“Yo no soy un panadero, ni pastelero, ni repostero, pero desde hoy yo quiero aprender a cocinar… y en mi corazón yo quiero con mucho esmero este rico pan hornear y como un amigo sincero esta receta yo te voy a dar…”.
“Mezclemos en el molde de la vida los ingredientes de felicidad, amor, abrazos, besos y ternura, de condimento buena voluntad…”, con este himno inician la clase de repostería gratuita 40 señoras que acuden al centro comunitario Fundación Adelaida Lafón, que se encuentra ubicado en la colonia Fomerrey 35.
Ante la escasez de oferta laboral y la falta de un sueldo fijo, muchas jefas de familia tienen que recurrir al autoempleo y gracias a los talleres que se imparten en los 41 centros comunitarios que están bajo el amparo de la Secretaría de Desarrollo Social del Gobierno del Estado, muchas mujeres pueden salir adelante vendiendo productos hechos por ellas mismas desde su propio hogar.
Las vecinas de la Fomerrey 35, San Bernabé, Santa Martha y puntos circunvecinos, iniciaron hace tres meses, pero algunas ya son emprendedoras y elevan sus ingresos con la venta de pasteles, galletas y manzanas cubiertas de chocolate, caramelo y ahora fondant con la decoración de motivos navideños.
“A este centro comunitario vengo cada ocho días y les doy introducción a la chocolatería y tres horas de repostería, aquí adaptamos el salón como cocina y salen las cosas a la perfección”, indicó la maestra Francisca Celina Ortiz Cardona, quien tiene un año en este centro comunitario, pero desde hace una década trabaja para la Secretaría de Desarrollo Social.
Señaló que anteriormente ese taller de repostería no existía, pero ante la insistencia de las señoras se logró que hubiera esta otra opción de aprendizaje, ya que también se ofrecen clases de belleza.
“Son talleres de oficio y son para que ellas aprendan algo y tengan de dónde valerse y de dónde agarrar algo de recurso, porque por decir si invertimos 100 pesos para los quequitos y después se pueden vender en 300 pesos.
“Por ejemplo, para hacer una manzana cubierta de fondant en diferentes presentaciones como santas, mamás Claus, los renos o duendes, se invierte un promedio de 22 o 23 pesos, pero se venden en 60 pesos y puede ser un excelente regalo para esta temporada”, manifestó.
Agregó que las manzanas se decoran con chocolate, azúcar glass, tres huevos, pedacitos fondant, la duya, un bombón azucarado y los pretzel para los cuernitos de los renos.
Explicó que se hace una sola receta para que todas las señoras participen en la elaboración de la receta que se da por clase y ellas traen lo que está al alcance de su bolsillo, pero como son varias, entre todas cooperan para llevar lo que requiere la preparación.
“Aquí nos proporcionan algunos ingredientes, pero ellas traen azúcar, aceite y harina, porque aquí no se puede almacenar. A veces ellas mismas se cooperan si quieren hacer una receta en especial”, señaló la también maestra de pintura textil y pirograbado.
Destacó que en el mes de diciembre es cuando las amas de casa tienen más oportunidad de obtener ingresos extras, ya que mucha gente prefiere comprar la cena o los postres ya hechos.
“Ahorita están pidiendo mucho el pavo, la cena navideña, el pastel navideño, el rollo de mango, las hojarascas, la galleta de jengibre y las empanadas.
“Ahorita tenemos cotizado el pastel de 200 quequitos en forma de piano y un arbolito con notas musicales sale en mil 800 pesos y sale un poco caro porque lleva fondant, lleva sus notas musicales y se pone la escarcha comestible.
“Se eleva un poco el precio, pero si se compara el precio con el de una pastelería de renombre su costo llegaría a los 3 mil o a los 3 mil 500, entonces realmente nosotros lo traemos en bajo precio”, refirió.
CONSEJOS Y RECETAS
Además de los beneficios que los cursos de pasta flexible, bombón, pintura textil y pirograbado, las vecinas que acuden al centro comunitario Adelaida Lafón, elevan su autoestima al sentirse útiles y entre la terapia ocupacional y convivencia olvidan los problemas que cada una tiene en casa.
“Te involucras tanto con las chicas, que a veces somos las confidentes, las mamás a veces, enfermeras y amigas, además de maestra. A veces traen problemas tan fuertes que se acercan y nos piden orientación.
“Nosotros lo que hacemos es canalizarlas con el psicólogo porque él es el indicado”, indicó la maestra Francisca Celina.
Una de las alumnas, Gloria Cristal Rodríguez Rocha, es una de las jóvenes emprendedoras de este taller.
“Yo ya hago de 200 a 300 quequitos, ya sea simples o rellenos de nutela o plátano; y los decoro con diferentes tipos de betún, también varios tipos de pasteles.
“Yo sabía un poco, pero al tomar las clases me animé a ofrecer, entonces ya mis vecinas saben lo que hago y me van pidiendo”, expresó Rodríguez Rocha, quien es casada pero aún no tiene familia.
Comentó que realizar sobre pedido los pasteles o quequitos le ha beneficiado en su economía incluso al usar el gas para hornearlos, pues no ha incrementado significativamente su consumo.
De enero a la fecha de 2013 se han realizado 159 talleres en este centro y se han beneficiado más de 2 mil personas.