
La madrugada del 7 de mayo tres menores de edad fueron atacadas a balazos en la colonia Mirador de San Antonio en el municipio de Juárez.
Yadira de 15 años murió en el lugar mientras que Alisson de 17 fue trasladada de emergencia por disparo en la cabeza al Hospital Universitario. La tercera, identificada como Selene de 17 años se reportó como desaparecida, aunque fue localizada ilesa más tarde.
De acuerdo con testigos, las tres jovencitas caminaban por la calle Elizama cuando aparentemente dos hombres armados intentaron privarlas de su libertad. Al resistirse e intentar escapar, los desconocidos accionaron sus armas contras las adolescentes dejando el saldo ya antes mencionado.
El hecho, ya de por sí atroz, tenía una artista aún más terrorífica: no era aislado. En menos de 48 horas un nuevo acto sacudió a la comunidad y llevó a las autoridades a indagar la existencia de un presunto violador y asesino serial en los límites de Juárez y Guadalupe, que cometería su último y escalofriante ataque la mañana del 8 de mayo.
A plena luz del día, cerca de las 6:30 de la mañana, una pareja caminaba por la calle Las Torres de la colonia Bugambilias con dirección a la parada de camiones. Era la rutina diaria de ambos para ir a laborar: el hombre custodiaba a la mujer como cada mañana cuando un sujeto desconocido los abordó. Sin explicaciones, disparó contra el esposo y lo dejó herido en la calle.
El sonido del disparo alertó a los vecinos del sector, quienes con temor abrieron las cortinas de sus ventanas para corroborar lo que acontecía.
Gloria, a quien llamaremos así para guardar su identidad, es vecina del lugar y fue testigo de lo ocurrido. También ayudó a que el sobreviviente recibiera los primeros auxilios.
“Ya estaba claro, ya estaba amaneciendo. Nos asomamos por la ventana y vimos que el muchacho estaba tirado y salimos corriendo a ayudarlo. Él pedía ayuda. Yo marqué al 911, pero no daban con la calle. Tardaron bastante en llegar.
“Cuando el señor no pide ayuda nos dice que se llevaron a su esposa. Nosotros corrimos para ver en donde estaba y vimos como la tenía agarrada del cuello y la llevaba amenazada con la pistola en el estómago. La muchacha volteó temerosa“, expresó la vecina.
Tras auxiliar al joven de 32 años, los vecinos intentaron seguir el rastro de la mujer secuestrado, fue ahí cuando presenciaron uno de los actos más ruines: el ataque sexual en su contra.
“Nos acercamos por la esquina para ver en donde estaban y vimos como la violaba y la amenazaba con la pistola en la cabeza, pero ¿qué podíamos hacer? si nos acercábamos más también podía dispararnos.
“Al poco tiempo llegó la patrulla y fue cuando empezó el tiroteo“, mencionó Gloria.
Durante cerca de cinco minutos, de acuerdo con la vecina, se registró el intercambio de balas, pero poco antes de que arreciara, el violador terminó con la vida de su víctima para después ser abatido por elementos de la policía municipal.
Al lugar arribaron elementos del Ministerio Público para arrancar con las indagatorias correspondientes, pero en el intercambio de impresiones con los vecinos el agente anticipó el temor de la Fiscalía: un violador y asesino estaba suelto.
“El señor nos decía que ya había una escoria menos, pero que lamentablemente se llevó a una inocente. El del Ministerio Público nos dijo que ya lo venían siguiendo desde Guadalupe, que porque allá también había cometido delitos“, aseveró.
La declaración fue corroborada horas más tarde por la Fiscal Especializada en Feminicidios y Delitos contra las Mujeres, Griselda Núñez, quien en rueda de prensa el lunes 9 de mayo, aseguró que el incidente con las tres adolescentes podría estar vinculado al de la pareja al tener muchas similitudes como el modus operandi y la arma de fuego utilizada.
“Respecto a la racha violenta sí nos parece muy importante precisar la vinculación de los cuatro casos que nos permiten establecer este modus operandi del sujeto. Hasta el momento dentro de las bases de investigación y las formas de operación nos permite establecer únicamente con estos hechos.
“Sin embargo, estamos haciendo el análisis puntual con alguno otro evento que se encuentra relacionado con alguna violación, pero hasta momento no se encontraba vinculada la privación de la vida de alguna otra mujer con ese modus operandi.
“También nos es preciso determinar el análisis de la implicación criminal de la persona, que nos permita conocer los motivos y las causas para poder generar una política pública eficiente para las autoridades a las que les corresponde la atención y la prevención de este tipo de circunstancias“, expresó la Fiscal.
Habían pasado más de 24 horas del crimen y la vecina de la colonia Bugambilias aún no podía concebir el sueño. Al cerrar los ojos aquella imagen desgarradora de la mujer siendo atacada la seguía llenando de impotencia y coraje.
“Uno lo ve en la tele, pero verlo ya en la realidad es muy triste. Da mucho coraje que pasen este tipo de cosas.
“Si nos dio mucho coraje e impotencia porque no pudimos hacer nada por ella. No he podido dormir, me la he pasado llorando pensando en que vi los últimos momentos de la muchacha llena de miedo. Me he puesto a orar por ella, por su mamá, por su descanso y por su esposo también“, comentó Gloria.
Desde entonces, el miedo impera por las calles de la colonia Bugambilias y los sectores aledaños. Los trágicos sucesos les perdieron una alerta que podría incluso asemejar a una psicosis.
“Ya una no se va a sentir segura ni con su propio marido porque no sabes si va a llegar un loco y te va a dar un balazo y te lleve. Desde ese día yo no dejo ya que mis hijos salgan ni siquiera a jugar al patio.
“Hoy, por ejemplo, que tenía que ir a hacer el mandado mi marido me acompañó, no me dejó ir sola“, dijo.
En dicha zona de Juárez no se habla de otra cosa que no sea el crimen de la mujer de 31 años de edad. ¿Y cómo olvidarlo? si los vestigios de las balas que se lanzaron para aniquilar al verdugo siguen presentes en forma de orificios en la pared así como los rastros de sangre y la cinta amarilla de restricción.
Caminar por la colonia es ahora el mayor riesgo de los residentes ante el temor de que un nuevo asesino serial se cruce en su camino y les robe la tranquilidad.
“Ya no hay paz, ya no hay tranquilidad, nos sentimos inseguros. Es que ya ni con un hombre al lado nos van a respetar. ¿Qué más podemos hacer? ya no estamos a salvo en ningún lado“, mencionó otra habitante, justo cuando caminaba cerca de la escena del crimen.
La Fiscalía informó ayer que se espera vincular al hoy occiso con más delitos de las mismas características registradas en el corredor Guadalupe-Juárez.