El uso de terapia celular se ha convertido en una opción viable para el tratamiento de algunos males y aunque en la actualidad no se puede decir que cura todo, existen posibilidades de que con el paso del tiempo y el avance de las investigaciones esta opción sea más eficiente.
El cuerpo humano está compuesto por entre 10 y 100 millones de millones de células, de las cuales existen aproximadamente 200 tipos diferentes, cada una con su propia información, identidad y función.
En los últimos cinco años se han incrementado en un 100 por ciento las investigaciones sobre terapias celulares, con resultados que han sido alentadores, comentó Ramiro Ramírez, médico y ex presidente de la Asociación Mexicana de Cirujanos de Columna.
Ramírez explicó que el término “célula madre” está mal aplicado, lo correcto es llamarla “célula mesenquimal del adulto”, pues la definición deriva de la palabra en inglés “Trunk”, que significa “célula troncal”.
La célula mesenquimal del adulto es la que se encarga de reparar los tejidos y esa función puede aprofecharse para incrementar la posibilidad de éxito ante cualquier lesión, ya sea traumática (por golpe) o degenerativa (por el paso del tiempo).
“La célula mesenquimal del adulto es la que todos tenemos en mayor o menor proporción, es decir, un recién nacido tiene el 100 por ciento, mientras que una persona de 60 años solo le queda el 5 por ciento, entonces ese porcentaje de células son las que se encargan de repararnos cada segundo, cada minuto, todos los días, durante toda nuestra vida”, dijo.
La terapia celular es un tratamiento donde este material es inyectado en el paciente con el objetivo de proveer un reemplazo celular en el tejido dañado o liberar factores que favorezcan la recuperación funcional mecánica y anatómica del mismo.
“Cuando una persona llega a tener cualquier tipo de daño, ya se traumático por golpe o degenerativo, se puede recurrir a la aplicación de células, sin embargo, no todos los pacientes son candidatos a este tipo de terapias, tal es el caso de los que padecen Alzheimer, Parkinson, Huntington o con problemas degenerativos como de las articulaciones”, afirmó Ramírez.
Sin embargo el médico no tiene dudas de que en el futuro el uso de estas células va a ser una estrategia de tratamiento cada vez más utilizada.
HAY QUE CUIDARSE
Ramírez explica que se deben facilitar los elementos de reparación al cuerpo con acciones como una buena alimentación, pero también con una cultura de prevención.
“Culturalmente el paciente quiere gastar en salud solo cuando está enfermo, el problema que tenemos es que si te esperas hasta que te enfermes te saldrá más caro.
“Es igual que un carro, si esperas a que te falle probablemente la reparación te salga más cara que el mantenimiento, es exactamente el mismo concepto que el del cuerpo humano, es decir tenemos que alimentarnos bien, hacer ejercicio, cuidar posturas para que nos dure más”, dijo Ramírez.
También se recomienda combinar lo químico con lo natural, ya que muchas veces los pacientes -sobre todo crónicos degenerativos-, requieren de medicamentos y factores naturales de reparación.
Como cada paciente es diferente, la preparación del tratamiento muy importante, es decir el paciente diabético, hipertenso, con problemas de tiroides, de artritis reumática, que tiene sobrepeso, fuma, no hace ejercicio y viene deprimido, difícilmente le va a funcionar cualquier estrategia celular.
“Hay pacientes que antes de aplicar la terapia celular van a necesitar de dos, tres o hasta seis meses para preparar el terreno.
“También se puede dar el caso de un paciente que estaba aparentemente sano y sufre un infarto, a ese sí es importante agregarle terapia celular inmediatamente porque lo que interesa en ese momento es ayudarle con el infarto; ya después puede prepararse el terreno para investigar que lo llevo a tener el infarto, esta es una medicina muy personalizada”, sentenció.
LOS COSTOS
El costo de esta terapia puede variar, por ejemplo en una terapia celular sencilla oscila entre los 10 y 20 mil pesos; una terapia celular en una rodilla grado 3 puede llegar a 80 mil pesos, pero sale menos caro que una prótesis que cuesta entre 250 a 300 mil pesos.
Si alguna persona quiere arriesgarse a tomar terapia celular, el médico sugirió mucha comunicación con el paciente, ya que la probabilidades de éxito en el desgaste de rodilla varían; en la etapa 1 y 2 se tiene un 90 por ciento de éxito, en la etapa 3 baja a un 80 o 70 por ciento, en la etapa 4 es 20 o 10 por ciento de éxito y mientras que el 90 por ciento va a requerir de una prótesis.
“Cuando uno invierte en salud vale la pena porque como dicen, ‘sin salud no hay nada’, pero de repente sí comprendo que se puede hacer un gasto y no funcione, pero así es la medicina, a veces hay cirugías que no funcionan pero técnicamente si preguntas sobre el costo es muy variable porque depende de la enfermedad.
“La terapia celular o el usos de las célula mesenquimal del adulto, no es magia, no es para todos y no cura todo, simplemente es una estrategia de tratamiento que puede ser de mucha utilidad para evitar una cirugía, para mejorar estado previo de una cirugía o para aquellos pacientes que se sometieron a una cirugía y no tuvieron los beneficios que ellos esperaban”, concluyó.