
La diferencia entre una melodía interpretada con acordeón o sin él es el sentimiento. Así coincidieron músicos y especialistas al analizar el género norteño, esa parte de la identidad cultural que identifica a los estados del noreste de la República Mexicana y el sur de los Estados Unidos.
“No cualquiera puede tocar música norteña, porque requiere de una cuota se sufrimiento para hacerlo y no podemos entender la música norteña sin el acordeón y sin el bajo sexto”, afirmó Carlos Gómez, presidente de la Fundación Mundo Sustentable A.C., miembro de la Asociación Estatal de Cronistas Municipales José P. Saldaña y cronista del municipio de Bustamante, Nuevo León.
El pasado martes 19 de febrero se llevó a cabo la primera sesión del ciclo “Café con Historia. Encuentro con la Música Norteña”, que reunió a algunos de los exponentes de este género que ha traspasado fronteras pese a las dificultades que ha enfrentado para llegar a penetrar en el gusto primero de los nuevoleoneses, para posteriormente afianzarse en el resto del país, hasta ser apreciados en todo el mundo.
Destacó que en la historia de los primeros grupos que surgieron en el norte de México como Los Tamborileros de Linares, Los Cadetes de Linares, Los Montañeses del Álamo, Los Alegres de Terán, Los Rancheritos del Topo Chico, por mencionar algunos, el acordeón juega un papel muy importante ya que a través de esta herramienta musical se pueden transmitir los sentimientos más genuinos, pues quien lo domina es como si estuviera tocando con el corazón.
“Yo no sé cuántos de ustedes han tenido el privilegio de ver de cerca un acordeonista de la talla de los señores disfrutando su instrumento, pero en el momento en que se moviliza el fuelle y la abotonadura se aplica y el teclado, es como si estuvieran transpirando a través del corazón, tiemblan, es una conexión emocional.
“Al acordeón se le llamó por mucho tiempo el piano de los pobres, aunque pobres ignorantes que pensaban así. El acordeón se patenta en Europa en 1826, pero ya el acordeón diatónico, que es el que los músicos ejecutan actualmente, se presenta en 1880, pero a principios del siglo XX es cuando empieza a generarse el mayor empleo del acordeón”, refirió el también investigador.
Sin duda, uno de los primeros acordeonistas que dejaron un legado importante en la historia de la música norestes fue Antonio Tanguma Guajardo, originario de China, Nuevo León.
“Don Antonio Tanguma no conocía de partituras musicales, él ya hacía su música silbando, pero cuando tuvo la oportunidad de comprar un acordeón, aprendió en dos semanas a ejecutarlo y no sólo se convirtió en un ejecutante brillante, pues como compositor, algunos de sus temas son como himnos regionales para Nuevo León, como ‘El Cerro de la Silla’, ‘El Naranjo’, ‘De China a Bravo’, entre otros”, señaló Carlos Gómez Flores.
A su vez, su hijo Guadalupe Tanguma Solís recordó que su padre amaba tocar el acordeón, y que él mismo componía el instrumento, porque no había lugares donde lo arreglaran cuando se descomponía.
EL ACORDEÓN ES UN INSTRUMENTO MÁGICO
Por su parte, Juan Villarreal, de la agrupación que anteriormente se llamaba Los Cachorros Hermanos Villarreal, pero que ahora se les conoce como Los Cachorros de Juan Villarreal, compartió su experiencia sobre un viaje que hizo ex profeso a Castelfidardo, Italia, donde se hace un festival del acordeón para conocer más acerca de este emblemático instrumento de la música norteña.
“Todos conocemos el acordeón, pero no sabemos exactamente cómo nace. Entonces mi hijo y yo fuimos a conocer el origen del acordeón y nos fuimos a Castelfidardo, Italia, para ver cómo lo hacen pues es un instrumento de nosotros.
“Lo más bonito fue ver que mientras unos hacían los botones, otros hacían el fuelle; es decir, unos son mecánicos y los otros son ebanistas. Entonces se juntan los dos y van formando el acordeón y estando allá yo sin saber hablar italiano pregunté a mi manera cómo podía ver el proceso de fabricación”, compartió Juan Villarreal.
Explicó que uno de los artesanos le mostró un video en el que se narra cómo surge el acordeón, pues en un principio eran una especie de lengüetas de caña, pero luego se le fueron añadiendo lo que es el fuelle, los botones y las teclas.
“Ahí se ve que al principio era una especie de carrizos pequeños, pero a Paolo Soprani -conocido como el primer fabricante en Italia- se le ocurrió ponerle teclas, pero como vio que necesitaba aire, se puso el fuelle en las axilas. Pero para mí la parte más bonita de esa historia es cuando el Zar de Rusia le dice al Rey de Italia que tiene conocimiento de una persona que fabricó un instrumento y entonces buscan a Soprani, pero este se rehusó a viajar con este instrumento tan pesado, por lo que inventó la versión más práctica que es la que conocemos”, compartió Villarreal.
Sobre el Ciclo “Café con historia” dedicado a la música norteña que organiza el Museo del Noreste (Mune), en coordinación con la Asociación Estatal de Cronistas Municipales, José P. Saldaña, celebró que se le diera la importancia que merece a todo lo relacionado con esta corriente musical que ha puesto en alto el nombre de México.
“Anteriormente el acordeón lo traía sólo el conjunto musical, pero ahora lo traen las bandas, el mariachi; el acordeón se acomoda donde quiera, por eso digo que el acordeón es un instrumento mágico con el que haces reír, llorar, cantar, lo que sea.
“Yo digo que si volviera a nacer volvería a tocar el acordeón porque es precioso. Recuerdo cuando murió mi hermano, me pasaba una cosa curiosa: me consolaba el acordeón. Así también cuando falleció mi padre y mi hermana también. El acordeón cura muchos males, penas, es más cuando amanezco crudo y agarro el acordeón me curo”, puntualizó.
El ciclo “Café con Historia. Encuentro con la Música Norteña” continuará todos los martes a las 19:00 horas hasta el 21 de mayo próximo en el Auditorio del Museo del Noreste (Mune).