Palabras como abnegación, resignación, amor incondicional, entre otras, son las primeras que se asocian con la maternidad, pero por otro lado, poco se habla de lo difícil que es para las mujeres criar a sus hijos en una sociedad que todavía les exige perfección y entrega absoluta.
“Los abismos” ganadora del Premio Alfaguara de novela 2021 es la más reciente novela de la colombiana Pilar Quintana, quien, a través de su protagonista, expone la problemática de las mujeres que nacieron entre los años 60s y 70s y de cómo el peso de la tradición ha caído sobre ellas y no solamente en su país, sino en toda Latinoamérica.
“La novela habla de los problemas que han sido comunes para todos los niños nacidos en esa generación, y también para las mujeres que tuvieron hijos en esa generación. Para mí fue dar como una mirada atrás hacia mi infancia y verme como hija de una madre de esa generación”, expresó la autora, nacida en Cali, en 1972.
La historia se construye con los recuerdos que Claudia-el personaje principal- tiene sobre su madre y abuela, quienes tuvieron que renunciar a sus aspiraciones personales para cumplir con el rol que la sociedad les demandaba.
“Digamos que nosotros como hijos, juzgamos duramente a nuestros padres, en especial a nuestras madres porque las medimos con una vara demasiado alta y casi que esperamos que las madres sean perfectas, que no cometan errores, que sean unas santas, y nos olvidamos que ellas – además de ser madres- son mujeres.
“Y a mí por ejemplo, escribir esta novela me permitió un poco ponerme en el lugar de las mujeres de la generación de mi madre, que no tuvieron los mismos privilegios que yo tuve y que tuvimos gracias a esas mujeres que se aseguraron que sus hijas e hijos estudiaran una universidad, para que pudieran tener la independencia que muchas veces ellas no tuvieron”, manifestó Quintana.
En las páginas de “Los abismos”, las situaciones cotidianas muestran los conflictos internos de cada personaje, como en el caso de la madre de Claudia, quien se “sumerge” en el mundo de las celebridades que aparecen en las llamadas “revistas del corazón”.
“-Hola, mamá. Ella levantándose con evidente molestia para dejarme con la revista abierta sobre la cama.
– ¿Por qué no seguiste trabajando en el hospital?
-Porque me casé.
– ¿Y casada no pensaste ir a la universidad? iba a decir algo, pero se calló.
– ¿Mi papá no te dejo?
-No es eso.
– ¿Entonces?
-NI quisiera le pregunté.
– ¿Ya no querías?
-Me hubiera gustado, sí.
¿Por qué no lo hiciste?
Cerró la revista. Era una ¡Hola! En la portada, Carolina de Mónaco con un vestido strapless de fiesta y joyas reales de rubíes y diamantes.
-Porque naciste vos.
“Muchas veces las mujeres no tenían la independencia. Digamos que la generación de mi abuela, había algunas mujeres profesionales, pero ellas fueron las primeras mujeres colombianas que pudieron lograrlo. Y en la generación de mi madre, había muchas más que trabajaban, pero en realidad, se dedicaban al hogar y a ser amas de casa.
“Digamos que mi mamá y mis tías no estudiaron en la universidad, pues esa era la norma. Es decir, no era raro que una mujer no estudiara. Entonces ¿cómo vas a pedir a una mujer que no tuviera independencia económica que se divorciara o tomara sus propias decisiones? eran mujeres que vivían en la casa paterna, dependían de las decisiones del padre y luego pasaban a depender de su marido”, señaló la escritora que ha publicado otras cuatro novelas: “Cosquillas en la lengua” (2003), “Coleccionistas de polvos raros” (2007), “Conspiración Iguana” (2009) y “La perra” (2017).
SENTIMIENTO DE CULPA
Las cosas han cambiado en los últimos 30 años para las mujeres, quienes además de estudiar y trabajar, regularmente también se encargan de los asuntos domésticos, y el poco tiempo que les queda, procuran invertirlo en sus hijos, aunque les queda un sentimiento de culpa.
“Yo creo que la novela reflexiona un poco sobre eso, sobre el hecho de que muchas veces la maternidad está basada en la culpa; hay una idealización de la maternidad y del rol de la mujer, pues al hombre se le disculpa, pero a la mujer se le exige”, mencionó.
Quintana aclara que esta novela no es autobiográfica, considera que es más bien personal, pero que la escribió pensando en las mujeres de la generación anterior, desde la óptica de una niña que va descubriendo lo que sucede en su familia.
“Me parece que el hecho de tener que mirar hacia la generación de mujeres de mi madre, me sirvió para reconciliarme con la idea de mi madre y para ver un poco la injusticia con los ojos con los que juzgamos a nuestras madres. Me hizo empalizar con ella y con las mujeres de su generación. Yo creo que ‘Los abismos’ explora sobre todo la relación de una hija y una madre”, enfatizó.
La narradora tiene un hijo en edad preescolar que, como los demás niños, se quedó en su casa mientras su mamá terminaba de escribir “Los abismos”.
“Fue un reto muy grande, porque mi hijo no estuvo yendo al colegio, porque estaba todo cerrado y fue muy duro escribir con el niño de edad preescolar en la casa; eso por un lado, porque creo que el hecho de que mi hijo fuera al colegio me dio un espacio, la `habitación propia´, esa de la que hablaba Virgina Woolf y es un espacio de tiempo para yo poder escribir en completa soledad”, expresó.
Pilar Quintana ha sido galardonada con el Premio Alfaguara de novela 2021, dotado con 175 mil dólares y una escultura de Martín Chirino, por la obra “Los abismos”, presentada con el mismo título y bajo el seudónimo de Claudia de Colombia.
El jurado, presidido por el escritor Héctor Abad Faciolince,y compuesto por las también escritoras Ana Merino e Irene Vallejo, la directora internacional del Hay Festival, Cristina Fuentes La Roche, el periodista y escritor Xavi Ayén, el librero de Nollegiu (Barcelona), Xavier Vidal, y Pilar Reyes (con voz pero sin voto), directora editorial de Alfaguara, declaró ganadora la novela por mayoría.