cayó muy en gracia.
¿Qué tiene de malo tomarse una cerveza? Somos de los países con mayor consumo de cerveza per cápita en el mundo. Con una cerveza la gente no se emborracha. La gente a veces exagera en los temas. Siempre que me han hecho entrevistas en restaurantes, no me quitan nada (de la mesa).
Tengo mi copa de vino, mi tequila, mi botella de cerveza que me estoy tomando, no tienen por qué quitar nada. He visto que estás en una entrevista y te quitan todo lo que estás tomando. Yo no. Lo que me estoy tomando lo dejan.
—Alguna vez lo vi circulando en Garza Cada hace muchos años, en un carro convertible. Solo. ¿Nunca le ha dado miedo por la inseguridad que lo vayan a secuestrar?
Acuérdate que yo viví el tema de la inseguridad y que trataron de matarme. También hicieron una película que se llama “El Alcalde” hace algunos años. Son temas que yo viví desde muy chico y luego los confronté cuando fui alcalde convirtiendo a San Pedro como el municipio más seguro de México, y no fue una tarea fácil y más en esos tiempos.
—Ingeniero a la fecha tiene un millón trescientos mil seguidores en TikTok y casi medio millón en Facebook. ¿Alguna vez se imaginó ser un influencer en estas redes sociales? ¿Qué le hizo abrir estas cuentas?
Pues la verdad yo no me considero un influencer. Las he utilizado por la actividad en todos los museos, sobre todo La Milarca, y pues yo he aprovechado para poder dar a conocer públicamente las piezas que van a estar en La Milarca.
Nadie tenía ni la menor idea y me he encontrado con una gran receptibilidad e interés sobre todo en los chavos, de niños y desde muy chiquitos, de 7 años que me están siguiendo en redes sociales y, bueno, pues es que ahora traigo más interés en el museo que tres o cuatro veces interés por el Museo Del Prado en Madrid.
Claro, sí ha sido un éxito esa conectividad con una colección muy ecléctica y esperamos que en un año se pueda exhibir.
—Incluso me atrevo a decir que las redes sociales lo han rejuvenecido…
Mira yo creo que es también es actitud. En este año llevo dos cáncer y este sí ha sido más fuerte, muy pocas veces salí de él, es un cáncer muy difícil de combatir; entonces tuve la gran fortuna de estar concentrado y aparentemente, de acuerdo a la información que tengo, es que me lo quitaron por completo.
Pero voy a seguir tratamiento hasta diciembre y ahí voy a tomar una decisión si siguen todavía con el protocolo de cáncer o ya no. Entonces estoy con la esperanza de que sí lo hayan sacado por completo.
—Hay un video en TikTok donde usted se dirige a los jóvenes, me lo han compartido, donde los invita a que hagan lo que les gusta, que sean tercos, tenaces, que si se equivocan retomen el camino. ¿Ese mensaje lo hizo en base a alguna experiencia personal con sus nietos, con sus hijos?
No, fíjate que es la consecuencia de una entrevista muy larga de casi dos horas, y luego subieron cinco minutos en algo del agua y su cuidado. Ya lleva 14 millones en Facebook. Fue una entrevista, solamente dije lo que se me ocurrió.
— ¿Pero lo siente?
Por supuesto, pero no fue nada premeditado ni estudiado ni nada.
—Usted y yo somos de otras épocas, crecimos con otras tecnologías ahora arcaicas. ¿Para usted qué tienen de bueno y de malo los teléfonos inteligentes?
Mira, lo bueno que tienen es la conectividad, y lo malo que tienen es que mucha gente los ha usado paran presumir, para crear envidias, para amargar a mucha gente. Tienen su lado negativo. Debe ser muy consciente en los mismos dueños de los aparatos y que se controlen los contenidos porque, sí, está creando un problema social esta provocación por las envidias por los contenidos.
—Y contenidos que no son aptos para los niños…
Cierto, es necesario una revisión importante en contenidos.
—Usted es coleccionista de fósiles, huesos, dinosaurios, de piedras, de obras de arte, de monedas, de obras de arte, de miles de corbatas -hay un video- de una corbata que se ponía en cada sesión del Senado. Parece que ha tenido todo en la vida ingeniero, ¿pero no le gustaría viajar al espacio?
Lo pensé mucho tiempo, de hecho fui muy amigo del capitán del Apolo XVII, Eugene Cernan, que estuvo dos veces en la Luna y el voló Géminis. Voló todos los proyectos del Apolo en la NASA, igual Mercurio. Recuerdo que una vez le comenté y me decía: ‘ya no te tocó’. Y esa ilusión ya no la tengo. Me encantaba seguir los programas espaciales. Oyendo en la radio las conversación de los astronautas con Houston. Fui amigo del capitán del último Apolo.
