En las calles de la colonia Zaragoza en Guadalupe Nuevo León había un joven que hace 14 años no sabía que hacer con su vida, hoy lidera junto a sus socios Spacelab una empresa dedicada al diseño, manufactura, inteligencia artificial y robótica avanzada para soluciones integrales de seguridad.
Su nombre es Héctor Cepeda Renovato y aunque muchos pensarían que es un desarrollador egresado de alguna prestigiosa universidad, lo cierto es que su conocimiento lo adquirió en el modesto Centro de Capacitación para el Trabajo Industrial (Cecati) 92 de Linda Vista, apoyado por su gran maestro Benito Luis Botello.
Algunos años atrás ya se enfilaba a convertirse en un inventor cuando el destino lo ubicó con su maestro de Física 2, José Reynaldo Nevárez, de la Secundaria Técnica 63, otro de los docentes con quien está agradecido.
Héctor en ese entonces aún no destacaba académicamente y por eso también guarda un profundo agradecimiento a su profesora de inglés, Maru Garza, en su segunda secundaria Instituto Sor Juana de Asbaje, ya que fue una de las personas que lo guío hacía el éxito.
Fueron esos tres docentes, quienes encaminaron a Héctor a ser quien es hoy en día, un destacado desarrollador amante de la tecnología del futuro.
“Mi escolaridad es hasta la secundaria no porque no quisiera seguir estudiando, sino porque la necesidad me llevó a emprender otro tipo de acciones educativas para poder incursionar en la industria.
“Como tal yo estudié mi desarrollo en el humilde Cecati 92 de Linda Vista en donde me otorgaron las habilidades de diseño, a través de su curso de dibujo técnico avanzado con el maestro Benito Luis Botello en 2014”, platicó Héctor.
Hasta entonces él no sabía que su pasión era el diseño hasta que conoció al maestro del Cecati quien le enseñó Gestión de Proyectos, Gestión de Productos, Elaboración de Productos, Diseño de Productos, Diseño Mecánico, entre otras materias.
“Desde ese entonces me dio mucho por entender cómo componer diseño, Diseño Estructural, Diseño Mecánico, diseño que tenga el apartado de generar ese tipo de mecánica estructural y también entender cómo desarrollar ese tipo de tecnologías.
Para Héctor sus habilidades no se limitan por el nivel de escolaridad que tiene, sino por sus ganas de crecer y saber hasta donde quiere llegar profesionalmente, meta que tiene establecida en lo más alto y en el futuro.
Nació Spacelab
Aunque de cierta forma a Héctor le funcionó abandonar sus estudios para crecer en la industria del futuro, a él no le gusta dar el consejo de que repliquen su historia, sino que cada quien busque su camino y su pasión.
Y es que precisamente para seguir su sueño tuvo que abandonar la preparatoria técnica y adentrase en la carrera empírica, en la prueba y error.
“Respectivamente me hice muy especialista en el Software de Diseño Fusión 360 y actualmente soy uno de los texteadores de ese software en donde hago ya diseño generativo con inteligencia artificial, menciono esto porque fue parte clave para el desarrollo de la empresa que se llama Spacelab y también el Cluster Nacional Industria Espacial de México que fundé en 2018”, precisó.
Después ver la capacidad de Héctor y al ser uno de los pioneros en utilizar Fusion 360 para el diseño y fabricación de productos tecnológicos, Autodesk le ofreció impartir conferencias a estudiantes de diversas universidades.
“Después Autodesk Latinoamérica me ofreció dar conferencias del Fusion 360 a mismos estudiantes, yo no era estudiante de ningún grado, nada más tenía la técnica el Cecati.
“La conferencia que dio pauta a mi vida, fue cuando estaba frente a gente de Maestría en Software en Diseño K, y me dijeron que no me tenía que poner nervioso porque yo tenía mucho valor al atreverme a desarrollar”, platicó.
Pues para Héctor lo más valioso de una persona no es sólo soñar con el desarrollo, sino llevarlo a cabo.
“Spacelab es mi empresa, la fundé hace ocho años con mis socios, consecuentemente desarrollé el Cluster Nacional de Industria Espacial de México en donde tenemos 50 miembros activos desarrollando tecnología espacial.
“En Spacelab trabajamos alrededor de 18 personas y estamos buscando quien se quiera sumar a nuestras filas para doblar la plantilla”, apuntó.
Así como Héctor demostró sus capacidad con la falta de un papel o certificado, el también busca talentos que el demuestren que pueden crecer en la industria tecnológica.
“No importa que no tengan estudios, si me demuestran que realmente saben hacer las cosas, ellos están dentro, tanto en Spacelab como en el Cluster Nacional de Industria Espacial, ellos siempre tendrán una oportunidad o les buscamos una”, acentuó.
Spacelab actualmente está enfocada al área de seguridad con la adaptación de tecnología equipando empresas y Gobiernos, pero también ha colaborado en el aréa médica, espacial, comercial, servicio, agroalimentaria, frutas, desarrollo ecológico, entre otras.
