
El Jardín de Niños “Griselda Ruiz Lozano”, ubicado en la colonia Bosque Real del municipio de Apodaca, enfrentó, como toda la ciudad, la crisis hídrica de años recientes, al grado en que hubo días en que se suspendieron las clases por falta de agua.
Sin embargo, desde que se integró al programa “Agua en mi escuela” hace dos años, ha logrado superar la problemática utilizando agua de lluvia reciclada para cubrir sus necesidades de higiene, limpieza y consumo.
Gracias a su sistema de captación pluvial, el kínder recolecta hasta 500 mil litros de agua al año, los cuales se destinan a la limpieza de la escuela.
Además, cuenta con un innovador purificador, capaz de potabilizar hasta 500 litros diarios, permitiendo abastecer a más de 100 niños, docentes y personal administrativo.
En el marco del Día Mundial del Agua, la comunidad educativa recuerda los desafíos vividos durante la crisis y celebra su decisión de sumarse a este programa, impulsado por Fundación AlEn.
Su participación en iniciativas ambientales comenzó hace cuatro años con “Reciclar para ganar”, un proyecto que promueve la recolección y reciclaje de botellas de plástico, fomentando la conciencia ecológica desde la infancia.
El éxito de esta primera iniciativa motivó a la escuela a unirse a “Agua en mi escuela”, mediante el cual se les instaló un sistema de captación y almacenamiento de agua pluvial, así como un purificador denominado “Néctar de nube”, el primero en su tipo en colaboración con la organización Isla Urbana, que transforma el agua de lluvia en agua potable.
Con este sistema, el kínder no solo garantiza el suministro de agua para sus instalaciones, sino que también educa a los niños de manera práctica sobre el ciclo del agua y la importancia de su conservación.
Hoy, el Jardín de Niños “Griselda Ruiz Lozano” es un ejemplo de cómo la educación y la sustentabilidad pueden ir de la mano. En este Día Mundial del Agua, la escuela hace un llamado a otras instituciones a sumarse a este tipo de iniciativas, demostrando que pequeñas acciones pueden generar grandes cambios. Porque cuando se trata de cuidar el agua, cada gota y cada esfuerzo cuentan.