
A poco más de un año de haber sido inaugurado y puesto en funcionamiento, el puente internacional Anzaldúas -que comunica a Reynosa, Tamaulipas con Mission, Texas- no ha podido cumplir con la premisa para la que fue edificado: acelerar los tiempos de cruce entre México y Estados Unidos.
Al contrario, los tiempos de espera en este puente internacional, que de inmediato se convirtió en el favorito de tanto los residentes locales como los que llegan procedentes del estado de Nuevo León, alcanzan niveles alarmantes: hasta cinco horas de fila.
Y aunque esta obra representa ingresos económicos para las ciudades de McAllen y Mission de 619 mil 367 dólares en sólo tres meses (de acuerdo a cifras oficiales correspondientes a los meses de julio, agosto y septiembre de este año), este cruce internacional opera con un horario limitado (de las 6:00 a las 22:00 horas) y con sólo cuatro casetas para la recepción de miles de automovilistas que buscan ingresar a Estados Unidos.
Esto ha provocado que en ciertas fechas clave, como los “puentes” vacacionales del pasado 20 de noviembre, las festividades del Día de Acción de Gracias y el día de las ofertas del “viernes negro”, ingresar a Estados Unidos por esta vía de comunicación, sea un verdadero martirio.
Rigoberto “Rigo” Villarreal, superintendente de los puentes internacionales Hidalgo y Anzaldúas, reconoció que las autoridades norteamericanas están conscientes de las molestias que provoca en los residentes fronterizos y turistas mexicanos los largos tiempos de espera en el cruce.
“Vamos a pedirle a las autoridades de la Aduana la autorización para abrir más casetas”, prometió.
Sin embargo, aclaró el funcionario, esta petición no podrá hacerse sino hasta el próximo mes de enero, debido a los calendarios con los que trabaja el gobierno norteamericano.
Esto quiere decir que los usuarios del puente internacional Anzaldúas no tienen otra opción que armarse de paciencia y soportar los largos tiempos de espera para ingresar a Estados Unidos… a menos de que decidan utilizar otro cruce.
PROMESAS INCUMPLIDAS
La historia de un puente internacional entre Reynosa, Tamaulipas y Mission, Texas siempre estuvo aderezada con altas dosis de optimismo.
Folletos promocionales elaborados por autoridades texanas, aseguran que el puente Anzaldúas “contará con tecnología de punta con la que no solamente se espera mejorar el cruce de tráfico, sino que hasta podía incrementar el número de personas procedentes de México que frecuentemente visitan el área (de Mission)”.
Incluso en sus folletos, las autoridades texanas reconocen la importancia que tienen los residentes del estado de Nuevo León que llegan a esta frontera para hacer sus compras.
“El valle (de Texas) siempre ha dependido de el comercio fronterizo. Este nuevo puente provocará un aumento en el comercio con Monterrey porque es una ruta más rápida y segura. Cortando el tiempo de viaje, (el puente) será la manera más eficiente para llegar a Estados Unidos para el tráfico del norte de México”, dice el documento.
Otro de los beneficios de esta obra que se detallan en la publicidad es su cercanía con la Zona de Comercio Internacional de la ciudad de McAllen, donde 410 compañías tienen sus oficinas. Entre las empresas maquiladoras que sobresalen se encuentran Nokia, Matsushita, Black and Decker, Fujitsu, Seimens, Corning, TRW y Symbol Technologies.
Además, dice el documento, a un par de kilómetros del puente internacional se encuentra the Sharyland Plantation y El Cimarron, unos exclusivos complejos habitacionales de más de dos mil hectáreas de extensión que se han convertido en los favoritos de las clases pudientes de la frontera, para construir sus viviendas.
Las autoridades texanas también presumen que el puente Anzaldúas es el más cercano a las ciudades de México y Monterrey, pues reduce hasta en 45 minutos el tiempo de traslado.
Incluso otra de las ventajas que se promocionaron, fue el hecho de que en Mission, a diferencia de Hidalgo, el departamento de policía local no era tan estricto cuando se trataba de revisar la documentación y comprobantes de seguro de los conductores mexicanos.
El cruce, que tiene una extensión total de 5.1 kilómetros, tuvo un costo superior a los 100 millones de dólares y fue edificado con columnas altas para que pudiera pasar por arriba de las riberas del Rio Bravo, un área considerada como zona ecológicamente protegida en Estados Unidos.
Sin embargo, en su diseño original el puente internacional solamente contempla cuatro casetas de entrada a la unión americana, donde se ubica el personal del Departamento de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés), quienes son los encargados de revisar la documentación de quienes buscan accesar al vecino país.
Este limitado número de accesos provoca un “cuello de botella” que se agrava durante las horas y días de mayor cruce de personas hacia Estados Unidos, como sucedió hace unas semanas.
