Tras la declaración de la pandemia de Covid-19 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en todos los países se tomaron decisiones extremas como obligar a la gente quedarse en su hogar, y en Nuevo León no fue la excepción.
Aunque esta medida sanitaria ayudaría a evitar que siguieran creciendo los contagios, el quedarse encerrado en casa provocó que repuntaran otros números, especialmente los generados por los delitos de violencia familiar y de género.
Dependencias estatales como el Instituto de la Mujer empezaron a notar una disminución de atención en sus 37 módulos establecidos en diferentes puntos de la entidad.
Y aunque esto pudo mejorar la imagen del estado a nivel federal en el ámbito de seguridad, las autoridades estatales sabían que no se podía dejar desapercibido lo que se vivía en muchos hogares: la víctima convivía con su agresor las 24 horas del día.
Fue por ello que decidieron realizar una estrategia para apoyar aquellas mujeres que sufrían de violencia familiar o de pareja, y lanzaron cinco líneas telefónicas para dar atención durante los siete días de la semana.
Martha Cecilia Reyes, titular del Instituto de la Mujer, dio a conocer que tan solo en el periodo del mes de marzo a agosto se han recibido 20 mil llamadas de auxilio, lo que hizo notar que las mujeres de Nuevo León necesitaban la atención, sobre todo, el apoyo para orientarlas ante cualquier caso de violencia.
“Te puedo comentar que los casos atendidos en el periodo específico de la pandemia, son llamadas de 20 mil entrevistas de primera vez.
“Durante la primera entrevista se va a determinar la atención que va a requerir la usuaria, que puede ser de tipo psicológica, jurídica o bien que necesite una ayuda específica que atiende trabajo social”, comentó Reyes.
La atención psicológica, jurídica, la separación de cónyuges y los divorcios, además de los padres que dejaron de dar manutención alimentaria, son los casos que fueron a la alza tras el aislamiento por el Covid-19.
Durante el 25 de marzo al 25 de septiembre se recibieron un total de 5 mil 148 llamadas en los municipios de la zona metropolitana.
Agregó que en este período se atendieron 2 mil 594 procesos jurídicos, de éstos, las órdenes de protección fueron 477, las denuncias 390, la separación de cónyuges 71, juicios de alimentos 808 y divorcios 848.
“En el aspecto psicológico se incrementó aproximadamente en un 30 por ciento el número de atenciones, esta situación del encierro en casa, de estar desarrollando diferentes funciones que recaen principalmente en las mujeres, se reflejó en el número creciente de ansiedad, depresión, e inclusive hemos canalizado casos al Instituto de Salud Mental.
“El número de órdenes de protección se disparó enormemente, el año pasado se tramitaron como 250 órdenes de protección, ahorita desde que empezó la pandemia a la fecha hemos tramitado 477.
“Este es el indicador que repuntó en mayor medida, porque esto también nos habla de que la situación se llegó hacer más compleja al interior de las casas”, indicó preocupada.
La funcionaria dijo que Nuevo León generalmente figura entre los primeros lugares en llamadas al 911, por denuncias de violencia o violación.
Reconoció que poner al estado en primeros lugares en recibir denuncias telefónicas llega a ser importante para la sociedad porque invita a las mujeres a no quedarse calladas, y esto motiva a otras a buscar asesoría, aunque eso implique un reflejo en las estadísticas de manera negativa.
NUEVO LEÓN SOBRESALE
De acuerdo a datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, a nivel nacional y durante el periodo de enero-agosto 2020, el 4.33 por ciento de llamadas al 911 han sido por violencia familiar, el 1.63 por ciento por violencia contra la mujer y el 1.47 por ciento por violencia de pareja.
En el mismo periodo de enero–agosto, los casos de violencia familiar crecieron 1.7 por ciento, es decir, de 141 mil 317 casos en el 2019 pasó a 143 mil 784 en el 2020.
Actualmente Nuevo León, se posiciona como el segundo estado en delitos de violencia familiar, con 11 mil 598 casos y el segundo en llamadas de emergencia relacionadas con incidentes de violencia de pareja con 16 mil 422.
Además, es el segundo lugar en número de llamadas de emergencia relacionadas con incidentes de violencia familiar con 54 mil 656 de enero al mes de agosto del 2020, mientras que la Ciudad de México ocupa el primer lugar con 55 mil 384.
En cuanto a las llamadas de emergencia relacionadas con incidentes de violencia contra la mujer a nivel nacional, del mes de marzo-agosto del 2020 se registraron 137 mil 121, que son 41 mil 511 más de las que se realizaron en el 2019, ya que en el mismo periodo solo se reportaron 95 mil 610, o sea que hubo un incremento del 43.41 por ciento.
En este ámbito Nuevo León se posiciona en el número 19 con solo 2 mil 209 llamadas.
ASÍ AYUDAN
Durante la pandemia, el Instituto de la Mujer ha puesto a disposición sus líneas telefónicas a través del 911, donde se capturan los datos para dar el apoyo que esté solicitando la víctima.
Cuando se recibe la llamada la atiende una persona de trabajo social y si la condición lo permite, se hace una entrevista de valoración y con base al resultado de esta misma se determina si requiere la asesoría jurídica -primero-, la psicológica o alguna cuestión especifica de trabajo social.
También puede ser que en cuanto se reciba la llamada, la trabajadora social logre a detectar que es urgente dar una atención psicológica e inmediatamente se remite el caso a la psicóloga para que ella atienda el caso y después se continúa con el proceso.
O por el contrario si se recibe una llamada y en ese momento está sucediendo el episodio de violencia, se les da parte a las autoridades correspondientes, en este caso a la Secretaría de Seguridad Pública, para que inmediatamente acudan a la vivienda y poder rescatar a la mujer en situación de peligro.
Cuando el caso no tiene ese grado de urgencia entonces se hace el proceso de trabajo social, se determina qué tipo de violencia está sufriendo, el nivel de riesgo que vive la víctima, las posibles redes de apoyo de las que dispone y sobre todo cuál es la decisión que la víctima desea hacer.
Por otro lado, Cecilia Reyes comentó que se presentan casos en el que la víctima está dispuesta a denunciar a su agresor, pero sobre la marcha desisten o hay ocasiones en la que no quieren denunciar y terminan diciendo que sí, pero en toda decisión se le da el acompañamiento legal y psicológico gratuito.
“Lo más importante es que las mujeres no se queden ni se sientan solas, y darles el acompañamiento y seguimiento apropiado, pero lo más importante es que tienen que saber que se puede vivir una vida libre de violencia”, finalizó.