—Pero ahora que está tan a la mano un vuelo privado…
Sí, pero es lo que te digo, ya se me pasó el tiempo. Empieza n a hacer vuelos más frecuentes pero creo que van a ser a precios estratosféricos, y para sacarte a la estratósfera será como echarte un clavado.
—¿Es cierto lo que publicó alguna vez Abraham Nuncio en La Jornada, que se compró usted un Apatosaurio de 20 millones de dólares?
No, ese animal no puede costar tanto. Su valor es de cerca de dos millones de dólares y lo compró mamá, y de hecho ahora está en el Parque Fundidora en el Museo del Papalote. Se los prestamos cinco años, que por cierto se acaba de vencer ese plazo; de hecho se vendió un T-Rex valuado en 32 millones de dólares, y en días pasados, se vendió un T-Rex en 12 millones de dólares. Pero yo no creo que un Apatosaurio alcance los 20 millones de dólares.
—La pregunta siguiente es precisamente la subasta de antier en París. Fueron 7.7 millones de dólares y se desconoce quien ganó la puja. ¿No es usted? ¿No pujó?
No, yo tengo un Tricerato que se exhibirá en el Milarca, pero te digo yo ya cerré mi etapa de andar compre y compre cosas, y ahora ando más preocupado en cómo mostrarlas, exponerlas o presentarlas en museos que es lo que estoy ahorita trabajando.
—Ingeniero, ¿alguna vez de sus padres lo llevaron a la lucha libre? ¿ Y quién ha sido su luchador preferido?
No me llevaron mis padres pero yo era muy asiduo y veía a la Parka y otros luchadores. Me encantaba darles la vuelta para verlos y me dedicaron sus luchas. Claro que me tocó ir muchas veces de candidato y ya nos conocíamos, y obviamente me dedicaron sus actuaciones aunque no siempre gané.
—Se dice en el argot popular que lo más serio en México es la lucha libre, ¿Usted cree eso?
Sí, mi hijo Stefan que es jefe de psiquiatría del Hospital Universitario dice que a mucha gente la manda a la lucha libre. No se por qué, pero sí se los recomiendo.
—Ingeniero, ¿usted conoció primero el Central Park, los Campos Elíseos o el Zócalo de la Ciudad de México?
No, el Zócalo. Desde muy niño me tocó ir con mis abuelos. Íbamos a la Ciudad de México y había una galería de antigüedades que se llamaba La Granja, estaba muy cerca del Zócalo. Entonces desde muy niño me gustó conocerlo.
— ¿Dónde le gustaría vivir aparte de su casa?
En Almagro (España), en Ciudad Real que es donde estoy restaurando una propiedad.
—¿Y en México?
En México, la realidad, uno de los lugares que a mí más me gustan es Campeche, o Mérida, que serían los lugares de una vida extraordinaria que tienen unos lugares espectaculares.
— El ingeniero Mauricio Fernández ¿qué sacó de su padre don Alberto, y a su madre doña Margarita?
Pues mira yo no sé lo que saqué a cada quien, lo que sí te digo es que yo estuve más pegado del lado de mi mamá que de mi papá. Todo lo que era cultural, museos, artistas plásticos o lo que fuera, estuve más cerca de mamá que de papá.
—Hay una frase coloquial que decimos los mexicanos: “el dinero no lo es todo en la vida ¿Usted la comparte o qué le agrega?
Yo te diría que el dinero tienes que verlo como tal. Por decirte algo, la cultura en mi familia la tenemos en el sentido de que a los hijos hay que darles lo que ocupen, en educación, y para eso haz el esfuerzo que puedas para que consigas el dinero necesario para que eso se dé, pero no para gastártelo.
Esas frase de padre millonario, hijo caballero y nieto pordiosero demuestran mucho de que hay de gente talentosa que hace grandes fortunas y que las siguientes generaciones de manera irresponsable las malgastan. Yo si creo que las personas que hacen estos esfuerzos deben preservarse, y que las siguientes generaciones no tan fácil tengan acceso a esas cantidades.
—¿Usted también comparte la frase de que el dinero que se va, regresa?
No, por eso te digo que el gasto irresponsable no vuelve jamás. El gasto responsable por supuesto que puede volver. Simplemente porque tu puedes gastar en relaciones públicas, en tratar gente que te pueda llevar a una rentabilidad, pero simplemente eso de gastar por gastar no tiene vuelta.
