
Alejadas de los reflectores y la atención mediática que acapararon recientemente los casos de María Fernanda y Debanhi, otras cientos de familias en Nuevo León buscan también a sus desaparecidas.
Son hijas, hermanas, madres, primas, novias, esposas y amigas que tuvieron la “mala fortuna” de nacer en un país en donde ser mujer es sinónimo de “permiso” para ser violentada bajo una cultura machista y un sistema de justicia ineficiente.
Como cada mañana Gerardo Martínez se levanta y por impulso lo primero que hace es llamar al celular de su hija Yolanda Martínez Cadena con la esperanza de que lo responda, pero hasta ahora lo único que escucha es la contestadora mandándolo al buzón de voz.
El 31 de marzo la mujer de 26 años salió de la casa de su abuela en busca de trabajo y nunca más regresó.
El último registro que se tiene de su paradero es gracias a la cámara de seguridad de un vecino de la colonia Constituyentes de Querétaro de San Nicolás, donde se le va caminando con solicitud de trabajo en mano.
“Estamos viendo si en alguna de las cámaras se puede ver cuando se sube a una ruta de camión o que haya cruzado y que se haya dirigido al centro de Apodaca o San Nicolás.
“Yo creo que pudo haber ido a algún lugar a buscar trabajo porque su abuelita menciona que ese día Yolanda compró una hoja de solicitud, pero no sabe si alcanzó a llenar la hoja“, dijo don Gerardo.
Desde entonces, su ausencia lastima el alma de cada uno de sus familiares, quienes a la sombra de otros casos más mediáticos buscan, de sol a sol, a la también madre de una pequeña de tres años.
“El miedo y la incertidumbre nos está matando”, aseguró don Gerardo, quien cada mañana, con las pocas ganas que le restan sale a las calles de Monterrey para buscar a su hija.
Desde temprana hora, el vecino del municipio de Juárez sale cargado de volantes con el rostro de su hija, mismos que distribuye a los peatones o pega en los postes de la ciudad.
Con lágrimas en los ojos, el padre de familia recuerda que el día de su desaparición conversó por WhatsApp con Yolanda, pero nunca imaginó que esa tarde le perdería el rastro a su hija.
Poco después de las 7:00 de la tarde del 31 de marzo recibió el último mensaje de su hija Yolanda, en el que la joven le aseguraba que regresaría a su domicilio de la colonia Hacienda San José al día siguiente.
“¿Dónde estás?, le pregunté por WhatsApp y me respondió que en San Nicolás, que mañana se iría a casa, pero nunca más apareció”, mencionó el vecino de Juárez.
Su desesperación lo ha llevado a buscar apoyo en colectivos que buscan desaparecidos en el estado, así como en amigos y familiares.
Don Gerardo tuvo el infortunio de que el caso de su hija fue eclipsado por el de Debanhi Escobar con la consecuente indiferencia de las autoridades.
No fue hasta que varios medios locales retomaron el caso que la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León lo llamó para informarle que “retomarían las investigaciones de Yolanda”.
La tarde del 22 de abril, justo el día de las manifestaciones y protestas por la muerte de Debanhi, el sexagenario convocó a una concentración en la calle Gaspar 213 de la colonia Constituyentes de Querétaro para recordarle a las autoridades y la ciudadanía que aún falta Yolanda.
La convocatoria fue atendida, pues amigos y familiares de la joven marcharon por las calles del municipio de San Nicolás para exigir su regreso.
Alrededor de un centenar de personas se reunieron en la plaza pública de la colonia donde iniciaron una marcha para exigirle a la Fiscalía General de Justicia en la entidad el regreso de la joven madre de una niña de tres años de edad.
Portando una pancarta con la imagen de la joven, los manifestantes realizaron la renuncia de los funcionarios de seguridad pública en la entidad.
El grupo caminó por la avenida Conductores y López Mateos con la intención de llegar a la avenida Rómulo Garza.
En este lugar el grupo bloqueó la circulación vehicular en exigencia de que la Fiscalía cumpla con su trabajo y los apoye para encontrar a Yolanda como lo han hecho con otras mujeres.
Y es que, de acuerdo a una hermana de la joven desaparecida, la Fiscalía General de Justicia en la entidad los ha ignorado y no les ha brindado ningún tipo de apoyo para encontrar a su familiar.
Incluso denunció que los dos videos que circulan en redes sociales y muestran a Yolanda caminando por las calles de San Nicolás, fueron obtenidos gracias a sus propios esfuerzos.
La marcha fue escoltada por elementos de tránsito; no se reportaron incidentes.
