Los colores morado, verde y negro dominaron la marcha que recorrió las calles del centro del Monterrey con motivo del Día Internacional de la Mujer y que fue conformada por más de cinco mil adultas, adolescentes y niñas que clamaban justicia por las desaparecidas y muertas, además de pedir un alto a la violencia en contra del género femenino.
Irónicamente, el reclamo contra la violencia se volvió violento cuando, al final de la parada, un grupo incendió las puertas del Palacio de Cantera, rompió los vitrales del inmueble, rayó las paredes e ingresó al inmueble para provocar destrozos.
Incluso una parte del Museo de Historia Mexicana fue dañado por el grupo por lo que el gobernador, Samuel García, aseguró que “habrá consecuencias”, aunque también adelantó que él pagará con su dinero la reparación de los daños.
La jornada inició tranquila, luego de que las mujeres en Nuevo León volvieron a tomar las calles después de un año de no poder llevar a cabo su movimiento por motivos de la pandemia.
Con una jornada cultural, la feministas comenzaron sus actividades en la Explanada de los Héroes en punto de las 17:00 horas; muchas estuvieron cantando, otras pintando los carteles que portarían durante la marcha y algunas más haciendo compras en el mercado que apoyó la causa de las manifestantes.
Durante dos horas, las presentes se unieron a los contingentes de la marcha aprovechando la ocasión para tomarse una foto portando algo que las identificará como feministas, como pañuelos color morado que está asociado a la lucha de la mujer y el verde que significa estar a favor de los derechos sexuales y reproductivos.
En punto de las 19:00 horas, maestras, antiespecistas, ciclistas, mujeres trans y personas no binaria, estudiantes, madres de familia, mujeres con discapacidad, mujeres indígenas y rurales, iniciaron su marcha sobre la calle Zaragoza.
Posteriormente continuaron su recorrido por Juan Ignacio Ramón, Benito Juárez, Ocampo y Juan Zuazua hasta concluir su recorrido de una hora en el mismo punto de partida, frente al Palacio de Gobierno.
El contingente fue compuesto por una batucada, vocería, mujeres con discapacidad, maternidades e infancias, familias de desaparecidas (FUNDENL) y por último mujeres diversas.
Las consignas que fueron ensayadas dos horas antes, fueron gritadas durante 60 minutos en las calles principales del centro de Monterrey entre las que destacaron:
“Me cuidan mis amigas no la policía”, “Ni una menos, vivas
nos queremos”, “La calle y la noche, también son nuestras, ninguna, agresión si respuesta”, “Vivas las llevaron, vivas las queremos”, “Ni una mas, ni unas mas, ni una asesinada mas”, “Ni cis ni trans ni una muerta mas”, entre muchos otros.
La marcha estuvo acompañada por trabajadoras de Derechos Humanos, quienes se unieron a la brigada para observar y registrar que se garantizara los derechos a la libre manifestación de todas las asistentes además de los 150 elementos de Policía y Tránsito, en su mayoría mujeres, que el Gobierno de Monterrey brindó para seguridad las participantes.
LLEGA EL VANDALISMO
Tras concluir la marcha, las manifestantes llenaron la Explanada de los Héroes y volvieron a gritar las consignas que utilizaron durante su recorrido. Al retirarse la batucada, se supone que daría por concluida la jornada del 8 de marzo.
Sin embargo, un grupo mujeres decidió continuar en el lugar y se subieron en las orillas de las ventanas del Palacio de Gobierno, tras varios intentos lograron romper los cristales del edificio y abrir la puerta principal.
Ante las miradas de otras mujeres que participaron en la marcha, comenzaron a quemar los carteles que portaban.
Los vitrales que fueron destrozados fueron los de Miguel Hidalgo y Costilla y Benito Juárez, además de otros cuatro en forma de medallón que mostraban a Fray Servando Teresa de Mier y Noriega, Mariano Escobedo, Gral. Zuazua e Ignacio Zaragoza.
Los originales fueron dañado por vándalos encapuchados en la protesta contra el gasolinazo durante enero del 2017.
A diferencia de otros años, en esta ocasión el gobierno del Estado no resguardó los monumentos ni el exterior del recinto histórico, lo que facilitó al grupo de mujeres hacer daños de pintas y quemas en la fachada principal.
PIDE PERDÓN A LAS FEMINISTAS
Por primera vez, la esposa del gobernador se unió a la marcha en el Día Internacional de la Mujer. Mariana Rodríguez Cantú, también titular de la Oficina Amar a Nuevo León, recorrió las calles del centro de Monterrey acompañada de cientos de feministas.
Aunque no se le vio concluir la marcha en la Explanada de los Héroes, estuvo en las primeras actividades cantando y brincando las consignas que preparaban las manifestantes antes de tomar las calles.
A través de su cuenta de Facebook, Rodríguez Cantú, explicó el motivo por el que acudió a su primer marcha.
“Hoy acudí a mi primera marcha en el Día Internacional de la Mujer. Acudí en silencio. Acudí por mí y por todas”.
Rodríguez Cantú pidió perdón por estar ajena al movimiento tras por pensar que no tenía porque participar sino sufría violencia.
“Quiero empezar por pedir perdón. Perdón a todas aquellas que ya no están con nosotros, perdón a todas las que no alcanzaron a recibir ayuda, perdón por todas aquellas que sufrieron violencia de manera invisible. Pero sobre todo, perdón por haberme sentido ajena tantos años, por haber pensado que como yo no sufrí violencia, yo no tenía por qué marchar. Perdón por haber juzgado desde mi privilegio.
“Perdón por haber dicho que no era feminista. Aprendí tanto, aprendo tanto y seguiré aprendiendo tanto que, hoy más que nunca, estoy consciente de la gran responsabilidad que tengo y de los grandes cambios de fondo que debemos hacer”, escribió Rodríguez Cantú.