—De todas las colecciones, de todas las piezas que tiene ¿cuál es la que más aprecia, la que más le costó obtener?
El techo de Almagro. El más grande de ellos es de 1535 y por lejos es el techo más grande. De hecho la semana que viene van a empezar a desmontar y a montar. Los otros techos ya están montados en el nuevo recinto de La Milarca, pero es un techo que yo lo compré a los 25 años. Entonces para mi es el que cambió mucho mi vida. Es un proyecto que hice que valiera la pena, poderlo legar y compartir con la comunidad.
—¿Y cuál es la pieza que quisiera tener y no ha podido?
Durante muchos años he buscando una pieza románica de los años 1200 ó 1100 del lado de España, de Barcelona, y curiosamente hace dos o tres meses me ofrecieron algo exactamente de lo que yo andaba buscando en toda mi vida. La negocié, la compré y luego se rajaron. Entonces me quedé otra vez igual, esperando que llegue una que me llene el ojo.
—También lo hemos visto en los videos, haciendo postres y combinando bebidas. ¿Le gusta mucho la cocina, siempre le ha gustado o lo hizo a propósito a raíz de meterse a las redes sociales?
No, cuando estuve en Estados Unidos la en universidad dos años fui cocinero en la casa donde yo vivía, y siempre me ha gustado la cocina. Ahí el arreglo era de que yo cocinaba y los demás limpiaban. Se hacía un mugrero espantoso pero seguramente les gustaba la comida si no, no me hubieran dejado seguir.
—¿Pero eran experimentos o era lo que había aprendido en casa, de su mamá…?
Bueno, yo tenía una abuela paterna, una gran cocinera y todavía tengo una maravilla de platillos inventados por ella, pero siempre me ha gustado la cocina.
—Ingeniero después de tanta polémica de La Milarca, los vecinos, la autoridad, ya va en la última fase. ¿Tiene un cálculo de lo que va a exhibir, de lo que va a ofrecer al público, cuánto vale todo eso?
De cosas mías son como 125 millones de dólares, aparte de los techos que son donados y lo que es del gabinete que hasta ahora lo que tienen los museógrafos son como 65 millones de dólares. Si sumas los techos con lo que va del gabinete, pues son los 125 millones de dólaress.
—¿En la política quiénes han sido los amigos de Mauricio Fernández, dentro del PAN o fuera?
Tengo una identificación con gente de todos los partidos. Yo no he tenido un partidismo así, enfermizo, siempre he tenido una pluralidad en la parte política. De hecho he tenido contacto con Cuauhtémoc Cárdenas, hoy me habló y luego le hablé por la condolencia, perdió a su esposa; mi compadre Lucas De la Garza, del PRD, amigos de toda la vida, con Jorge Treviño que fue gobernador tenemos toda la vida desayunando todas las semanas. Yo manejo la política sin tomar en cuenta los partidos.
—De Carlos Salinas, Fox, Calderón, Peña Nieto, AMLO, para usted ¿quiénes merecerían el cielo y quiénes el infierno?
Creo que podríamos ponerlo en estos términos. Al que más conozco es a Carlos Salinas, hasta amistad tenemos y con los demás una amistad que de alguna forma se podría decir que Fox. Con Calderón sí tuve muchas diferencias aunque al final de cuentas las superamos, y AMLO tiene un proyecto de Nación muy diferente a los anteriores.
Entonces yo creo que lo más importante es, no lo que piensa uno y otro, sino lo que piensa el pueblo mexicano. Yo por eso soy muy respetuoso de lo que están tratando de hacer, y no creo que me despierto para ver a quién me friego hoy en la mañana, más bien debes pensar que la gente actúa de buena fe aunque no concuerdes con lo que están tratando de hacer. Yo nunca he pensado que sea gente malintencionada.
—¿Sigue pensando que AMLO sigue manejando un gobierno de ocurrencias, un tanto intrépido?
No soy muy dado a creer en las improvisaciones de las mañaneras. Yo no creo en ellas, pero respeto si él las quiere hacer. A los gobiernos les falta más visión, de tiempo y de poder juntarnos para llevarlas a cabo. Entonces las improvisaciones son cortoplacistas. Y creo que a México le falta más visión de tiempo que el corto plazo, por eso estoy en contra, más en estos momentos, de andar con cosas que se consideran como improvisaciones u ocurrencias, como les quieras llamar.
—¿Le gusta el futbol, es tigre o rayado?
Mira, todos los tigres son rayados, jajaja. Aunque sean albinos se les ven las rayas. No, la realidad he sido una persona que ha apreciado al ingeniero Alejandro Rodríguez, fue mi jefe en Grupo Alfa, “el inge”, además siempre pudo colaborando gratuitamente durante mis alcaldías aunque era presidente en Tigres. Entonces, por muchas razones y partiendo de él, me hice súper Tigre.
