La pandemia del Coronavirus provocó que el 2020 se convirtiera en uno de los peores años de la historia reciente, mismo que trajo un sinfín de problemas y agravios a una sociedad que vislumbraba “tiempos mejores” a comparación del 2019.
Cambios radicales en la vida cotidiana, crisis económica, inconformidad con las autoridades, eventos masivos cancelados y una eterna incertidumbre fueron algunos de los efectos colaterales de una contingencia sanitaria que ha cobrado la vida de más de 100 mil mexicanos.
Este es el recuento de los acontecimientos más destacados en la entidad que reforzaron la etiqueta del “año perdido” generada por una epidemia sin precedentes.
EL VIRUS LLEGARÁ A NUEVO LEÓN
Después de confirmarse los primeros contagios en China se encendieron las alarmas internacionales sobre este nuevo virus que se propagó de manera exponencial.
Inmediatamente comenzaron las “fake news” sobre que la enfermedad ya había llegado al país y se reportaron nueve supuestos infectados, de los cuales ninguno fue confirmado.
Con el fin de evitar la psicosis, Manuel de la O Cavazos, titular de salud estatal, convocó a una rueda de prensa el 30 de enero en el Hospital Universitario acompañado por altos mandos del nosocomio y el rector de la UANL, Rogelio Garza Rivera.
“Les puedo asegurar que no existen casos de Coronavirus tanto en Nuevo León como a nivel nacional y tampoco existen riesgos si consumen comida china o tienen contacto con personas de rasgos faciales asiáticos”, afirmó.
Ante los diversos cuestionamientos sobre si estaban preparados para lidiar con el brote, reiteró tajantemente que Nuevo León es líder en el sector salud y mencionó que contaban con más de 6 mil 500 camas tanto en hospitales públicos como privados.
“Más que preocuparse hay que ocuparse, la OMS ha determinado que el brote constituye un alto riesgo y será catalogado como un caso de urgencia de salud pública”, añadió.
Por su parte, Garza Rivera adelantó que los estudiantes que se encontraban de intercambio académico en China estaban a salvo y comentó que la crisis coincidió con el Año Nuevo Chino.
“Extendieron las vacaciones hasta el 10 de febrero, por lo que los alumnos permanecerán en receso académico y también los sitios turísticos se encuentran cerrados, eventos públicos y culturales suspendidos, así que podemos confirmar que los jóvenes no están en peligro”, puntualizó.
El 27 de febrero se confirmó el primer caso en la capital del país y un día después, el gremio de salud en la entidad se reunió en el hotel Sheraton Ambassador para advertir sobre la inminente llegada del SARS-CoV-2.
“La gran movilidad que existe a nivel nacional como mundial es el principal factor a considerar. Podría ser mañana, en una semana o un mes, a ciencia cierta no podemos decirles exactamente cuándo llegará”, declaró De la O.
A la par, exhortó a la población a no realizar compras de pánico en productos de higiene, mismas que se reportaron durante el transcurso del mes en diversas tiendas departamentales del área metropolitana y que solo aumentaron la histeria colectiva.
EL INICIO DEL CALVARIO
Dicho y hecho el 11 de marzo ocurrió lo inevitable: el Coronavirus arribó a Nuevo León. El “paciente cero” se trató de un sampetrino que viajó por Londres, Múnich y Madrid y dos días después se sumaron otros dos que estuvieron en Colorado y La Habana.
Inmediatamente el terror reinó entre los nuevoleoneses y aparecieron mil y un especulaciones sobre la cancelación del festival Pal Norte, programado para el 20 y 21 de marzo que reuniría una aglomeración de más de 100 mil espectadores.
Aunque en un principio Manuel de la O descartó la posibilidad, al día siguiente y como medida de prevención para un “escenario catastrófico” se tomó la decisión de postergarlo y finalmente fue cancelado.
A la par, adelantó que los juegos de local de Rayados y Tigres se jugarían a puerta cerrada, aunque en menos de 24 horas la Federación Mexicana de Fútbol suspendió el Torneo Clausura 2020.
Por su parte las tres universidades más importantes del país (Tec de Monterrey, UDEM y UANL) anunciaron que el resto del semestre pasaría a ser en línea, modalidad que también se prolongó durante la segunda mitad del año.
Acto seguido cerraron escuelas, parajes turísticos, centros culturales e iglesias, mientras que los gobiernos municipales procedieron a reforzar medidas y cancelar paulatinamente la mayoría de sus eventos públicos y el 7 de abril, las autoridades establecieron el uso obligatorio del cubrebocas en el estado.
TRAGEDIAS POR DOQUIER
Tan solo en mayo se registraron cinco protestas de diferentes grupos los cuales compartían un objetivo común: “que los dejarán volver a trabajar”.
Comerciantes del Centro de Monterrey, los gremios de taxistas y meseros, dueños de gimnasios, transportistas escolares y maestros de música fueron los encargados de expresar al unísono su descontento con las autoridades estatales.