Decidió seguir su camino
Durante sus ponencias en universidades para alumnos de Maestría o en las empresas que colaboraba, cuando descubrían que Héctor no tenía una Universidad que lo respaldara, muchas veces le ofrecieron becas, incluso en el extranjero.
Pero en su momento él decidió no tomar el camino del pupitre y se dedicó a seguir desarrollando por el hambre que tenía de crecer en la industria, cuestión de la que no se arrepiente.
“Decidí no tomarlas por muchas razones que en ese momento no tenía muy presente, la industralización era muy difícil en ese entonces, mi emprendimiento era primero y decidí no tomar las oportunidades porque me iba a sosegar unos años más, nos es que estuviera mal, pero en ese momento no era lo que yo quería.
“Yo necesitaba algo que me ayudara a desarrollar más, no a aprender otro tipo de academia, subrayo que estudiar no está mal, pero si yo ya sabía lo que me gustaba y tenía todo mi esfuerzo y tiempo a eso, no iba a quitar el dedo del renglón”, comentó.
Después de ocho años y Héctor continúa al pie del cañón, tomando y creando oportunidades para él y los que lo rodean.
“Actualmente me han ofrecido becas en el extranjero y ahora si me puedo dar la oportunidad de tomarlas, pero ya con un nivel puedo llegar y decir: ‘esto yo ya lo se hacer pero lo quiero mejorar’, ese es un punto de equilibrio que tendríamos que tener”, señaló.
Dado que muchos jóvenes hoy en día no saben que camino seguir, Héctor asegura que lo importante es seguir al corazón, la pasión de su vida.
“Yo les diría que no tengan miedo a equivocarse, realmente no hay errores en esta vida, realmente lo que importa es que nos guste lo que hagamos, porque de lo contrario seguiremos en nuestra misma prisión.
“El consejo sería no que no estudien, sino que hagan lo que les guste y lo que les motive a moverse, una pasión que les permita desarrollarse”, manifestó.
No siempre figuró
A pesar de su éxito hoy en día, Héctor no siempre destacó en el área académica como se podría pensar, sino todo lo contrario, era un alumno problemático que los maestros aborrecían.
Lo anterior no significa que no fuera inteligente, sino que su energía estaba mal enfocada al no conocer lo que le apasionaba.
Sin embargo, su forma de pensar siempre fue diferente, y fue precisamente ese pensamiento junto con sus extraños pantalones lo que hicieron merecer el mote de ‘El Abuelo’.
“Fíjate que era un desastre académicamente, en todo lo que te imagines era muy indisciplinado, era todo lo que odia un maestro en un salón de clases, así te lo puedo resumir.
“Nadie daba un peso por mi y hasta la fecha muchas personas se sorprenden de lo que hago”, platicó.
Pero al final Héctor comprendió que no es que él o los maestros fueran malos, sino que el sistema educativo de aquel entonces no le llamaba la atención, le faltaba la tecnología.
Y no es que en ese momento él supiera que la tecnología era su vida, pues ni siquiera la conocía, pero fue hasta que la descubrió que se enfocó totalmente hasta ser autodidacta.
“Conocí la tecnología hasta después de los 10 años cuando tuve internet”, añadió.
Esa cuestión lo hizo entender que en un sistema educativo es precioso poner atención en descubrir que es lo que les gusta a los niños desde pequeños, no como un pasatiempo, sino como una forma de vida.
“Yo también fui maestro y me di cuenta que si nosotros le damos atención a nuestros alumnos y explotamos su verdadera forma de aprender y centrar su pasión en la escuela, el medio o incluso en el trabajo, realmente siempre tendremos una persona de calidad, desde un menor de edad hasta una persona de la tercera edad.
“Yo era un alumno pésimo porque no se explotaba mi calidad en lo que me gustaba y honestamente ni yo sabía que era lo que me gustaba, por eso nadie sabía como guiarme, fue a través de muchos años y oportunidades que pasé a ser lo que soy”, comentó.
Pero esa falta de atención en la academia también estaba influenciada por otros factores: la delincuencia y la vulnerabilidad económica.
“Muchas veces estuve tentado y envuelto en la delincuencia por el hecho de vivir en ese ecosistema”, recordó.
Pero sin una una de las experiencias que marcaron su rumbo no fue algún hecho delictivo, que además no le gustaría recordad, sino un disgusto con sus padres.
“Una vez me salí de mi casa porque me disgusté con mis padres; ahora entiendo que nadie nos enseña a ser hijos o padres, pero en una de esas tantas veces que no sabía que hacer con mi vida me escapé de mi casa y me fui caminando por todo Constitución hasta la casa de una de mis tías.
“En el camino iba pensando qué diablos hacer con mi vida, por qué me encontraba en esa situación, andaba en un chingo de cosas”, narró.
Fue entonces cuando decidió en donde quería terminar, y estar sumido en la miseria no era una opción para él.
“Antes de que todo este mundo me envolviera yo era muy diferente en todos los aspectos, pero eso cambió entendiendo ese punto, que nadie nos enseña a ser padres, nadie elegimos donde nacemos, pero elegimos dónde terminar”, puntualizó.