—¿Mauricio Fernández es católico, apostólico y romano? ¿A quién se encomendó cuando ha estado malo de salud, o en las operaciones a las que se ha sometido?
En el aspecto religioso soy muy respetuoso, y no puedo pensar que tu religión es la buena y todas las demás son malas, cuando hay una cantidad de religiones, empezando por la católica que es una mayoritaria en el mundo. Entonces yo creo que lo importante es no asumir las religiones como tales, sino pensar en un ser superior más que una religión, que de hecho todos creen en un ser supremo, un dios, más que en las cosas que marca cada religión.
—¿Confía en el gobernador Samuel García, de 33 años? ¿Cree que la sacará del cuadro, como se dice en el beisbol?
Es un gran reto si tu eres una persona con muchas aptitudes y buenos propósitos. Tiene por supuesto unos problemas muy complejos (en Nuevo León), sobre todo en el tema económico, pero bueno, no tengo la menor duda que le va a echar todas las ganas.
— Después de perder el 6 de junio cuando buscaba la cuarta alcaldía de San Pedro y anunció que se retiraba de la política, ¿le podemos creer o no? Porque está muy entero.
Cada quien puede creer lo que quiera., pero yo tuve muchos proyectos y ese me gustó mucho porque precisamente, contrario a la improvisación de las mañaneras, (como candidato) hicimos un proyecto que a mi me gustó mucho y que era una visión muy largo plazo, ciudadanizado, y la primera propuesta en la historia de México de cómo co-gobernar.
Nunca nadie la había presentado y si no la entendieron me da lo mismo. Además te voy a decir otra cosa yo ya sabía que tenía cáncer y sufrí muchísimo durante la campaña con unos dolores espantosos, y se me hizo muy irresponsable bajarme porque me tocó unir a tal partido. Por primera vez los grupos que habían sido diferentes, históricamente todos coincidieron conmigo. Se me hizo muy bonito unir al PAN, independientemente de los resultados.
— A los 71 años ¿qué le ha faltado ser: gobernador de Nuevo León, pensó en ser presidente de la República?
Candidato a la presidencia me la ofreció Luis H. Alvarez. Y gobernador me han ofrecido varias veces, hasta el propio presidente de México. La realidad es que hay un momento en el cual lo consideré prudente, y otros momentos ya no lo consideré prudente.
Pero el ejercicio de la política o el ejercicio de buscar un puesto público pues a mi me motivó en el último caso a aspirar porque, te digo, fue un reto muy bonito que primero empezó con las nuevas generaciones -que yo creo que el PAN está muy alejado de los jóvenes-, y hay que hacer un replanteamiento de buscar un acercamiento con los jóvenes.
Un replanteamiento a largo plazo, un replanteamiento ciudadanizado y un replanteamiento con co-gobernanza. Entonces juntamos todo eso en una propuesta. Me ha pasado muchas veces en mi vida, que yo presento cosas, como cuando hice la cerveza Casta y me adelanté 20 años a las cervecerías artesanales.
En realidad eso a mi no me importa, yo no las considero derrotas. De todas las experiencias aprendes mucho. A mí me da mucho gusto esa cercanía con la gente.
—Su hijo Martel estará cumpliendo 33 años en este año. ¿Cómo le hubiera gustado verlo realizado, qué le diría si lo tuviera a su lado?
Yo he sido muy respetuoso de que cada hijo busque su camino. De hecho él tuvo inquietudes para el sacerdocio y luego decidió abandonarlas, y cada hijo ha agarrado un camino radicalmente diferente del otro.
Entonces lo bonito que tu, como padre, dejes la responsabilidad de encaminarlos, de encausarlos a lo que realmente aspiran. Uno psiquiatra, uno vive en Dallas, otro en Alemania pero todos muy contentos y todos muy realizados, que es lo que debes de buscar.
—A lo mejor mi pregunta es muy obvia: ¿tardó mucho en superar la pérdida de su hijo?
Es algo que sin duda me dolió una barbaridad que nunca la olvidaré, pero a la vida hay que darle vuelta a las páginas. No te puedes quedar… Fue una gran tragedia, y simplemente para mi tenía que verla como tal que lo extrañaría para siempre. Y tenía que continuar con las cosas que estaba haciendo, echándole ganas, y no podía dejarlas de lado porque había pasado esa tragedia.
La tragedia había pasado y tampoco podía remediarla. Tenía que continuar la vida.