Además, se reportaron dos brotes en asilos del municipio de Guadalupe que dejaron un saldo de 78 casos entre residentes y empleados, así como uno en el Hospital Universitario que provino de un familiar de un paciente que derivó en 23 infectados.
El primero de junio comenzó con la “nueva normalidad”, en la que diversos giros no esenciales reanudaron actividades, cumpliendo una estricta serie de protocolos sanitarios, lo que trajo consigo un aumento considerable de la afluencia en el área metropolitana.
A la par se desató un contagio entre reporteros que afectó a más de una decena, entre los que se encontraban representantes de diversos medios de comunicación, mismo que provocó un cambio total en las actualizaciones diarias, ya que ahora se cubrirían de manera virtual.
El mes de julio será recordado como el de los récords debido a que llegó a registrar constantes jornadas en que las muertes superaban las cuarenta diarias y los contagios rondaban entre los 700 y 800.
Para rematar el momento fatídico del estado, los días 25 y 26 el huracán “Hanna” pasó por la entidad y devastó diversos sectores del área metropolitana, aumentó a niveles considerables la capacidad de las presas El Cuchillo, La Boca y Cerro Prieto, dejó muertos, desaparecidos y daños estimados en 3 mil millones de pesos de infraestructura pública.
LOS CANCELADOS
Al festival “Siempre Poderoso y Ascendente” se le sumaron otros conciertos masivos suspendidos que año con año deleitaban a miles de espectadores dentro del Parque Fundidora.
Beyond Wonderland, Machaca Fest, Cabuland, Hellow Festival y Live Out sufrieron el mismo destino que el primer cancelado.
Además, inmuebles como la Arena Monterrey, el Auditorio CitiBanamex o Pabellón M vieron como en nueve meses pasaron de tener boletos agotados a no albergar ni un solo evento.
En un hecho inédito en la historia de Nuevo León y debido a las restricciones sanitarias impuestas por la pandemia, el área metropolitana festejó el 210 aniversario de la Independencia de manera virtual.
Cercando tanto el Palacio de Gobierno como las cabeceras municipales, los gobernantes encabezaron el tradicional grito y apegándose a los cánones honraron a los héroes que nos dieron patria y libertad.
Las celebraciones más destacadas provinieron de Guadalupe y Escobedo, la alcaldesa Cristina Díaz Salazar convocó a un minuto de silencio en honor a las víctimas de la pandemia antes de abordar el protocolo oficial.
A su vez, más de 100 rostros de ciudadanos fueron colocados en sillas con el fin de simular la presencia de público en la explanada.
Por su parte la ciudad encabezada por Clara Luz Flores, quien a la par del evento presencial, también lo realizó por medio del popular videojuego Minecraft.
El acontecimiento se volvió tendencia nacional y miles de ciudadanos quisieron formar parte del suceso; sin embargo, diversos internautas no pudieron ingresar al servidor debido a la saturación del mismo, aunque los afortunados elogiaron la exactitud con la que diseñaron el Palacio Municipal.
NOVIEMBRE ATÍPICO
De ser uno de los meses más tradicionales del calendario a casi pasar desapercibido, noviembre en Nuevo León también se “contagió” de la crisis e incertidumbre derivada por la pandemia del Coronavirus.
Ni el tradicional Día de Muertos que brindaba alegría y color a miles de hogares al recordar a los que partieron, pudo levantar el ánimo de un estado que parece estar en una “meseta eterna”.
El “olor a altar” que abrumaba las calles, las catrinas y catrines que salían a las calles concurridas a ser fotografiados y los vendedores en el Mercado Juárez brillaron por su ausencia.
Contrario a ediciones pasadas, donde algún incidente o riña acaparaba los reflectores, en El Buen Fin edición 2020 predominaron las ventas en línea, aunque solo en cuatro días destacaron las aglomeraciones que a la larga podrían derivar en una cadena de contagio.
Del 14 al 16 de noviembre la gente “olvidó” la existencia de la pandemia y aglutinó las calles de la capital de Nuevo León, escudándose en el puente de la Revolución para salir.
La elevada presencia de peatones hizo recordar a los fines de semana antes del Coronavirus, donde el cruce de Interplaza a la Plaza de la Tecnología emulaba a ciudades como Nueva York o Tokio, guardando sus proporciones.
El aniversario 110 de la Revolución Mexicana dejó de lado su tradicional ceremonia y se tuvo que conformar con un discreto homenaje en el monumento a Francisco I. Madero que duró poco más de 15 minutos y que sus multitudes fueron el principal ausente.
DICIEMBRE SIN BRILLO
Ya en el último mes del año solo quedaba un evento que conglomeraba a cientos de personas: las tradicionales encendidas del pino navideño en los diferentes municipios.
Nuevamente con el fin de evitar una aglomeración innecesaria que a la larga derivaría en una cadena de contagio, adelantaron que realizarían las ceremonias de manera virtual.
Aunado a ello, la Corporación para el Desarrollo Turístico de Nuevo León dio a conocer que la edición 2020 de Luztopía no se llevará a cabo, por lo que el iluminado paseo durante la época decembrina se ausentaría del que para muchos fue “el año perdido”.