Agradecido
Después de entender que camino debía tomar y de su éxito en la industria tecnológica, hoy les agradece a sus maestros y sobre todo a sus padres, quienes a través de la la humildad le enseñaron valores inquebrantables.
“En toda mi vida hasta los 19 años viví en algún lado vulnerable, no puedo decir que tan vulnerable pero si en el lado monetario, vengo de una familia donde mi mamá es empleada de limpieza y mi papá trabajaba en mantenimiento; hoy él me ayuda con la empresa.
“La misma educación que me dieron mis padres me enseñó que puedo ser bueno en algo. Yo si me tomé enserio los consejos de mis padres y me convertí en uno de los mejores diseñadores de este tipo de cosas, ahora me hablan de muchos países para colaborar con ellos en cuanto a desarrollo”, expresó.
Hoy en día la tecnología se apodera de las personas desde temprana edad, cuestión que él no tuvo oportunidad de disfrutar desde pequeño, por eso agradece más el poder destacar en lo que le apasiona.
“Nosotros salimos del barrio porque es la necesidad la que nos hace salir, el joven que está en escuela pública,primaria, secundaria,, preparatoria, tiene que salir de ese tipo de nichos, de ese tipo de lugares porque no tiene de otra”, comentó.
Se ha topado con barreras
Pero no todo ha sido fácil, a lo largo de este tiempo también ha tenido que luchar con el estigma del no tener un título que lo respalde; su mejor arma es su trabajo.
“Fíjate que ven mi trabajo, ven mi capacidad en lo que puedo desarrollar y se convencen de una forma muy positiva porque lo ven.
“Realmente no me pueden decir que no si ven las soluciones, son tangibles, concretas. Si me he topado con mucha gente, pero es la misma gente que me conoce y ahorita somos colaboradores”, dijo.
Pero si algo le ha enseñado la vida es dar más de dos oportunidades, así como él las tuvo con sus maestros.
“Fíjate que es algo que tengo, que aunque en principio me hagan el feo les doy la oportunidad y la duda porque a mi también me ha pasado.
“A mi me gusta dar segundas, terceras oportunidades porque todos merecemos eso en la vida.
Si al final las que me dieron a mi fueron más de cinco, entonces de alguna manera tengo que ser recíproco”, aseguró.
Sus sueños
Aunque actualmente ya trabaja en un centro de desarrollo apoyando el talento juvenil, su sueño es es generar escuelas en donde realmente apoyen a personas vulnerables y que las desarrollen, que sepan explotar su capacidad para que salgan de donde están.
“Sí hay quienes se enfoquen en esto, pero nunca está demás un apoyo, tener otra escuela dedicada a este rubro.
“Fíjate que ya lo hago, me siento co gente de reinserción social, me enfoco en dos tipos, personas vulnerables en cuanto a delincuencia y vulnerables del lado económico, en los dos ya doy clases gratuitas a los jóvenes de mi misma rama, de diseño enfocado super avanzado, para darles herramientas que puedan enfrentar a la industria y no cobro nada”, platicó.
En alguna ocasión dio cursos en anexos y el mismo Tutelar de Menores y en el camino ha ‘rescatado’ niños y jóvenes de las garras de la delincuencia.
“posiblemente he alcanzado unas 600 personas en este tiempo”, precisó.
Otra de las metas es desarrollar la comunidad espacial en México.
“Ya estoy desarrollando la industria espacial, por eso fundé el Cluster Espacial de México porque no tenemos industria espacial.
“Tengo un sueño desde niño de ser astronauta, y como eso se ve muy lejano estoy desarrollando un ecosistema industrial con startups pymes y lograr que jóvenes tengan la oportunidad de ir al espacio o lanzar satélites.
“Al momento se han integrado 50 empresas desde argentina hasta México, principalmente son de México, pero tenemos Argentina, Bolivia, Uruguay, Costa Rica, Guatemala, Brasil y nos vamos a extender mucho más”, platicó.
Un centro de investigación es otro de sus sueños que ya se ve materializado con la ayuda de la empresa Jaiter.
“Este Centro de Desarrollo se hace en conjunto con la empresa Jaiter una empresa que nos ha brindado mucho apoyo en cuestión de manufactura, es parte de Monterrey Of Cluster.
“Estamos desarrollando un ecosistema para poder darles innovación abierta a todo los jóvenes. Hay personas que quieren desarrollar este tipo de tecnología y no les dan la oportunidad o jóvenes que nos saben que hacer con su vida y tampoco les dan una oportunidad”, aclaró.
Ese Centro de Desarrollo no estará cerrado a puros científicos o estudiantes del ramo, estará abierto a investigadores, menores, personas de la tercera edad que puedan sumar para un desarrollo colaborativo.
Mientras tanto seguirá trabajando para ver sus sueños hechos realidad, en donde destaca una base aeroespacial con cede en la ciudad de Monterrey Nuevo León.