Así como Jesús vivió un calvario aquel Viernes Santo, muchos padres de familia sufren casi el mismo Vía Crucis los viernes de Consejo Técnico cuando no encuentran con quien dejar a sus hijos y tienen que modificar sus agendas.
Dejarlos con los abuelos, llevarlos al lugar de trabajo y contratar una niñera, en el mejor de los casos, son algunas de las opciones para los padres de familia que trabajan y no pueden ausentarse de sus labores.
Sin embargo, cualquiera de las opciones muchas veces afecta su rutina, simplemente al tener que adaptarse a los horarios de los cuidadores.
Los más afortunados son quienes sus parejas, ya sea hombre o mujer, pueden estar al pendiente de las tareas del hogar, quienes laboran desde casa o quienes son “dueños” de su tiempo.
Pues así pueden cuidar a sus hijos sin ningún problema o sin pedir un favor, durante los viernes de Consejo Técnico.
¡ABUELOS, NO SE ACABEN!
Los cuidadores más comunes para los hijos de Martha Nelly son sus padres. Desde que recuerda que se implementaron los viernes de consejo técnico, los abuelos han cuidado a sus hijas si es que ella no está en casa.
Martha Nelly tiene tres hijas, Ariana de 16 años, Itzel de 12 y Karely de seis. La ventaja que ahora tiene es que además de los abuelos, Ariana puede cuidar a sus hermanas, sobre todo a Karely, cuando su madre está ausente por trabajo.
Y es que los abuelos no siempre están disponibles para cuidar a los retoños de Martha Nelly, pues ellos también tienen que trabajar para ganarse el pan de cada día.
“Desde que me acuerdo siempre las he dejado con mi mamá, cuando ella no puede Ariana me las cuida o si de plano no hay nadie con quien dejarlas, sobre todo a Karely, me la llevó a trabajar”, platicó Martha Nelly.
Como ella, Héctor y su esposa Marisol también recurren a los abuelos para que les cuiden a Etan, su hijo de nueve años que cursa la primaria.
Desde el nacimiento de su hijo, Héctor y Marisol han dejado a Etan con los padres de ella. Sobre todo porque Marisol es maestra y sabe de la importancia que tienen los Viernes de Consejo Técnico como para faltar o pedir el día.
Héctor es ingeniero y trabaja por turnos, además es supervisor de un área de producción en donde sería impensable meter a un menor sin conocimiento para exponerlo en las máquinas.
Marisol es maestra de secundaria y labora tanto en la mañana como en la tarde, por lo que le resulta un poco difícil cuidar al pequeño durante los viernes de Consejo Técnico.
“Pues Marisol se ocupa en esos días. Yo no puedo llevarlo a la fabrica, así que lo dejamos con mi suegra”, contó Héctor.
Su ventaja es que siempre han vivido con la mamá de Marisol y además la señora no trabaja, así es que abusan de la confianza y lo dejan por lapso de unas horas.
ues se podría decir que abusamos de su confianza y su cariño, porque lo quieren mucho, es su primer nieto y siempre están ahí para cuidarlo, nos dicen que siempre y cuando sea por trabajo contamos con ella”, agregó.
GUARDERÍA “LA OFICINA”
Gerardo y Oriana también son una pareja trabajadora, y aunque ella tiene la fortuna de algunas veces trabajar desde casa, no siempre sucede de esa manera.
Es por eso que algunos viernes se les complica enfocarse a su pequeña, pues tienen que modificar sus agendas.
“Cuando Oriana puede trabajar desde casa, ella cuida a nuestra hija, pero cuando no, es ahí cuando se complica la cosa”, platicó Gerardo.
Él se dedica al mundo de la información pero su puesto es de directivo, es decir no tiene que salir a la calle y la mayor parte del tiempo trabaja desde su ordenador.
Por eso, cuando la situación se pone “color de hormiga” opta por llevar a su pequeña hija al trabajo, cuestión que no pasa a mayores pues además señaló que es muy bien portada.
“Ya cuando de plano no puede estar en casa me la llevo a la oficina. No tengo problema porque mi hija es muy tranquila, no hay nada que un buen libro o una tablet no pueda arreglar”, dijo.
Para Gerardo, lo cierto es que la agenda se le complica al tener que salir de la oficina para recoger a su retoño ajustando sus tiempos de comida, no se diga si tiene que monitorear una situación es especial en su trabajo.
