“¡Ay!, caray, caray, qué bonita es mi tierra qué bonita, qué linda es.
¡Ay!, caray, caray, qué bonita es mi tierra qué bonita, qué linda es.
Hizo Dios un sarape bordado con sol y del cielo un sombrero de charro moldeó.
Luego formó las espuelas con lunas y estrellas y así a mi tierra vistió”.
Así inicia el tema “Qué bonita es mi tierra” en voz de Javier Solís, con una bella metáfora sobre la labor de quienes confeccionan con paciencia y dedicación una indumentaria de charro.
La charrería no sólo es una tradición, es una actividad que perdura con el paso del tiempo, pues es un orgullo nacional, es un sello distintivo de los mexicanos.
“Charrería, corazón de nuestro México”, es el título de la exposición temporal alusiva al mes de la patria, que abrió sus puertas el pasado 11 de septiembre en el Museo del Noreste.
Eliseo Garza, director de 3 Museos, señaló que el objetivo de esta muestra es enaltecer todo lo que representa esta tradición popular muy nuestra, además de ser el deporte nacional.
Reveló que este proyecto se acarició por casi tres años, porque no es fácil montar una exposición de este tipo, pero que fue posible gracias al apoyo de diversas asociaciones e instituciones que se reunieron más de 250 piezas.
Mencionó que la Federación Mexicana de Charrería, La Asociación Nacional de Charros y la Unión de Asociaciones de Charros de Nuevo León, A.C., facilitaron la labor de gestión de fotografías, información, trajes y demás accesorios de charro, entre otros objetos que fueron seleccionados.
Alrededor de 35 trajes, una variedad de monturas, fustes, espuelas, estribos, reatas, sombreros, machetes, frenos, chaparreras, bozales y sarapes conforman esta producción propia de 3 Museos.
JOYAS DE MÉXICO
“En Charrería, corazón de nuestro México”, el visitante apreciará entre las más de 200 piezas, un traje de china poblana de la época del Segundo Imperio Mexicano; un sombrero y un par de pistoleras del General de Jesús González Ortega, quien participó al lado de Benito Juárez en la Guerra de la Reforma y una silla de montar atribuida que perteneció a Francisco I. Madero.
También se encuentra en exhibición un traje de Jorge Negrete que fue facilitado por el Museo de la Charrería; al igual que indumentaria de don Antonio Aguilar y trajes de charros que usaron Vicente Fernández, padre e hijo.
Sergio Rodríguez, quien tuvo a su cargo la museografía, comentó que fue una experiencia muy gratificante el haber participado en el montaje de estas “joyas” de nuestro folclor.
“Aquí hay de todo: desde el siglo XIX hasta nuestros días, unas verdaderas joyas y es una colección de gran magnitud. La museografía se basó en las mismas piezas, creo que logramos darle la dignidad que este tema se merece”, afirmó Rodríguez.
El recorrido inicia con la sección “Hombre a Caballo”, que como su nombre lo indica, hace referencia al uso del caballo como el principal medio de transporte durante la época del Virreinato.
Al principio sólo los españoles podían montarlo, pero después con las necesidades de la vida rural, especialmente en el manejo del ganado, surgieron los hombres de a caballo y se sentaron las bases de la charrería.
En este apartado destacan las pinturas de Ernesto Icaza, quien es conocido como el charro pintor, pues en ellas ilustra la vida cotidiana de estos.
“Entonces los mexicanos empezaron a utilizar el caballo, a domarlo, a hacer las labores de faena- que es el origen de la churrería- y estamos ilustrando con las pinturas de Ernesto Icaza”, comentó Claudia Ávila Rocha, coordinadora de exposiciones de 3 Museos.
El segundo módulo “El Entorno y los Animales” aborda cómo surgió la charrería a la par de la proliferación de las haciendas ganaderas, pues de ahí se iniciaron los amansadores, vaqueros, caporales y charros.
“La Fiesta Charra” ocupa un tercer espacio en el que se describen las llamadas suertes charras a través de videos, también se ilustran estas rutinas con unas maquetas pequeñas con figuras en miniatura que requieren de una lupa para quien desee contemplarlas.
Existen nueve suertes en las cuales el charro debe demostrar sus habilidades: Cola de caballo, Píales en el lienzo, Colas, Jineteada de toro, Terna en el ruedo, Jineteada de Yegua, Manganas a Pie, Manganas a Caballo y Paso de la muerte.
La coordinadora de exposiciones y realizadora del guión museográfico refirió, por otra parte, que hay espuelas que pesan cuatro kilos cada una y una montura del siglo XIX que alcanza a pesar unos 20 kilos.
“Entonces todo ese peso más el del jinete lo soporta el caballo y todo eso se tiene que tomar en cuenta a la hora de hacer una suerte charra”, indicó.
Entre los datos relevantes, señala que en 1933 el presidente Abelardo L. Rodríguez promulgó la ley deportiva, en cuyo marco la charrería se asumió como deporte nacional, mientras que Pascual Ortiz Rubio decretó que el traje de charro sería el símbolo de la mexicanidad y que debía ser portado con dignidad y honor.
CHARROS FAMOSOS
El cuarto y último eje temático corresponde a “La Charrería y las Artes”, en el que se resalta las habilidades de los tabalateros, herreros, bordadores, repujadores y orfebres quienes han puesto su sello en la belleza de cada prenda.
Y por otro lado, dentro del séptimo arte cabe destacar que la figura del charro se dio a conocer en películas como: la cinta muda El Caporal (1921) y El águila y el nopal (1929), ambas de Miguel Contreras.
Otra de las memorables películas que han dejado huella dentro de este género son: “Allá en el Rancho Grande” (1936) y “¡Ay Jalisco, no te rajes! “ (1941).
Galanes de la época como Jorge Negrete, Pedro Infante, Luis Aguilar, Pedro Armendáriz, Tito Guizar, por mencionar a algunos, protagonizaron melodramas en los que la música ranchera juega un rol tan importante como el argumento.
Ávila Rocha reiteró que gracias a la comunidad y a las familias charras de Jalisco, Ciudad de México, Querétaro, Zacatecas y Nuevo León, se pudieron conseguir objetos muy valiosos para la muestra.
“Nos abrieron las puertas las asociaciones de charros, de estado de Jalisco, del estado de México, traemos piezas de Querétaro y el acercamiento con el Instituto Zacatecano de Cultura, gracias a ellas llegamos a la familia Aguilar.
“Agradecemos también a los charros de aquí de Nuevo León, quienes inmediatamente acogieron el proyecto como suyo al igual que toda la gran familia charra del país, porque vieron con muy buenos ojos este proyecto cultural, que servirá para hacer una difusión digna sobre la fiesta charra que se transformó en deporte allá por los años 30”, puntualizó.
La exposición “Charrería, corazón de nuestro México”, se exhibirá en el Museo del Noreste hasta el domingo 2 de febrero de 2014.
La charrería ha trascendido prácticamente en todas las manifestaciones artísticas y como tradición popular ha estado presente en la literatura, leyendas, poemas, corridos, música y en el cine.