Por Redaccion
Reynosa, Tam.
Aunque no provocó daños graves en las comunidades urbanas, la crecida del río Bravo dejó inundaciones, pérdidas económicas y daños en varias comunidades rurales de Matamoros, Reynosa y Valle Hermoso.
Y es que el aumento en el cauce del Bravo provocó un incremento en las aguas de arroyos y drenes ubicados en el campo fronterizo, provocando el aumento de las aguas y la evacuación de cientos de personas.
Una de las comunidades más afectadas fue el ejido San Lorenzo, ubicado sobre la carretera a el puerto El Mezquital en Matamoros, donde medio centenar de personas quedaron temporalmente incomunicadas después de que el arroyo “del Tigre” se desbordara y anegara el puente que sirve como acceso principal a esta comunidad rural.
Saúl Hernández Bautista, director de Protección Civil en Matamoros, informó que se trató de construir un muro de contención en el dren que se conecta con el arroyo, sin embargo, el agua superó la barrera, provocando la inundación.
Ante ello fue necesario que las autoridades evacuaran por medio de lanchas a los residentes de este poblado.
Desde la mañana del pasado 19 de julio, los habitantes del ejido ingresaban a sus casas por medio de lanchas motorizadas –pues la corriente es muy fuerte–, para intentar poner a salvo documentos importantes, aparatos electrónicos, animales y reforzar las protecciones de sus casas.
En un recorrido realizado en el ejido, se observó que la mayoría de las casas estaban solas y sólo se podía ver a un grupo de hombres en una camioneta apoyando a sus vecinos a sacar de los hogares los artículos que podrían dañarse.
Y es que en este lugar el nivel del agua está subiendo por las calles de la comunidad rural, además de que ya traspasó uno de los diques que construyeron los campesinos para intentar detener los daños.
Rosa Ramírez, habitante del ejido señaló que su esposo era uno de los lancheros que ayudaba a cruzar a la gente para que recogiera sus pertenencias.
“Ya cuando termine mi esposo de ayudarle a todos, nos vamos a salir nosotros”, dijo mientras sostenía una niña en brazos.
La mujer manifestó su miedo de perder sus pocas pertenencias pues el arroyo registraba tres metros de altura.
De hecho, buscando que estas aguas no perjudiquen más comunidades rurales, personal de la Junta de Aguas y Drenaje de Matamoros (JAD) construyeron un bordo de contención para obstruir la corriente del agua que llega desde el vaso “Control 1”.
Roberto Méndez, gerente técnico de la JAD de Matamoros, informó que se espera que este bordo proteja al resto de las comunidades rurales cercanas al ejido San Lorenzo.
“Es preponderante que se forme una barrera y evitar que el flujo del agua siga hacia el Arroyo del Tigre”, indicó.
EJIDOS DE REYNOSA, AFECTADOS
En la zona rural de Reynosa, alrededor de 600 personas, residentes de los ejidos Los Cavazos, Estación Anzaldúas, Reynosa-Díaz y El Barranco fueron perjudicadas con las inundaciones provocadas por el desfogue de las presas.
Benito Sáenz Barella, regidor del Ayuntamiento de Reynosa, informó que estos ejidos se encuentran en el sector de la carretera Ribereña, muy cerca del río Bravo.
Explicó que el reporte oficial indica que en Estación Anzaldúas un total de 57 casas registraron afectaciones por la crecida del agua, mientras que en Los Cavazos fueron 60 viviendas las dañadas.
En el caso del ejido El Barranco y Reynosa-Díaz el número de hogares afectados fue menor, pero de todas formas se está apoyando a los residentes de estas áreas con la entrega de despensas, un paquete de artículos de aseo personal, algo de materiales de construcción y colchonetas.
Además se está gestionando que sus habitantes sean incluidos en el Programa de Empleo Temporal para que mientras trabajan en la reconstrucción de sus casas y los caminos que conectan a sus comunidades, puedan recibir un sueldo por parte del gobierno federal.
Sáenz Barella explicó que la mayor parte de los damnificados en estas comunidades se refugiaron con familiares que viven en zonas más altas, por lo que no fue necesario que utilizaran los diferentes albergues de las autoridades pusieron a su disposición.
Incluso muchas personas se encargaron de salvaguardar sus pertenencias, donde hubo casos en los que se tuvieron que utilizar lanchas para poder ingresar a las zonas anegadas.
Tal es el caso del ejido Estación Anzaldúas, ubicado a 12 kilómetros de Reynosa, donde varios residentes del sector utilizaron balsas para poder sacar de sus viviendas las pocas pertenencias que no fueron afectadas por la crecida del agua.
EL EMPALME ANEGADO
En Valle Hermoso, cuatro comunidades rurales registraron inundaciones con lo que alrededor de 800 personas tuvieron que salir de sus casas y buscar refugio ya sea en el domicilio de algún familiar o los albergues instalados por las autoridades.
El reporte oficial indica que en el poblado El Empalme, 27 viviendas registraron daños por la crecida del río, por lo que sus habitantes tuvieron que abandonarlas.
Otras comunidades que también sufrieron daños fueron los ejidos Anáhuac, Las Blancas y El Sendero, cuyos habitantes debieron dejar sus viviendas debido a la crecida del agua.
Algunos de los afectados tuvieron que ser trasladados al gimnasio municipal del ejido Altamirano, donde las autoridades municipales de Valle Hermoso instalaron un albergue.
El alcalde de esta ciudad, Hamid Name Pineda, informó que en el albergue se entregó comida a los damnificados, además de que se están distribuyendo despensas, colchas y algunos materiales de construcción a quienes tuvieron que abandonar sus casas.
Cabe señalar que además de estas comunidades rurales, alrededor de 35 rancherías también se vieron perjudicadas con las inundaciones provocadas por la crecida del río Bravo. v
(Con información de Abraham Pineda, José Luis Mancha y Gerardo Ramos Minor)