
En junio de 2020 la plataforma Netflix lanzó “Gimnasta A“, un documental que retrada los abusos de Larry Nassar, un médico de la Federación de Gimnasia de Estados Unidos que durante años se aprovechó física, mental, emocional y sexualmente de gimnastas de todas las edades.
Hoy, a cuatro años de su estreno, un escándalo similar sacude al estado con el destape de diversas denuncias de abuso sexual contra Dámazo “N“, un entrenador del Instituto Estatal de Cultura Física y Deporte de Nuevo León (INDENL).
En el marco del Día Internacional de la Mujer (8 de marzo) dos gimnastas acusaron al preparador físico de supuestamente violentarlas desde que eran menores de edad.
Por medio de redes sociales las afectadas las joven relataron las agresiones que aparentemente se cometieron entre 2015 y 2016, principalmente en el Gimnasio Klass, que es propiedad de Martha Adriana Hinojosa García, madre del acusado e integrante de la Asociación de Gimnasia de Nuevo León.
“Ninguna otra niña debería de pasar por esto. Abrazo a mi yo de 10 años. Un abusador no puede estar a cargo de un gimnasio y menos rodeado de niños. Mucho menos que la dueña del gimnasio Klass, Martha Adriana Hinojosa García, mamá de mi abusador Dámazo Rodríguez Hinojosa, sea parte de la Asociación de Gimnasia del Estado de Nuevo León“, sentenció de las primeras afectadas en levantar la voz.
“Esto pasó por 3 años y muchas veces de las que aún no me puedo acordar, no solo lo hacía en el gimnasio pero también en casas de mis amigas y por última vez en la olimpiada nacional en un hotel.
“Voy a explicar la ultima vez que me pasó. Una noche antes de la olimpiada nacional mi Coach nos quitó la llave del cuarto a mí y a mis amigas por motivos de seguridad.
“Entró a nuestro cuarto de noche, todavía recuerdo como tronaban sus pies al caminar y se puso a lado de mi cama. Empezó a tocarme y entré en un momento de shock como las veces que ya lo había hecho anteriormente. Cuando me levanté le dije a mis amigas y con mucho miedo dije que teníamos que hacer un “plan” para que no les pasara a ellas.
“La siguiente noche volvió a entrar y esta vez cuando caminaba con una de nosotras las otras se movían, sin dormir toda la noche competimos la mañana siguiente. Esa fue la última vez que me pasó y la única vez que pude alzar mi voz, aunque después sigue siendo callada por compañeras, familiares de esas compañeras y por supuesto la familia de Dámazo Rodríguez Hinojosa.
“Esto lo hago porque no quiero que ninguna otra niña le pase lo mismo y por mis amigas que tanto quiero y que siguen sin creernos. Alguien así no puede estar a cargo de un gimnasio y mucho menos ser parte de la Federación Mexicana de la gimnasia artística. Esto es un poco de mi historia”, escribió otra aparente víctima.
Tan pronto se dieron a conocer los primeros dos testimonios, una ola de acusaciones contra el implicado inundó las redes sociales. Al menos siete mujeres en total aseveraron ser víctimas de Dámazo “N“.
“Cuando yo tenía 13 años, yo recuerdo que estaba lastimada y ese día terminé antes el entrenamiento, mi mamá se tardó en llegar por mí, a lo que le me dijo que me sentara al lado de él, me senté y él comenzó a acariciarme los glúteos. Yo me quedé paralizada porque no supe qué hacer, también recuerdo que nos hacía estiramientos en donde hacía tocamientos innecesarios“, comentó una supuesta afectada.
“Desde que tenía siete años fui abusada sexualmente, mentalmente y físicamente. Mi maestro de gimnasia me lastimaba para que al final del día él me pudiera dar masajes en los cuales terminaba abusando de mí sexualmente“, se puede leer en el relato de otra aparente víctima.
Conforme transcurrieron las horas y las denuncias en redes se acumularon, las primeras consecuencias del escándalo se dieron a conocer: aún y cuando no existía denuncia formal contra el implicado, el INDE informó que cesó a Dámazo “N“ para salvaguardar la integridad de la comunidad deportiva local.
Por medio de un comunicado, la dependencia enfatizó que “no tolerará conductas que atienden contra la dignidad y el bienestar de los atletas y afirmó que continuará trabajando para garantizar un entorno deportivo seguro y libre de abusos“.
Por otra parte, miembros del Gimnasio Klass, en donde aparentemente se llevaron a cabo muchas de las agresiones, denunciaron ser blanco de amenazas e imploraron por “apoyo y comprensión”.
“Queremos compartirles que en estos momentos estamos sufriendo amenazas externas en contra de mi familia, atletas, padres de familia y algunos otros miembros del Klass, debido a las publicaciones subidas a las redes sociales.
“Solicitamos a los que nos han acompañado en estos 35 años de trabajo dedicados al deporte, su comprensión y apoyo demostrado en todos estos años, donde creemos firmemente en el deporte como una herramienta de vida”, expresaron en un breve comunicado.
Aún así, hasta el cierre de esta edición, el negocio siguió operando de manera habitual.
La trama de este escándalo deportivo no se reduce a las acusaciones recientes, ya que, según el Fiscal General de Justicia de Nuevo León, Javier Flores Saldívar, el implicado ya había sido investigado en 2015 por “atentados al pudor”.
Acorde con el funcionario estatal, la carpeta de investigación en su contra se cerró debido a que la víctima le otorgó el perdón.
Sin embargo, horas más tarde, la aparente víctima de aquel entonces también se hizo presente en redes sociales para refutar al Fiscal y señalar que nunca le otorgó el perdón.
Por medio de un mensaje, Itali, como se identificó la ahora joven, sentenció que sigue esperando justicia.
“Yo soy esa niña que denunció al entrenador y nunca otorgué el perdón. Por mí y mis compañeras de gimnasia #Las niñas no se tocan #Esperando Justicia”, señaló la atleta.
Tres días después de la viralización de los primeros casos, Dámazo “N”, quien se identificó a sí mismo como Dámazo Rodríguez Hinojosa, emitió sus primeras declaraciones al respecto, en las que negó categóricamente las acusaciones.
El entrenador regiomontano lamentó además lamentó que no se le haya dado el derecho de réplica para hacer valer su presunción de inocencia.
“Este tipo de acusaciones no se aclaran en redes sociales, ya que por lo menos, en este momento, lo que diga podrá ser usado en mi contra, sin embargo, me siento con la necesidad de externar a la sociedad que no merezco ser difamado, denigrado, ni señalado, ya que se está pasando por alto el derecho humano de ser escuchado”, expresó en un comunicado publicado en su cuenta de Instagram.
Por el momento, una fuente de la Fiscalía reveló que hasta el cierre de esta edición, el entrenador ya contaba con siete denuncias en su contra, cada una de ellas convertidas en carpetas de investigación en las que ya se trabajan para esclarecer los casos.