MAYELA ÁLVAREZ RODRÍGUEZ
Hace tres años Mayela Álvarez Rodríguez se sumó a las protestas para exigir a las autoridades dar con el paradero del joven Roy Rivera, víctima de desaparición forzada el 11 de enero de 2011.
Sosteniendo una hoja con las leyendas #8AñosSinRoy #FuerzaLetty #FuerzaRoy #FuerzaFUNDENL, la secretaria técnica del posgrado de antropología del CIESA Noreste alzó la voz para hacer eco de una súplica que, lamentablemente, hoy también repiten sus propios familiares.
Y es que, desde el 11 de agosto de 2020 Mayela está ausente. Hoy, la mujer forma parte de los cerca de 5 mil desaparecidos en Nuevo León, según cifras de organizaciones no gubernamentales presentadas ante miembros de la ONU en noviembre de 2021.
El caso de Álvarez Rodríguez, como la mayoría, está marcado por la ineficiencia de las autoridades que, en los hechos, representan más un lastre que un apoyo, tal y como ya ha sido evidenciado en varias ocasiones por la familia y amigos de la mujer desaparecida de 43 años de edad.
El día 11 de cada mes, sus compañeros del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESA) y familiares realizan un pronunciamiento puntual para evidenciar el trabajo casi nulo de la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León en el caso de Mayela.
El 11 de agosto de 2020, Mayela ingresó a esta lamentable estadística: la vecina de la colonia Del Lago de San Nicolás salió de su casa con destino al Barrio Antiguo de Monterrey… pero nunca llegó.
El último contacto que se tuvo con ella fue por teléfono, durante la mañana, cuando informó que ya iba camino a su trabajo.
La madre de familia nunca expresó temer por su vida o tener problemas con alguien, por lo que la conclusión más certera con el paso de las horas fue: Mayela no desapareció a Mayela la desaparecieron.
A 24 horas de su ausencia la familia de la también ex atleta reportó ante la Fiscalía los hechos solo para dar comienzo a un auténtico viacrucis.
Han transcurrido 20 meses desde que sus hijos (hoy de 18 y 13 años) vieron por última vez la sonrisa de su madre; han transcurrido 20 meses desde que unos padres abrazaron por última vez a su hija; han transcurrido 20 meses desde que unos compañeros de trabajo escucharon por última vez despedirse a la secretaria técnica del CIESAS y han transcurrido 20 meses desde que las autoridades estatales han ignorado cada aporte hecho por la familia y amigos para dar con el paradero de Mayela.
Desde dilación hasta negligencia y falta de capacitación técnica son algunos de los errores que los seres cercanos a la hoy ausente han detectado en la Fiscalía de Nuevo León y la Comisión Local de Búsqueda.
Con el afán de presionar a las autoridades para que hagan su trabajo, la familia de Mayela interpuso desde septiembre de 2020 una denuncia ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), pero la petición quedó solo en un intento fallido.
Tal ha sido la ineficiencia de los dos organismos locales, que tanto la Fiscalía General de la República (FGR) como la Comisión Nacional de Búsqueda han tenido que intervenir para apoyar con algunas pesquisas.
A finales de 2021, gracias al análisis de los organismos federales, se logró captar datos de geolocalización que permitían iniciar la búsqueda de Mayela, pero la Comisión Local de Búsqueda tradujo la información como un escenario fatídico y arrancó las pesquisas para dar con los restos de la madre de familia.
Asesorados jurídicamente por la Asociación Civil Alternativas Pacíficas, la familia de Mayela ya analiza la posibilidad de solicitar que la FGR y la CNB atraigan el caso de la joven ante la inacción y negligencia de los organismos locales.
Y es que, según los cercanos a la ausente, ni siquiera se ha llamado a declarar a la última persona con la que estuvo el día que fue desaparecida.
En el último comunicado del instituto, lanzado el 11 de abril, alzan la voz ante la feminización de las desapariciones y exigen a las autoridades locales a reconocer la desaparición de mujeres como un problema real y tangente.
FRIDA Y MUCHAS MÁS
Durante las pesquisas para dar con el paradero de Debanhi Escobar, la Fiscalía localizó cinco cuerpos más de mujeres desaparecidas. Lo anterior, es solo un reflejo de la situación actual por la que atraviesa en la entidad.
Lamentablemente, la mayoría no alcanza los reflectores mediáticos para que las autoridades ofrezcan equipos caninos, aéreos y hasta recompensas para su localización.
Frida Yoatsi Flores Navarro fue víctima de desaparición a la misma edad de Debanhi (18 años), pero entre ambos casos existe una atención abismal de los medios y las autoridades, que ha dado como resultado nulos avances en la investigación a ocho meses de perderle la pista.