Rigoberto Villarreal, superintendente para los puentes internacionales de Hidalgo y Anzaldúas, reconoció la molestia de los ciudadanos mexicanos por las horas en las que tienen que permanecer en la fila para ingresar a Estados Unidos.
Sin embargo, explicó que la decisión de mantener solamente cuatro casetas de acceso al vecino país (incluyendo el carril Sentri), compete a las autoridades federales de su país, quienes son los que disponen de los recursos para pagar los sueldos de los agentes aduanales instalados en cada caseta.
“Vamos a pedir al gobierno federal más ‘líneas’ (casetas) para reducir un poco los tiempos de espera. Vamos a pedir unas cinco o seis ‘líneas’ (casetas) más pensando en que nos puedan autorizar por lo menos dos”, explicó.
Villarreal indicó que buscarán el apoyo de los diputados federales de la región para que en el mes de enero, que es cuando inicien las actividades legislativas, se pueda pensar en una apertura de más casetas con lo que se aceleren los tiempos de cruce.
Indicó que desde que iniciaron las operaciones del cruce Anzaldúas, muchas personas comenzaron a utilizarlo pensando que iba a contar con menos tráfico, además de las personas que vienen procedentes del estado de Nuevo León, pueden utilizarlo con mucha facilidad.
Esta preferencia tomó por sorpresa a las autoridades norteamericanas, quienes no esperaban la gran cantidad de usuarios del puente algo que, ya saben, se repetirá en esta temporada decembrina.
Y aunque ya se está pensando en acciones encaminadas a acelerar los tiempos de cruce, saben que en realidad no hay mucho que puedan hacer pues solamente cuentan con cuatro casetas de entrada.
“Vamos a pedirle a la gente que al momento en que se acerque a la caseta ya tenga sus documentos listos, pues en ocasiones hemos observado que llegan a la caseta y apenas se ponen a buscar su visa o pasaporte y eso hace que se pierda mucho tiempo”, indicó.
El funcionario reconoció que esto es lo único que pueden hacer para esta temporada decembrina, pues no existe el personal suficiente para que el puente pudiera operar las 24 horas del día.
Ante ello, lamentó, las personas que decidan utilizar este puente sólo les queda tener paciencia y preparar sus documentos con tiempo para cumplir con el trámite migratorio en el menor tiempo posible.
Por su parte Félix Garza, vocero del Departamento de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés), indicó que la dependencia ya está preparada para el arribo de miles de personas a los puentes internacionales en esta temporada decembrina.
“Hemos estado trabajando para llevar a cabo un procesamiento expedito de los viajeros con la totalidad de nuestras casetas de inspección funcionando, sin descuidar la seguridad a través de la detección de contrabando de drogas y faltas de inmigración en los puertos de entrada”, dijo.
TEMPORADAS DIFICILES
Luis Cantú, vicepresidente de Relaciones Interamericanas y Desarrollo Comunitario de la Cámara de Comercio de la ciudad de McAllen, expresó que históricamente el organismo ha sostenido la idea de que las autoridades migratorias de Estados Unidos necesitan acelerar los tiempos de cruce en los puentes internacionales.
Para ello han sostenido reuniones con las autoridades de Aduana y Migración norteamericana, con las que esperan diseñar estrategias que permitan acelerar el paso de personas entre México y Estados Unidos.
“Sabemos que muchas personas vienen de muy lejos esperando realizar sus compras y para ellos es muy difícil esperar tanto tiempo en la fila, es una situación muy cansada”, indicó.
Cantú reconoció que desde el año 2001 el tema de la seguridad es muy importante para las autoridades de Estados Unidos, que han reforzado los sistemas de vigilancia en los puntos internacionales, lo que significaba que cada vez fuera más lento el proceso para entrar a este país.
Este problema se agrava en las fechas decembrinas, cuando se incrementa hasta en un 15 por ciento el número de personas que acuden a los comercios de McAllen para realizar sus compras navideñas.
“Este año en particular hemos observado que se incrementa el número de personas que llegan para realizar sus compras y que son procedentes de estados como Nuevo León y San Luis Potosí por lo que esperamos que el número de visitantes que tengamos en estas fechas se incremente unas tres o cuatro veces”, precisó.
El representante de la Cámara de Comercio de McAllen, indicó que han escuchado los testimonios de los visitantes mexicanos sobre el excesivo tiempo que tienen que esperar en la fila para ingresar a Estados Unidos.
Ante ello se han manejado ideas como la instalación de baños portátiles en algunas zonas del puente internacional para permitir que las personas que tengan alguna necesidad puedan utilizarlos.
Sin embargo, reconoció, todo esto son apenas paliativos, pues la verdadera solución a este problema es la apertura de más casetas de revisión que permitan acelerar los tiempos de cruce de ciudadanos mexicanos.
“Esperemos que esto se cumpla pronto”, aseguró Cantú.
