Tras un par de semanas de lucha constante contra el fuego y las condiciones meteorológicas, autoridades de los tres niveles de gobierno finalmente pudieron decretar como controlado el incendio forestal en la Sierra de Santiago.
Al final, las llamas que iniciaron luego de que alguien encendiera una fogata en el paraje de matacanes, consumió alrededor de 2 mil 200 hectáreas de pastizales, matorrales y hierba, por lo que fue considerado un siniestro “ecológico” que no dañó los árboles de la zona.
Para controlar las llamas fue necesario el trabajo de una fuerza de tarea conformada por 545 personas, entre las que se encontraban elementos de Protección Civil Nuevo León, Protección Civil Nacional (SINAPROC), CONAFOR, SEDENA, Guardia Nacional y la Sexta Zona Militar con sede en Saltillo.
Además participaron elementos de Protección Civil de los municipios de Santiago, Montemorelos, Santa Catarina, Guadalupe y Arteaga, Coahuila.
A ellos se les sumaron voluntarios de organizaciones como ASA, PSA Mauricios, Ejido Nuncio Coahuila y la Brigada Rural Santiago.
Para apoyar el trabajo desde tierra que realizaban todas estas personas, se utilizaron varios helicópteros propiedad de corporaciones de los tres niveles de gobierno, además del avión DC10 Air Tanker que se encargó de realizar descargas en el área de Mesa del Oso.
El alcalde de Santiago, David de la Peña, fue el encargado de coordinar los trabajos de apoyo a la población residente de las comunidades serranas que estaban en riesgo por el fuego.
De hecho en varias ocasiones fue necesario que cientos de personas tuvieran que salir de sus hogares como medida de precaución ante la cercanía de las llamas y la dirección que estaban tomando debido a los vientos prevalecientes en la entidad.
Al final las autoridades reportaron que la denuncia penal interpuesta en contra de quien haya sido responsable de encender la fogata que inició todo este incendio continúa en trámite por lo que se espera tener resultados.