La Casa de la Cultura es un templo en donde habitan espíritus del pasado. Aún vibra el movimiento de los familiares que recibían o a despedían a sus viajantes. La Antigua Estación del Golfo se transformó hace 40 años, pero su fachada es la misma, es la vieja casona estilo inglés que guarda historias, historias del Monterrey de finales del siglo XIX.
La construcción del edificio que se encuentra en la avenida Colón número 400 inició en 1891, por los contratistas norteamericanos J.R. y W.W Price en base a los planos que envió el arquitecto Isaac S. Taylor de Inglaterra.
Con la llegada del tren, la ciudad y sus habitantes sufrieron cambios. Acostumbrados a un estilo de vida un tanto pasivo y sin sobresaltos, el nuevo medio de transporte vino a revolucionar y a establecer un nuevo patrón de conducta en los nuevoleoneses, ese sello distintivo que los ha caracterizado como mujeres y hombres emprendedores.
“Este Monterrey tenía 40 mil habitantes, recién se había construido el puente Juárez para poder cruzar el estanque Santa Lucía que ahora se llama calle Zaragoza y que permitió muchas cosas porque fue un vaso comunicante hacia el norte de la ciudad.
“En esta época 1890 se abre la Cervecería Cuauhtémoc con todo lo que ello implica, como es el hecho de que vinieran químicos extranjeros: holandeses, alemanes, ingleses, franceses, etcétera para participar en ese proceso de la elaboración de la cerveza, lo cual originó una movilidad”, refirió el cronista de San Pedro Garza García, Carlos González Rodríguez, quien arrancó con la conferencia inaugural de los festejos del 40 aniversario de La Casa de La Cultura.
Personajes de la política nacional, de la farándula como Maria Conesa, el cantante de ópera italiano Enrico Caruso, los generales Pancho Villa, Alfonso Reyes, por mencionar algunos pasaron por este espacio que cumple 40 años de haber nacido como Casa de la Cultura, pero que en su vida pasada conserva una parte importante de la historia de Nuevo León.
“El ferrocarril y los ferrocarrileros organizan toda una etapa de la historia de México y por supuesto aquí en Monterrey, ellos siguen tan afectos a esta actividad, a este oficio, que todavía los vemos reunirse por aquí y recordar los tiempos en que ellos eran quienes operaban este medio de transporte.
“Esta estación guardar muchos recuerdos, muy grandes recuerdos de quienes fueron usuarios. En estos andenes camino el general Lázaro Garza Ayala, El general Jerónimo Treviño, el general Bernardo Reyes. Hay una fotografía de Garza Ayala quien ya mostraba su avanzada edad, que iba a recibir un premio en México por parte de Porfirio Díaz porque era uno de los cuatro o cinco sobrevivientes de la batalla del Cinco de Mayo y se ve que viaja desde aquí”, indicó.
“Entonces me hubiera gustado saber qué pensó cuando su forma de trasladarse era a caballo, en carruaje y ahora tenía que hacerlo en tren. De qué manera se aceptó aquel cambio tan brusco, tan drástico y tan de beneficio para la comunidad”.
González Rodríguez comentó que tiene fotografías de fines del siglo XIX de la antigua estación del ferrocarril, así como anuncios de restaurantes y cantinas en las que sus empleados hablaban cuatro idiomas, porque había excelentes cocineros franceses, cerveceros alemanes, restaurantes y fotógrafos americanos.
Recordó que hay una anécdota de un norteamericano que se quejó porque unos vagos le habían tumbado el sombrero de copa con una bola de nieve.
“Si supiera que aquí nieva cada 100 años no le hubiera dado importancia, pero cabe mencionar esto porque de alguna manera refleja un sentir de aquel entonces”, compartió.
También con el itinerario del tren, que llegaba a Tampico se activó mucho turismo internacional, ya que los viajeros continuaban su travesía hasta Galveston o Nueva York.
“La cercanía lógicamente de la frontera con Estados Unidos y del mar, hizo que nacieran negocios que ahora le llamamos agencias de viajes. En 1899 la compañía ofrece trasladar de los hoteles del centro de Monterrey hasta esta estación del Golfo y por tren llegar a uno de los puertos, ya fuera el de refugio en Matamoros, o el de Tampico para trasladarse en barco hacia Galveston o hacia Nueva York, y ya el que quería continuaba el viaje a Europa”, añadió.
“Aquí todavía se siente el bullicio del lugar. Siempre estaba lleno de boleteros, los que trasladaban las maletas y se sentía el bullicio; había alegría de quienes recibían a los que llegaban y tristeza para los que se iban. Aquí tenemos una carga positiva de nostalgia de recuerdos y es un espacio que sigue vibrando”, asevero.
EDIFICIO AMENAZADO
DE MUERTE
Cuando la Estación del Golfo entró en desuso, el edificio quedó en completo abandono y de no ser por la intervención de la Sociedad de Historia, Geografía y Estadística, hubiera sido demolido este importante patrimonio histórico de Nuevo León.