RECLAMOS MEXICANOS
Para Ramiro Cienfuegos, presidente de la Cámara de Comercio de Reynosa, los reclamos de los ciudadanos mexicanos por los lentos tiempos de cruce en los puentes internacionales son inútiles, pues el gobierno norteamericano nunca los escucha.
Expresó que durante años, organismos y autoridades mexicanas han pedido sin éxito a las autoridades del vecino país que incrementen el número de aduanales en los puentes, con lo que se reducirían los tiempos de espera.
“No depende de lo que podamos hacer aquí en la frontera, nosotros podemos presionar para que se terminen las filas tremendas que se hacen en los puentes internacionales pero al final el gobierno de Estados Unidos es el que decide”, sentenció.
Incluso, aseguró el presidente de los comerciantes organizados, el puente internacional Anzaldúas no representa ningún beneficio para el sector en la ciudad, pues las personas que llegan de Nuevo León y lo utilizan para cruzar a Estados Unidos, no dejan ni un peso en la ciudad.
“Es un puente que no nos beneficia en nada”, señaló.
Por su parte, Armando Zertuche Zuani, secretario de Desarrollo Económico en Reynosa, indicó que el problema de los largos tiempos de espera para ingresar a Estados Unidos siempre ha estado en la agenda de las autoridades de la ciudad.
Explicó que desde el año de 1999, el entonces ayuntamiento sostuvo reuniones con las autoridades norteamericanas para resolver el problema de las largas filas en el puente internacional Reynosa-Hidalgo.
En estas gestiones el gobierno reynosense fue apoyado por la Cámara de Comercio de Hidalgo y McAllen.
“Desde ese entonces las autoridades norteamericanas nos dijeron la respuesta directa y honesta es que no contaban con los recursos suficientes para la contratación de más agentes migratorios en los puentes”, dijo Zertuche Zuani.
El funcionario reynosense dijo que las largas filas en los puentes internacionales no es un problema exclusivo de Reynosa o Tamaulipas, pues en todos los cruces del país se vive esta situación.
“Las autoridades norteamericanas tienen la necesidad de extremar las revisiones por los acuerdos binacionales de seguridad y combate al tráfico de drogas, entonces este problema lo tenemos en toda la frontera”, dijo.
Para Zertuche Zuani, Reynosa se encuentra en una posición privilegiada, pues en un área de alrededor de 70 kilómetros existen cuatro puentes internacionales que pueden ser utilizados por la población. Tal es el caso de los puentes Anzaldúas, Reynosa-Hidalgo, Reynosa-Pharr y Las Flores, en Nuevo Progreso.
Además está la próxima inauguración del puente internacional Revolución, que unirá a las ciudades de Río Bravo, Tamaulipas, con Donna, Texas.
“Somos la zona fronteriza con la mayor concentración de puentes internacionales en el país”, dijo el funcionario.
Sin embargo, reconoció, una serie de circunstancias han afectado el tráfico de personas por estos cruces. Tal es el caso de las recientes inundaciones que destrozaron la autopista Reynosa-Matamoros y que impiden el uso del puente Las Flores o los congestionamientos provocados por el cruce de trailers y transporte pesado que hace casi imposible la utilización del puente Reynosa-Pharr.
Ante estas situaciones, dijo el funcionario, los residentes fronterizos tienen que idear formas alternas de evitar las largas filas.
“Muchas persona deciden cruzar de noche a Estados Unidos, cuando las filas son menores para así poder quedarse a dormir allá y comenzar temprano con sus compras”, dijo.
Aún así reconoció que esta medida no puede ser aplicada por todos los residentes fronterizos.
SE PREPARAN…
EN OTROS PUENTES
Y aunque en el puente Anzaldúas es donde se registran los mayores problemas y más largos tiempos de espera para el cruce a Estados Unidos, las autoridades anunciaron medidas encaminadas a hacer más expedito el paso de vehículos a la Unión Americana… pero en el puente Reynosa-Pharr.
Alberto González Karam, subdelegado de Caminos y Puentes Federales en Reynosa, informó que del 18 al 26 de diciembre, este cruce internacional permanecerá abierto las 24 horas, con lo que esperan estar en mejores condiciones de atender a las más de 360 mil personas que se espera utilizan esta vía de comunicación en la temporada decembrina.
El funcionario dijo que con esta medida se estará en posibilidades de atender no sólo a los turistas que llegan a esta ciudad a realizar sus compras, sino a los “paisanos” que se espera ingresen al país por esta ciudad en las próximas semanas.
Esta decisión, se suma a la orden de las autoridades norteamericanas de mantener operando todas las casetas de acceso en el puente internacional Reynosa-Hidalgo, con lo que esperan reducir los tiempos de espera.
Curiosamente, quienes parece que se han quedado atrás en los preparativos por la temporada decembrina, son precisamente los encargados del llamado “puente del futuro”, que no ha podido cumplir con su promesa de acelerar el tráfico de mercancías y personas entre México y Estados Unidos. v