
Para hablar de Fuerza Civil como el cuerpo de seguridad base en Nuevo León, hay que referirse a él como la carta de presentación más importante en el esquema planteado por la actual administración del Gobernador Samuel García Sepúlveda.
En palabras de Gerardo Palacios Pámanes, Secretario de Seguridad en la entidad, la actual Fuerza Civil, cuyo lema es “Proteger y Servir”, pasa hoy por una etapa que corresponde a un cambio en la estrategia de seguridad que le permite tener resultados relevantes, incluso a nivel nacional.
En el 2023, refiere, tomando cifras del Gobierno Federal y de la Fiscalía General de Justicia del Estado, tuvieron entre los municipios, el Estado y Federación algunas reducciones delictivas que es importante mencionar.
“Desaparición forzada de persona, menos 80 por ciento, en comparación con el con el año 2022; trata de personas, que es un delito muy grave que debemos atender todos, menos 70 por ciento; robo a casa habitación, menos 57 por ciento, que se dice fácil, pero yo los invito a que busquen otro estado en México con una reducción de más de la mitad en ese rubro porque es bastante complicado”, detalla.
“Feminicidios, que es un tema también muy delicado y muy importante de primer orden, menos 28 por ciento; secuestro, menos 23 por ciento; robo simple, menos 27 por ciento; robo de vehículo, menos 27 por ciento; robo a negocio, menos 20 por ciento y un largo etcétera”.
Son, al menos, 21 delitos los que están reportando esta disminución en sus índices en la entidad, apunta.
Durante este tiempo se ha logrado aumentar la productividad de Fuerza Civil, se detuvieron a más de mil personas relacionadas con el crimen organizado, de las cuales, por lo menos 600 estarían involucradas en delitos muy graves como homicidios y esto ha generado, un incremento en la población penitenciaria que hay en el estado de Nuevo León.
Para una mayor eficiencia
La reorganización del sistema de seguridad en Nuevo León se le planteó al Gobernador y ello ahora empieza a dar los mejores resultados. Se trata del denominado “modelo de tres pisos”.
A partir de que comenzó el gobierno de Samuel García en 2021, se decidió hacer las cosas diferentes para poder tener distintos resultados. Se tomó en cuenta, la presencia en Nuevo León de varias corporaciones de policías, las municipales, estatales y federales.
El ‘modelo de tres pisos’ consiste en que los delitos que suceden mucho pero que son de poca gravedad, los atiende la Policía Municipal, por ejemplo, robo a personas, robo de vehículo, robo de tienda de conveniencia, de violencia familiar. Son todos importantes, pero no necesitas llegar con muchos policías fuertemente armados con ametralladoras y helicópteros para atender violencia familiar.
En el segundo nivel de atención en la seguridad o segundo piso, se halla Fuerza Civil para que, en conjunto con las autoridades federales, se pueda combatir el crimen organizado, ya que se requiere de mayor cantidad de destacamentos para hacerle frente, inclusive en zonas rurales, integrando equipo como helicópteros, vehículos blindados, armas largas, entre otros elementos.
El tercer piso es la conjunción de fuerzas como la Guardia Nacional, la Policía Federal Ministerial y el Ejército Mexicano.
El “modelo de tres pisos” es en esencia una colaboración, en materia de seguridad, de los tres niveles de gobierno trabajando en equipo.
“Lo que hicimos fue reorganizar la seguridad pública y ahora, en virtud de lo anterior, tenemos más policías de Fuerza Civil dedicados a combatir al narcotráfico que hace apenas dos años”, afirma.
Resultados a la vista
La reingeniería del sistema de seguridad, ha permitido obtener resultados tangibles comparativos al interior de la propia Fuerza Civil.
Por ejemplo, en el 2022 Fuerza Civil detuvo solamente a dos personas por homicidio y en el 2023 a 600; el aumento de la productividad también se nota en el rubro de armamento decomisado, pues el año pasado la cifra fue de 700 armas de guerra de uso exclusivo, en contraste con las 350 del 2022, es decir, la cifra se duplicó de un año a otro.