“Este edificio se ve amenazado de muerte. En los años 30, 40 y 50 la zona se vino a menos, porque de ser vibrante y habitada por los mismos ferrocarriles y al decaer la actividad, la gente empezó a mudarse y este lugar se veía deprimente porque fue hasta basurero.
“A los historiadores y cronistas nos llena de júbilo celebrar 40 años de sobrevivencia de este edificio, porque estuvo amenazado con ser demolido y la Sociedad de Historia Geografía y Estadística con don Ramón Cárdenas Coronado al frente, luchó para que este bello edificio no fuera demolido y además pudiera ser rescatado para el fomento de la cultura.
“Hoy vemos que fue un acierto, porque muchos eventos se realizan aquí, pero nosotros consideramos que el principal homenaje que se rinde a la Casa de la Cultura es precisamente el edificio”, señaló el cronista de San Pedro Garza García.
Destacó que en 1973 una vez que rescatado inicia funciones como Casa de la Cultura, al principio no tuvo el acogimiento esperado puesto que no había antecedentes de un edificio de esta naturaleza.
“Cuando ya se establece como Casa de la Cultura de Nuevo León, el nombre le quedó grande para la época, porque muchos se preguntaban de qué se trataba eso, y es que existía poca difusión o poco interés hacia aquella cultura que no era considerada negocio entonces, ni ahora, y es que la cultura no es negocio, es como un bálsamo”, manifestó.
Consideró que además de haber cumplido con los objetivos con los que fue creada hace 40 años, también ha salvado los recuerdos de los ferrocarrileros a quienes este espacio significa tanto para ellos y sus familias.
“Aquí se han formado desde poetas, pintores, pero también permanece el recuerdo de los ferrocarrileros. No les matamos la ilusión, la añoranza la tienen vigente. Existe un Museo del Ferrocarril y el movimiento cultural que aquí se origina desde hace 40 años ha rendido frutos, pero tenemos la obligación de continuar fomentando el amor a esa cosa tan rara, tan extraña, tan difusa que es la cultura”, afirmó Carlos González Rodríguez.
LA CASA ESTÁ DE FIESTA
Desde 1973 este espacio ha sido el punto de encuentro de jóvenes amantes de la literatura y de la poesía, quienes encontraron además un refugio para desarrollar su talento y con el paso de los años convertirse en reconocidos escritores de la localidad.
María Belmonte, actual directora de la Casa de la Cultura, invitó a la comunidad para que asista a las mesas sobre el “Taller Regional Pedro Garfias”, que se llevara a cabo el 6 de agosto así como Los “Talleres de iniciación artística en la Casa de la Cultura” a efectuarse el 13 de agosto.
Agregó que para el 20 de agosto el tema a tratar será “De Promotores Culturales a Curadores de Arte”, mientras que el 27 la mesa del diálogo será sobre “Raúl Rangel Frías. Un asomo breve a su propuesta literaria”.
Mencionó que el poeta José Javier Villarreal dictará una conferencia magistral sobre el género de la poesía; la cita es el viernes 6 de septiembre a las 18:00 horas con entrada libre, mientras que Margarito Cuéllar impartirá un módulo de poesía los días 7, 14, 21 y 28 de septiembre.
El dramaturgo Alejandro Ricaño ofrecerá una conferencia magistral Sobre la dramaturgia, el viernes 6 de octubre a las 18:00 horas y el dramaturgo Vidal Medina tendrá a su cargo el módulo de dramaturgia los días 5, 12, 19 y 26 de octubre.
Hernán Bravo Varela, Premio de Literatura Letras del Bicentenario 2010, será quien imparta la conferencia magistral Sobre el ensayo literario, el día viernes 1 de noviembre a las 18:00 horas y Jaime Villarreal impartirá el Módulo sobre Ensayo literario los días 2, 9, 16 y 23 de noviembre.
Cada módulo del Diplomado de Creación Literaria tiene un costo de 600 pesos y se ofrecerán los días marcados de las 10:00 a las 14:00 horas, en el lobby del tercer piso de la Casa de la Cultura.
“Estas actividades celebratorias de los 40 años nosotros las planeamos en función de pensar en la Casa de la Cultura. Pensar en ella como un recinto, es un recipiente que ha acumulado a lo largo de 40 años una historiografía de las actividades culturales de los programas y proyectos que podemos ver concretados de una manera magnífica en nuestro estado.
“Casa de la Cultura, lo hemos comentado en otros momentos, es un referente importante de lo que es la restauración de los edificios que tenían otro uso, no propiamente cultural, justamente para actividades de esta naturaleza”, destacó Belmonte.
Algunos de los ex directores de la Casa de la Cultura fueron: Manuel Rodríguez Vizcarra, Sergio Reyes, Jaime Romerol, Sonya Garza Rapport, Héctor Alvarado, Ofelia Pérez Sepúlveda, Hilda Domínguez y Katzir Meza.