El 21 de agosto de 2021 la joven fue vista por última vez en la colonia Unidad Habitacional Nueva Independencia de Apodaca y desde entonces poco se ha sabido de su paradero.
De acuerdo con su mamá, Erika Navarro, ellos también intentaron contactar al gobernador Samuel García, pero la respuesta fue un largo silencio que se prolonga hasta el día de hoy.
Con sus propios recursos y contra todo pronóstico, los familiares de Frida, quien recientemente cumplió 19 años, buscan desesperadamente un indicio que los lleve al paradero de la joven.
Entre las acciones que emprendieron fue crear una página de Facebook llamada Buscamos a FRIDA, en donde los usuarios pueden dejar información que ayude a dar con su ubicación.
El calvario de las mujeres en México continúa y en Nuevo León no es la excepción. La crisis de inseguridad de la que son presas las ha llevado a replicar las manifestaciones del 8M ya en dos ocasiones más en poco más de dos meses y la tendencia parece no frenarse.
La lista de nombres de mujeres víctimas de desaparición es larga y lo que más le preocupa a los ciudadanos es que, al final, terminen convirtiéndose solo en una cifra para las autoridades.
‘SI NO PUEDEN, QUE RENUNCIEN’, EXIGE SENADORA
La senadora de la República por el estado de Nuevo León, Indira Kempis, consideró que si el secretario de Seguridad Pública y el Fiscal General de Justicia en la entidad no son capaces en su obligación de proteger a las mujeres de la entidad, deben de renunciar al cargo.
Entrevistada durante su participación en la marcha para exigir justicia en el caso de Debanhi Susana Escobar y las mujeres desaparecidas en Nuevo León, la legisladora emanada de Movimiento Ciudadano dijo que ante los reclamos ciudadanos contra Fasci y Guerrero, se deben de tomar acciones.
Esto es, que si no cumplen con su labor, que es darle protección a las mujeres, entonces tienen que dejar sus cargos.
“Si no hacen bien su trabajo se tienen que ir, eso pasa en cualquier otra situación, si no da resultados la gente se va”, expresó.
La compañera de fórmula del hoy gobernador, Samuel García, cuando compitió por un escaño en el Senado de la República, hizo un llamado para que si hay responsables por la muerte de Debanhi sean llevados a la justicia.
“Hacemos un llamado a las autoridades para que respondan y encuentren a los culpables y los responsables”, sentenció.
LUNES NEGRO
El pasado 18 de abril fue un ejemplo de lo funesto que es el problema de las mujeres desaparecías en Nuevo León, luego de que en 24 horas se registraran tres feminicidios y el hallazgo del cuerpo de otra que estaba reportada como desaparecida.
Esto pasó luego de que el gobernador Samuel García presentara el 11 de abril el Grupo Especial de búsqueda de desaparecidos, integrado por 200 elementos de la policía estatal fuerza civil.
El primer caso fue el de María Jessica Karina Ramírez Ruvalcaba, de 29 años de edad, quien no había sido localizada desde el 13 de abril, de acuerdo a la ficha de búsqueda emitida por la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) y el Grupo Local de Búsqueda de Personas.
La mujer había sido vista la última vez en su casa en la colonia Francisco Villa y su cuerpo fue encontrado en la calle Praxedis Giner, de la misma colonia, a unos 600 metros de su domicilio.
El cadáver, en estado de putrefacción, con sostén y las uñas pintadas, estaba envuelto en una cobija, y hasta ahora las autoridades no habían revelado las causas del fallecimiento.
Horas después dos mujeres fueron asesinadas en el municipio conurbado de Cadereyta.
A las 3:35 horas se reportó una mujer que estaba lesionada con una herida de bala en la cabeza, en un lote baldío cercano a la calle Puerto San José, de la colonia Bella Vista.
La mujer de unos 35 años, de cabello cobrizo, fue transportada al Hospital Universitario donde fue declarada muerta dos horas después.
Se desconocen las causas por las que presuntamente fue privada de la vida.
A las 6:42 horas se reportó en el mismo municipio otro crimen, manejado por la autoridad como feminicidio, en la calle Girasol, en la colonia Valle del Roble.
En ese sitio, en plena vía pública, fue encontrada sin vida una mujer, no identificada, que presentaba varios impactos de bala.
En García, una mujer fue asesinada esa tarde de un balazo el interior de una casa, en la calle Grutas de Lotlún, en la colonia Valle de las Grutas.
Elementos de Seguridad Pública acudieron al sitio de los hechos y encontraron tendida en la cocina a la mujer herida, que se encontraba con su pareja, quien dijo que había salido a la tienda y al regresar la encontró. La mujer de unos 20 años pereció en el lugar.