¿En qué se parecen el idioma español y el japonés?
Ambas son las lenguas más rápidas del mundo, por el número de sílabas que se pronuncian en el menor tiempo, según investigadores franceses.
Aunque parecen tan distintos, a veces nuestros idiomas no son tan distantes. Por razones históricas, porque Japón se ha convertido en la nueva potencia del flamenco en el mundo, por la pasión futbolística, por la popular comida mexicana, porque en las salas de karaoke nunca faltan los boleros o por alguna moda comercial, el idioma español es una “pasión”, que ha llegado a transformar vidas en suelo japonés.
Para muchos hispanohablantes es una sorpresa encontrar que palabras como “pan”, “tabaco” y “guerrilla” se dicen exactamente igual en japonés. Y las coincidencias siguen al caminar por las calles de este país, donde abundan coches, negocios y marcas con nombres en español.
En los medios de comunicación, es tradicional llamar “drama” a las telenovelas, o ver programas con títulos como “El Mundo”. Ahora se proyectan películas en español que incluso conservan sus títulos originales, según comenta Miki Watanabe, profesora de lengua y especialista en interpretación y subtítulos. Gracias a este trabajo se transmiten también telenovelas y series del mundo hispano en la TV por cable, por lo que las “Amas de Casa desesperadas”, de Colombia pueden ser comprendidas por sus similares japonesas, quienes también han sufrido los dramas de “Casandra”, “Marina” o “Mesa para Tres”.
En literatura se conocen ahora autores del mundo hispano moderno, mientras “El Quijote” sigue siendo una obra de gran influencia este país, desde que se mencionó de manera ejemplar en el “bushido” o código de los samuráis, según comenta el profesor Seiji Honda, de la Universidad de Estudios Internacionales de Kanda, reconocido traductor y estudioso de la obra de Cervantes.
En teatro, “El Hombre de la Mancha” se ha representado en este país desde hace más de 40 años; existe ya una versión del ingenioso hidalgo en Manga, mientras que la pasión por el personaje ha transformado algunos destinos, como el del académico Seiro Bantaro, quien adoptó ese nombre para tratar de imitar la pronunciación del apellido Cervantes y lleva, según quienes lo conocen, una vida quijotesca.
¿Cómo llegó la lengua española a Japón?
La historia formal dice que probablemente los primeros contactos de Japón con lenguas de origen latino se dieron con la llegada de misioneros católicos portugueses y españoles, en 1549. En los detalles, sin embargo, se puede encontrar que el pionero en estas relaciones fue un japonés llamado Anjiro, quien escapó en un barco portugués, luego de haber cometido un asesinato. Tras conocer a misioneros católicos, se convirtió al cristianismo y regresó a la isla con ellos, como intérprete y traductor.
En el año 2007, había en Japón alrededor de 650 universidades. Entre ellas, 216 ofrecen cursos de español como asignatura optativa y otras 16, como carrera universitaria. Se estima que más de 60 mil universitarios cursan estudios de español, según un reporte del Instituto Cervantes.
¿Por qué estudiar español? Las motivaciones para los japoneses son muchas. Entre los llamados “hispanistas” e investigadores de Japón sobre esta lengua, hay agrupaciones formales como: la Asociación de Hispanistas, Asociación Japonesa de América Latina, y otras. Un gran número de miembros de estos centros de estudio son lingüistas y especialistas en literatura.
Además, estudiosos de áreas como sociología, economía, antropología y arqueología también aprenden la lengua, interesados en temas de estudio que se encuentran en países hispanohablantes: las ruinas de civilizaciones antiguas, los problemas sociales de Latinoamérica, la situación económica de España, entre otros.
El español: en la moda y de moda
En los últimos años algunos negocios japoneses han popularizado palabras de origen hispano. Existe una línea de productos vanguardistas para la moda femenina que juega en su título con la palabra “Muchacha (achachuM)”. También es curioso para quienes recuerdan al famoso escritor colombiano Gabriel García Márquez, ganador del Premio Nobel de Literatura, ver bolsos de moda en Tokio de la marca “Garcia Marquez Gauche”. Además hay negocios y marcas como “Rico Chica”, “Chiquita”, “Moda” y “Casa”.
En este país es reconocida la librería “Libro”, los centros comerciales llamados “Feria” o la cadena de “Hoteles Monterey” (aunque con la pronunciación suave, como la del inglés).
Son comunes los cafés que llevan esta palabra en su nombre, como el “Ca Volcán”, “Ca Abanico” o el “Ca Nuevo Bar”. Para bebidas más fuertes el “Agave” permite degustar cientos de marcas de tequila, mientras se ofrece también una amplia variedad de opciones en la cervecería “Cerveza”. Ahora también es fácil encontrar en Japón edificios con nombres como “Miramar”, “Mira-río”. En el mundo deportivo, la liga de futbol japonesa tiene destacados equipos como los Marinos, Ardillas (aunque con escritura diferente), Avispas, Júbilo, Rey Sol y Cerezo.
Tal vez en las marcas de autos es donde esta moda del uso del español es más común. Japón es uno de los mayores productores de coches en el mundo. Aunque muchos modelos se exportan y se llaman de diferente manera en otros países, es curioso que en Japón se nombren con vocablos que tienen sentido en español. Por ejemplo hay carros como: “Alto”, “Fuga”, “Cima”, “Serena”, “Moco”, “Avanza”, “ Revia”, “Verso”, “Familia”, “Grande”, “Gloria”, “Ajero”, “Vamos” y varios más.
Muchos productos japoneses se han identificado con algunos términos de la lengua española, sin sospechar sobre el doble sentido o el humor de los hispanohablantes, que se divierten encontrando “otros” significados en los pasteles “Mamador”, de Fukushima o el auto “Pajero”. Por otra parte, de manera natural, hay palabras del idioma japonés que impactan a los hispanohablantes, simplemente por coincidencias involuntarias y a veces no muy bien interpretadas, como el nombre de la actriz Mariko Kaga, la compañía “Erecta”, o la salsa “Kagome”.
El español es así, una lengua divertida, atractiva en el mundo comercial, objeto de estudio y, muchas veces, se convierte en una pasión japonesa.
* Elaborado por alumnos del Curso de Comunicación Masiva en el Mundo Hispano, Universidad de Estudios Internacionales de Kanda, Japón: Kazue Nomura, Mao Kitagishi, Yo Ozawa, Shohei Kose, Aki Ishida, Sonny Tachibana, Yoshio Harada, Masako Asami, Asuka Watanabe y Silvia Lidia González (profesora).