
Y tras dos años inactiva la vida nocturna volvió a encenderse en Monterrey.
Desde marzo de 2020 la pandemia del Covid-19 silenció a decenas de bares, antros y cantinas en la mancha urbana, pero hoy un nuevo panorama les sonríe a los que lograron sobrevivir.
En algunos sectores del área metropolitana como Barrio Antiguo, la zona Tec o Centrito Valle el bullicio regresó con fuerza luego de la restauración del aforo al 100 por ciento en todos los giros de la entidad.
Apenas unos meses atrás caminar por las calles de dichos polígonos era sumergirse a un mundo callado y de oscuridad, que hoy se vuelve a tener sonidos y colores gracias al levantamiento de las restricciones por parte de la Secretaría de Salud el 27 de febrero pasado.
“Nuevo León, llegó el momento. El día de hoy podemos celebrar que hemos salido de la cuarta ola de Covid, y por eso el día de hoy como lo hacemos todos los domingos se calibra y se ajusta la estrategia de salud.
“El día de hoy oficialmente decretamos la salida de la cuarta ola de Covid y la reactivación total en el estado de Nuevo León. A partir de mañana 100 por ciento de aforos en todo el estado”, expuso el gobernador Samuel García.
Los más agradecidos con la noticia, además de los empresarios, fueron los jóvenes, quienes se desembocaron a los centros nocturnos para protagonizar nuevamente las escenas de filas en el exterior de las entradas.
“Ya hacía falta salir. Fueron dos años encerrados, sin poder hacer muchas cosas que ahora que ya se puede es un gran alivio.
“Entiendo la pandemia, entiendo que nos teníamos que cuidar, pero ahora que ya estamos casi todos vacunados, creo que nos podemos dar el lujo de una salida con amigos”, dijo Héctor López, vecino de la colonia Tecnológico y cliente asiduo de los bares del sector.
Y es que, lo que muchos han llamado “relajamiento de las medidas” para los dueños de negocios se ha convertido en la bocanada de aire que necesitaban para seguir subsistiendo después de la crisis sanitaria por el Coronavirus.
Desde reguetón hasta salsa, no importa el género, la oferta de espacios para divertirse al caer la noche es amplia en la zona metropolitana de Monterrey.
Las postales de antros, bares, restaurantes-bar y cantinas son de abarrotamiento total, especialmente los fines de semana, cuando, por consecuencia, los precios de los taxis de alquiler por aplicaciones se disparan.
La vida nocturna regresó, pero no como antes de la pandemia y ni siquiera por la cuestión de sanidad sino por la de seguridad.
Desde la apertura total de todos los giros, las autoridades tanto estatal como municipal han puesto mayor atención a los horarios de cierre de mencionados giros, ya que, aunque en la mayoría tiene autorizado hasta las 2:00 de la mañana para nadie es un secreto que previo al aislamiento pocos lugares respetaban la hora límite.
Actualmente, el Estado como los Municipios han puesto lupa en los horarios de cierre y la fiesta se termina antes de lo que se tenía acostumbrado.
“Lo único que sí ha cambiado es la hora de cierre porque antes se acababa todo como hasta a las 5:00 o 6:00 de la mañana y ahorita ya no. Para más tardar la 1:30 ya te están encendiendo las luces y pidiendo que te salgas. Eso es lo que no me gusta de ahora.
“Al principio pensé que era exagerado, pero cuando vi al salir que ya estaban las granaderas y todo me di cuenta que sí era de verdad que nos teníamos que ir”, enfatizó el vecino del sur de Monterrey.
A finales de 2021 cuando ya diversos giros habían reabierto, pero no es su totalidad, se presentó una situación de riesgo que colocó los focos de alerta en los centros nocturnos: el asesinato de un ciudadano sobre la avenida Ruiz Cortines.
Y es que, de acuerdo con el secretario de seguridad, Aldo Fasci, la madrugada del 26 de noviembre dos hombres ebrios protagonizaron un altercado en un bar de Monterrey, el ánimo se calentó a tal grado que al salir uno de ellos, el otro lo persiguió y le quitó la vida con un arma de fuego.
En palabras del funcionario estatal “si el bar hubiera estado cerrado no hubiera pasado nada” y desde ese momento arreciaron los rondines de vigilancia para corroborar que los centros de diversión nocturna cumplieran con el horario establecido.
LOS MENOS CONTENTOS
El regreso a la normalidad de la vida nocturna no tiene a todos contentos.
Y es que, si bien la mayoría de los jóvenes aprovecharon la reapertura para distraerse, algunos vecinos de las zonas de mayor aglomeración de antros y bares lamentan que la tranquilidad que trajo la pandemia se haya esfumado.
Alejandro Díaz es uno de los pocos residentes que quedan en el Barrio Antiguo de Monterrey y la reapertura total de los negocios le provocó un sabor agridulce: por un lado, el retorno de una normalidad paulatina le recordó los gratos momentos antes de la pandemia, peor por el otro ya estaba desacostumbrado al bullicio y al movimiento masivo.
“Por un lado está bien porque es como regresar a la realidad que teníamos antes del Covid-19, eso sí me gusta, pero también ya después de cierta hora la gente se pone más inoportuna, grita, raya llanta, se pelea, orina afuera de las casas y eso ya no me agrada”, mencionó.
Durante 2020 y la mitad de 2021 un silencio sepulcral envolvió a los negocios de entretenimiento nocturno en Monterrey y área metropolitana, pero el avance en la vacunación y la consecuente caída en las cifras de contagios, hospitalizaciones y muertes por Covid-19 revivió una industria que agonizó por casi dos años, pero que hoy se exhibe más viva que nunca.