LOS DESPISTADOS
Así como existen padres responsables al pendiente de las cosas de sus hijos, también existen otros despistados que no recuerdan las fechas como los viernes del Consejo Técnico.
Fernando, un maestro de música de un jardín de niños al sur de Monterrey, recordó varias situaciones chistosas durante el último viernes de cada mes.
“Me acuerdo en una ocasión que la madre de familia no le avisó a la abuelita que era viernes de consejo. La señora lo arregló, lo cambio y se fue el al kínder.
“Nada más porque salí al baño, recuerdo que estaba la señora con el niño en la puerta. Me acerqué para ver que se le ofrecía y me contestó que si pasaba algo porque ya tenía una hora esperando y no habríamos el portón.
“Yo me sonreí y le dije que era viernes de Consejo. luego me respondió: ‘es que mi hija no me dijo que era viernes de Consejo’”, recordó entre risas.
En otras ocasiones le ha tocado ver como llegan las madres de familia con los niños arreglados y al enterarse que es viernes de Consejo, de cualquier manera buscan dejar a sus pequeños en el plantel educativo.
“De repente llegan, se dan cuenta que es viernes de Consejo y como quiera nos dicen que si nos pueden dejar a los niños”, contó.
Sin embargo no los reciben porque no se pueden enfocar en cuidarlos.
¿QUÉ ES EL VIERNES DE CONSEJO?
José Mata, un maestro de psicología en los niveles de primaria y secundaria y que también da clases de música en un jardín de niños, platicó que los viernes de Consejo Técnico son días en donde tienen reunión los docentes para planear actividades a las que ellos llaman productos.
“El secretario de Educación manda un video de presentación sobre algún tema en especifico o sobre nuevas actividades, varía.
“Después del video tenemos que revisar los acuerdos a los que llegamos en la sesión anterior y luego partir con nuevas metas, actividades o proyectos a los que ahora con el nuevo plan de estudios llamamos productos”, explicó.
Para niveles como preescolar un producto puede ser trabajar con un huerto, una banda de guerra o con una escolta, planes que se pueden trabajar de manera mensual, por semestre o por ciclo escolar.
El maestro detalló que en cada nivel es diferente, pues por ejemplo en primaria, dividen a los grupos en primaria mayor y primaria menor, cuestiones que trabajan con alumnos de primero a tercer grado o de cuarto a sexto grado.
“Los enfoques pueden ser académicos, culturales, sociales, uno es el que se establece el rubro y la meta a alcanzar, después los supervisores de zona son los que revisan que realmente estemos trabajando y llevando a cabo nuestro plan”, agregó.
Señaló que por el tipo de plan de estudios que llevan en las primarias, los esquemas son más complejos, porque además de seguir el plan de estudios con los libros de texto tienen que trabajar con pruebas estandarizadas.
“De que nos ponen a jalar si nos ponen a jalar. Recuerdo que en el jardín de niños donde estoy, todo un año fue el técnico de preescolar a revisar que realmente estuviéramos trabajando. Así se agarran escuelas de manera aleatoria”, contó.
LAS MALAS PRÁCTICAS
Sin mencionar escuelas ni nombres, Mata dijo que había quienes abusaban de laborar en turnos dobles para faltar a las sesiones, sobre todo en las tardes.
“Si hay compañeros, sobre todo los que trabajan doble turno, que en las tardes no asisten a las reuniones.
“Se entiende cuando en la mañana ya vieron el video del secretario, pero pues en las tardes se supone que tienen que trabajar otros productos con otros alumnos”.
Las taquizas son una práctica común de los viernes de Consejo, que aunque para él no tienen nada de malo, para quienes los observan conviviendo si lo pueden tomar a mal.
Sin embargo resaltó que si están bajo la lupa de los técnicos y supervisores de manera aleatoria y que también pueden recibir sanciones por dichos comportamientos.
“Sobre todo los padres de familia, son quienes piensan que usamos los viernes para rascarnos la panza. Y aunque si aprovechamos para comer algunos tacos o algo, no es que no la pasemos de fiesta en esos días.
“Te puedo asegurar que somos más los maestros comprometidos que quienes se pasan por alto las normas. Al menos yo hablo de ni zona, de mi escuela, casi estoy con puras maestras que si se enfocan en trabajar por los niños”, acentuó.