Ese es uno de los efectos de poner atención a este cuerpo policial fundado hace 12 años, el cual inició con un plan maestro de construcción de cuarteles, tanto en el área metropolitana como en la rural del 2011 al 2015, el cual se interrumpió durante seis años, pero que ahora se retoma con más fuerza.
“Tenemos 16 destacamentos y vamos por más. Acabamos de inaugurar cuarteles con la presencia del señor Gobernador en Galeana, Colombia, Salinas Victoria y Cerralvo. También hay que mencionar que con un esfuerzo del Gobierno Federal y de Nuevo León, se construyó y empezó el funcionamiento de un cuartel militar en Cerralvo, importante ubicación para reforzar la seguridad en la colindancia con el estado de Tamaulipas. Junto a ese cuartel militar hay uno también de Fuerza Civil para trabajar en conjunto”, destaca.
También se construyen destacamentos en Doctor Arroyo, Vallecillo y Villaldama, uno de ellos para 400 personas, ello sin perjuicio del mantenimiento y ampliación de los ya existentes, como la sede principal de Fuerza Civil en General Escobedo, el cual tiene un aforo para mil personas.
“Hoy Fuerza Civil cubre más territorio y así no descuida la zona rural. En este gobierno tenemos más cuarteles con los cuales tener un mejor despliegue en todo el terreno. En la medida en que nosotros incrementamos la red de cuarteles en zonas rurales, estamos más cerca de la gente y podemos acortar tiempos. El tiempo es vida en la respuesta policial, por eso era importante la construcción de destacamentos”, añade.
Para la población, agrega Palacios Pámanes, en sus recorridos por las carreteras del Estado y ver esos edificios implica tener una percepción de seguridad que antes no se tenía.
“En materia de seguridad pública la reducción de los números es importante, pero más importante es la percepción y la percepción impacta en la felicidad, impacta en la salud pública y por lo tanto es prioridad para cualquier estado, es prioridad para el Gobierno de Samuel García, por eso es importante que no se escatime en estos esfuerzos financieros”, reflexiona.
Contar con equipo adecuado, instalaciones de primer nivel para los elementos de Fuerza Civil es una estrategia indispensable para la Secretaría de Seguridad de Nuevo León, porque se trata, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, ENSU, realizada por el INEGI, de la mejor policía de México, la cual se ha mantenido en el “top 5” a nivel nacional y además con una aprobación de la población del 80 por ciento, en la actualidad.
La conformación de sus filas es atípico, pues se trata de elementos que se acuartelan durante dos semanas, lo cual es inédito en el país; en otros estados lo más frecuente es que sus policías terminen su turno y regresan a sus casa. Trabajan en equipos grandes de cinco personas como mínimo en las patrullas y un sello distintivo es que existe un servicio profesional de carrera en el que los grados se los tienen que ganar.
“Aquí no entra el amigo del político que telefoneó para recomendar a alguien, eso no funciona, al contrario, es el camino más corto para arruinar una corporación de seguridad. Aquí nos tomamos las cosas en serio, no hay amiguismo, no hay compadrazgos, es un sistema de méritos y de antigüedad y de formación en la universidad policial, la Universidad de Ciencias de la Seguridad, que fue la primera universidad policial del País, fuimos ejemplo de ello, porque casi todos los estados tienen una universidad policial”, formula.
El Estado, sociedad y gobierno tienen que darle a Fuerza Civil, los héroes de Nuevo León, todo lo que necesitan. Este gobierno ha invertido mucho en infraestructura, en mejorar armamento, helicópteros, ‘Black Mambas’, vehículos blindados que antes no teníamos.
