El trato entre Julio Cárdenas y Maricela de la Toba solo era cordial; un ‘buenas tardes’, ‘buenos días’, o quizás un ‘hola’ eran las únicas frases que estos vecinos de la colonia Satélite se intercambiaban cuando cruzaban miradas en la calle. Sin embargo eso cambió el 17 de abril.
Eran aproximadamente las tres de la tarde cuando la vida de la familia Cárdenas Vidales se fundió con la de la pintora.
Julio componía un auto en el taller que tiene en su casa, tenía poco de terminar de comer junto a su familia, cuando un grito de auxilio hizo que saliera de casa y se fuera tocando puerta a puerta para saber en dónde requerían la ayuda.
Al llegar al domicilio de la pintora, Julio encontró la puerta derribada, la casa estaba siendo atracada por cinco delincuentes quienes salieron huyendo pero, en su escape, dispararon en su contra, dejándolo gravemente herido.
Wendy Vidales Chapa, esposa de Julio, recordó el funesto momento.
“Estábamos tranquilos, él arreglaba un carro, terminábamos de comer y se empezó a escuchar muchos gritos en la cuadra, entonces mi esposo y mi hijo, que no sabían de dónde provenían los gritos, se fueron tocando puerta por puerta preguntando si ocupaban ayuda hasta que llegó a la casa de la señora Maricela y ve que la puerta ya está derribada, nunca se imaginó que adentro estaban los delincuentes”, describió su esposa Wendy.
La agresión a balazos dañó un pulmón de Julio, además de que otra bala fracturó su columna, al nivel de la quinta vértebra, lo que lo mantiene postrado en una cama de hospital.
EL HEROE
Julio es un regiomontano de 49 años, tiene 25 años de casado, se dedica a la mecánica en general, es padre de un varón de 20 años y una hija de 15, es fanático del motociclismo, no tiene vicios, es trabajador, amigüero y creativo.
Su esposa lo describe como un hombre sumamente bueno, dedicado a su familia y sus hijos, siempre viendo por el bien de su familia; “es muy buen padre y buen esposo”, resalta.
Wendy asegura que su marido siempre ha sido una persona que le gusta apoyar a los demás, recuerda que ha acudido ayudar en los huracanes, una vez ayudó a un trailero que se le estaban quemando las balatas de su camión y, en otra ocasión, ayudó una familia que se volcó en la carretera, a quienes les dió los primeros auxilios
“Es algo que a él le nace y así es él, nunca optaría por quedarse en casa con miedo y decir ‘que Dios bendiga a la otra familia’, no, eso no es parte de él”, enfatizó Wendy .
Sin embargo, advierte que su vida no ha sido fácil debido a que tuvo que cerrar su taller y ahora se dedicaba arreglar autos en su casa.
A ocho días de haber sido herido, Julio tuvo que ser sometido a una cirugía en la Clínica 21 del Seguro Social, aunque ahora se encuentra estable, las probabilidades de que vuelva a caminar son pocas, contó su esposa.
“Salió bien de su cirugía, está estable y recuperándose, más el diagnóstico de los médicos es sumamente reservado con muy pocas probabilidades de que vuelva a caminar, él está bien de ánimos, se siente con fuerzas, tiene toda la actitud de salir adelante por mi familia, pero esto nos ha cambiado la vida totalmente”, dijo.
Ahora los especialistas dejan la recuperación en manos de Dios y de las ganas que ponga Julio, pues en el panorama más positivo podría caminar en un año.
“Él es el ser más fuerte y entero de toda la familia, me dice: ‘sabes que Dios es el que tiene la última palabra, la moneda está en el aire, yo tengo toda las ganas de salir adelante, me voy a parar y les daré gracias a todas las personas que me ayudaron en este momento’, así es él, sueña con poder agradecer personalmente a cada uno que lo ayudó”, comentó.
Sin embargo las preocupaciones de la familia Cárdenas Vidales han aumentado, el ingreso que tiene Wendy como maestra no es suficiente para mantener la familia, pues además de los gastos médicos habrá que hacer modificaciones en el hogar como instalar rampas, rieles y agrandar el baño para que Julio pueda tener mejor accesibilidad.
Aunque Wendy solo pide oraciones para su esposo, Maricela de la Toba junto con algunos vecinos convocaron a la sociedad a solidarizarse con la familia y, dentro de las posibilidades de cada quien, aportar un apoyo económico para los Cárdenas.
TRISTE PERO CON ESPERANZA
La familia Cardenas ha vivido angustia física, mental y emocional, pero Wendy reconoce que éste también ha sido un periodo de reconocimiento, revalorización y reapreciación de cosas que se habían descuidado.
“Me siento fuera de mí, quiero pensar que esto no está pasando, estoy viviendo el tiempo pero vivo por bloques, trato de no cargar toda la angustia, sin embargo me siento triste mas no sin esperanzas.
“Siento el amor de no sé cuántas miles de personas que se han acercado a orar por nosotros, que se han acercado a darnos palabras de aliento, gente que ni siquiera conozco y nos han apoyado económicamente, eso me hace sentir que nos han arropado y que se han sensibilizado con nosotros”, agregó.
A raíz de lo que hizo su esposo los vecinos están mas unidos pues se ha rescatado la solidaridad, empatía, amor y fraternidad
“De verdad nos han arropado y ha salido lo más bueno de las personas y se han olvidado las religiones, élites sociales, se ha olvidado todo con tal de ayudarnos, creo que Julio tocó algo en cada uno de las personas y cada uno estamos trabajando en lo que nos falta para ser mejores personas”, aseguró.
CÓMO AYUDAR
Cualquier apoyo económico se puede depositar directamente en la cuenta de Wendy Gabriela Vidales Chapa
5204 1655 2936 6399