¿Quieres un lugar en el que puedas simplemente leer, meditar y, si lo deseas, conversar en otros idiomas? ¿O tal vez escuchar poesía erótica y disfrutar al mismo tiempo de buena comida acompañada de una copa de vino tinto? O bien, ¿te gustaría ser un voluntario que ayude a personas de la tercera edad para que aprendan a navegar en Internet?
Todo eso puede suceder en una casona antigua ubicada en el Barrio Antiguo que ya fue bautizada como Kúndul Café, y es una especie de micro paraíso en el que aquellos que la visiten se sientan como, o hasta mejor que en su propia casa.
Rogelio Jaramillo Flores, uno de los socios de este centro cultural, comentó que lo que surgió como la idea de tener un espacio compartido entre amigos, fue creciendo y adaptándose a las necesidades de la gente, pues ahora que la casa ha sido remodelada a un 80 por ciento, se pueden utilizar todas las áreas, de tal manera que ahora es prácticamente multifuncional.
“Tenemos trabajando aquí desde agosto o septiembre, pero la casa estaba completamente destruida; las paredes estaban cayéndose y ha sido toda una ardua labor rescatarla, tenerla accesible y agradable”, manifestó.
Señaló que Kúndul Café se fundó hace tres años, pero que ahora entrará en una etapa como fundación cultural, en la que han estado trabajando desde el año pasado, pero que ahora ya se está concretizando.
“No tenía idea de que íbamos a estar haciendo esto desde hace varios meses, pero de pronto el proyecto ha ido avanzando, creciendo gracias a nuestros colaboradores y colaboraciones.
“Es un gusto contar con ellos porque nos ayudan a hacer lo que nos gusta que es esto: todo lo que es organizar funciones de teatro, talleres de literatura, talleres de poesía, de poesía erótica, talleres de fotografía, en fin, muchas actividades que son gratuitas”.
LIBROS VIENEN, LIBROS VAN
Una de las actividades más exitosas de Kúndul es la del intercambio de libros. La biblioteca está al alcance de los visitantes y pueden tomar los libros que deseen sin un registro o restricción, pero esta extrema confianza en quienes se los llevan, ha generado que no sólo se los regresen, sino que dejen más.
“Al principio nos preguntaban: ¿oye y esos libros? Y les decíamos que se llevaran el que quisieran, con la única condición que los leyeran; ellos se sorprendían, porque no hay propiamente un control; son libros que ya había leído y los pusimos a disposición; lo interesante fue que cuando se los llevaban, llegaban más”.
Destacó que tan favorable ha sido la respuesta al intercambio libre de libros, como lo llama Rogelio, que estos lectores convertidos en amigos frecuentes regresan hasta con cajas de volúmenes escritos en español y en inglés, pues también tienen público que prefiere leer en el idioma de Shakespeare.
“Hay libros que van y vienen: como por ejemplo ‘Justina’, del Marqués de Sade, que se lo han llevado y traído como 3 o 4 veces, y nos hemos dado cuenta porque antes le poníamos un sello – ahora ya no-, pero sí nos damos cuenta que los devuelven”.
Comentó que este sistema es muy atractivo para los amigos de esta comunidad que está integrada por amantes de la literatura quienes hacen donaciones espontáneas, pues estas mismas personas llevan más libros para que la biblioteca crezca.
PROYECTOS Y CONVOCATORIAS
La Fundación Kúndul Café inicia formalmente con el lanzamiento de convocatorias para diversas categorías, así como un taller de fotografía impartido por Domingo Valdivieso dirigido a fotógrafos que tengan proyectos en desarrollo.
“Este taller tiene un costo de mil 250 pesos, pero al finalizar, la fundación va a elegir junto con el jurado uno de los proyectos a financiar, y también se tomará en cuenta entre todas las características que el proyecto ganador sea factible para financiar.
Agregó que se va a lanzar la convocatoria para un concurso de guiones de cortometraje y el premio consistirá en producir el cortometraje.
Jaramillo Flores anunció que gracias a una donación de computadoras, van a tener una sala con acceso a internet gratis y la fundación va a proveer instructores a que ayuden a personas de la tercera edad a que usen el internet, ya que es un proyecto específico para adultos mayores.
Entre las múltiples actividades que se realizan en este espacio son los talleres de meditación y el club de conversación en diferentes idiomas como alemán, inglés, francés y próximamente se abrirá uno en japonés.
“Tenemos los club de conversación de alemán, inglés y francés; hay un colaborador ancla que lleva la plática según el tema que elijan los integrantes del club: los miércoles se reúnen los que hablan en alemán, los jueves en inglés, ambos son a las 19:00 horas, mientras que los sábados es el de francés a las cinco de la tarde.
Subrayó que Kúndul Café es un espacio amigable, que además de aprender y cultivarte, te puedes divertir.
“Estamos y nos sentimos entre amigos, esa es la idea”, afirmó uno de los fundadores de este centro cultural que se encuentra en Matamoros 925 oriente, entre Diego de Montemayor y Mina, en una casona que data de principio de 1900 y que además de albergar a las bellas artes, recupera parte de su estado original.
“Nos ha llevado tiempo rescatarla, pero los vecinos nos lo agradecen”, finalizó Rogelio Jaramillo.