“Antes de Samuel García teníamos cero helicópteros, hoy tenemos nueve; teníamos cero patrullas blindadas porque son muy costosas, hoy tenemos 70 y le han salvado la vida a nuestros compañeros porque el blindaje ha funcionado y dentro de los helicópteros está un ‘Black Hawk’ que está artillado y blindado en el que caben 15 personas y podemos trasladar, evacuar heridos. Son aeronaves multimisión que llegan muy rápido al lugar de los hechos y que le dan mucha seguridad a nuestros policías”, enumera el funcionario.
Fuerza Civil, sostiene, nació del esfuerzo de los ciudadanos, de la sociedad civil organizada, de los empresarios y del gobierno, surgió con esa legitimidad de saberse que no pertenece a nadie en lo particular.
Centros penitenciarios
de alto nivel y humanos
No se puede hablar de seguridad pública sin mencionar el tema de los centros penitenciarios, sistema que este Gobierno recibió con graves problemas en cuanto a gobernabilidad y desafíos dentro de las prisiones que no nada más existieron en el sexenio anterior inmediato, sino que durante muchos años los hubo.
Es un problema añejo, el cual incluye problemas de hacinamiento y sobrepoblación hacia el interior de las cárceles, sin embargo, se atiende puntualmente al grado de alcanzar hoy la excelencia en su administración y cuidado.
En el 2007, había 5 mil presos, hoy hay más del doble. Tras el cierre del Penal del Topo Chico, que tenía capacidad para 5 mil personas, se le sustituyó con uno nuevo al que le caben mil 500.
Se recibió un sistema penitenciario con un déficit de más de 3 mil espacios y en este gobierno se recuperó el control de las prisiones. Se obtuvo ya una serie de certificaciones internacionales que así lo acredita la asociación de expertos penitenciarios más antiguo e importante del mundo, la American Correctional Association, con sede en Washington, en Estados Unidos y recientemente se recibió la certificación del penal de Cadereyta.
“Tenemos la certificación del penal femenil, empezamos el proceso para la certificación del Penal Número Dos y en el diagnóstico penitenciario que hace la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en donde salir en primer lugar es lo más deseable y salir en el 32 es lo menos deseable, nosotros recibimos un sistema penitenciario en el lugar 12 y en un año ya lo subimos al lugar nueve y lo vamos a introducir en el ‘top 5’”, explica.
Hallar el cambio en este rubro, es integrando elementos como la voluntad política, pero también integrando a la propia población penitenciaria y a sus familiares que no quieren volver a vivir las dificultades, complicaciones y riesgos que implican vivir en prisiones con problemas de gobernabilidad.
Incluso, en el cuidado de los centros penitenciarios se integran agrupaciones de sociedad civil como Faro en el camino, Promoción de Paz, Renace, Voluntarias Vicentinas y neoleoneses notables como Consuelo Bañuelos, Mercedes Jaime, Consuelo Morales, gente notable que ha dedicado su vida a ayudar al prójimo y que gracias a ellas se cuenta en Nuevo León con una cara muy humana dentro de las prisiones, lo que permite equilibrar entre la disciplina, el orden, la seguridad y la reinserción social.
“No hay estándares para penales del primer mundo y para penales de América Latina, no. Si quieres recibir la certificación de la ACA, necesitas cumplir estándares de primer mundo. Cuando consigues la mayoría de los estándares, te dan la certificación y te comprometes a cumplir con los que te quedaron pendientes. En la certificación que acabamos de recibir en Washington DC, de manera inédita para un país fuera del primer mundo, cumplimos con el 100 por ciento de los estándares a la primera supervisión para el Penal de Cadereyta y esa es la visión que nos ha transmitido el señor Gobernador Samuel García y ese es el camino, no hay otro camino más que el de la excelencia”, expone.
“Tenemos muchas cosas por hacer, hay que ser humildes al decirlo y muchos desafíos en materia de seguridad en el País, Nuevo León no escapa de todo esto, tenemos problemas, pero estamos bien echados para adelante y estamos trabajando con mucho corazón y con mucho amor a México y a Nuevo León”.