En las próximas semanas se llevará a cabo una de las discusiones de mayor relevancia para la vida de nuestro estado: el presupuesto de egresos 2022. Por ello, el colectivo Niñez Esencial, conformado por más de 80 organizaciones que representan a más de 50 mil ciudadanos, alza la voz por el interés superior de la niñez solicitando que en Nuevo León se dé prioridad en el presupuesto 2022 a la educación, con el fin de garantizar el derecho constitucional a una educación de calidad.
A la fecha, Nuevo León continúa con un 25% de escuelas cerradas, afectando a más de 400 mil alumnos, a pesar de que el semáforo epidemiológico ya se encuentre en verde, y casi el 72% de la población estatal en edad de ser vacunada cuenta con un esquema completo. Existe indignación en la ciudadanía ya que siguen existiendo indicaciones distintas para la educación que para otros giros.
En los últimos meses, ha quedado evidente no sólo el pésimo estado de la infraestructura de los planteles escolares en Nuevo León, sino las graves consecuencias del cierre prolongado de las escuelas y de la educación a distancia: abandono escolar, rezago académico, afectaciones en la salud mental, han sido ya documentados en el país y en el mundo. Se requiere programas especiales para resarcir el rezago académico acumulado, capacitación docente y becas para evitar que ningún estudiante se quede sin acudir a clases por problemas económicos.
Es necesario el apoyo socioemocional para los alumnos, para que haya suficiente cantidad de psicólogos para los planteles educativos. Si bien se ha logrado rehabilitar una cierta cantidad de planteles gracias a una inversión de 200 millones de pesos de presupuesto público, más las aportaciones privadas realizadas a través del proyecto “Apadrina una escuela”, siguen muchos planteles con carencias, y sin los recursos suficientes para adquirir insumos básicos como jabón, gel, papel higiénico entre otros.
Sabemos que el reto que enfrentan las autoridades es grande, y para poder remediar esta crisis se necesita priorizar a la educación en el plan de gobierno 2021-2027, asignando el presupuesto suficiente para atender estas áreas de oportunidad.
Nuevo León debe ponerse metas ambiciosas para recuperar el importante rezago académico que enfrentamos en la actualidad, y permitir que la catástrofe educativa no desemboque en un mediano y largo plazo en una crisis de oportunidades para los jóvenes, y en una crisis de inseguridad para nuestro estado.
Exhortamos desde la sociedad civil al gobierno estatal y a los diputados a resaltar el valor de la educación en nuestro estado al destinar una mayor proporción del presupuesto estatal, y así realmente hacerse garantes del derecho inalienable a una educación de calidad e inclusiva para todos nuestros niños, niñas y adolescentes de Nuevo León.