Rocío Denise Arreola Mendoza y Jesús Armando Zamora Carrillo son dos jóvenes “gorriones” (como ellos mismos se definen) que su arte, conformado por dibujos coloridos y excéntricos plasmados en camisas, botones, pedazos de tela o cualquier material se ha ganado un espacio en el ambiente artístico de Matamoros.
Estos artistas, de 22 y 25 años de edad, generan lo que llamaron “arte portable para llevar a cualquier parte del universo”, dentro del concepto denominado “Gorriones en la Luna”, el cual a un año de haber iniciado se ha distinguido por su originalidad.
Fantasiosos, quiméricos, fantasmagóricos, extraídos de un sueño profundo o de una realidad mágica que sólo ellos pueden percibir, los dibujos también son equilibrados: trazos perfectos, colores exactos; parecen “extraños” pero una vez familiarizados con ellos se origina un vínculo afectuoso que impulsa a conocer su historia.
Así, una jirafa con cabellera rosa adorna un bolso para mujer; una bruja –similar a la del cuento de Blanca Nieves–, con una nariz de árbol repleto de manzanas alojadas en su frente “horroriza” un pedazo de tela. De igual manera, un hada con cabellos de mariposa sentada en un hongo rosa queda impresa en una estampa coleccionable.
Estas “aves: vuelan libres por el vasto mundo de la creatividad. Cuando caminan, lo hacen con los ojos en las manos para dar origen a nuevas criaturas a pincelazos. Y es que, su vida es plasmar, en cualquier objeto o material que se pueda, sus lucubres ficciones que en la realidad han tenido un impacto positivo en el público por su originalidad.
Desde que colocaron su nido artístico en el Tianguis Cultural Matamoros (TCM), embrión donde se gestan los nuevos talentos de la localidad, el ingenio de estos jóvenes no ha dejado de sorprender pues en cada edición del evento reaparecen con nuevos seres que emergen de sus mentes y quedan atrapados en diversas superficies.
Jesús Armando comenta las creaciones provienen del amplio bagaje que han adquirido al leer cómics, observar caricaturas y películas, leer libros y, por supuesto, admirar producciones de otros artistas de mayor relevancia.
Rocío Denise sostiene que tienen influencias muy diversas las cuales emplean para inventar entes de distintos tipos: unos irreales, otros no tanto pero con un toque de imaginación.
“Gorriones en la Luna nace al momento de ver que tenemos varias ideas y para no dejarlas enlatadas aprovechamos el espacio libre del TCM. Este es un arte que se puede llevar a todas partes en una camisa o una blusa, una pulsera o en aretes”, dice Jesús Armando, quien actualmente estudia una licenciatura relacionada con Educación.
En tanto, Rocío Denise, estudiante de Diseño Gráfico, comenta que el proceso es laborioso ya que cada figura dibujada en los diversos materiales que utilizan es pintada a mano por lo cual las piezas con únicas e irrepetibles.
Menciona que, a pesar de ello mantienen precios al alcance de los asistentes al tianguis, que en su mayoría son jóvenes estudiantes. Externa que dentro de sus planes está el utilizar serigrafía para ampliar su trabajo y lograr que más personas adquieran una determinada obra.
“La idea es hacer las cosa pintadas a mano y también hacer serigrafía para que sean diseños que se repitan”, comenta la entrevistada.
TODO ES DIBUJO
Desde muy pequeños estos “gorriones” se han dedicado a las artes: ella ha expuesto sus obras en espacios culturales, mientras él vendía camisas con diseños propios en una tienda ubicada en el Centro Histórico de Matamoros.
Además de ser compañeros astrales son pareja sentimental. Una vez que se conocieron y coincidieron en el espacio se tomaron de las alas para lanzarse a llenar algo del vacío con sus ilusiones palpables.
Todo es dibujo para ellos, una palma puede ser una iguana comiéndose quién sabe qué cosa. Un libro puede parecer el perfil de un rostro. Tan pronto tienen una idea y en un pequeño universo de papel en blanco comienzan a trazarla, a darle forma.
“Vemos que mucha gente lo ve y piensan que son simples monitos. Un dibujo siempre tiene un trasfondo”, comenta Jesús Armando.
Apenas están adecuando su nuevo taller, sólo cuentan con una mesa llena de cosas de esta tierra que usan para plasmar sus retorcidas pero bien recibidas invenciones con tintes novedosos.
Sobre la mesa, repleta de herramientas, los dos aseguran que no laboran bajo pedido: “eso nos quita la magia”. Optan por esforzarse a concebir moldes nuevos acorde a sus intereses pero también a los de su clientela.
El proyecto ha extendido su primer tentáculo al Valle de Texas, específicamente en la localidad de Brownsville. En esa ciudad llevaron a cabo una pasarela de playeras adornadas a mano.
A LARGO ALCANCE
Jesús Armando comenta que su intención es acrecentar su producción y su campo de acción a otros municipios del Estado y –por qué no– a otras entidades de la República Mexicana.
Rocío Denise menciona que también quieren crear una línea de ropa bajo esta marca y distribuirlas en tiendas del municipio o en lugares donde se los permitan. También quieren editar una historieta: la trama ya la tienen sólo falta elaborar una sólida planeación para comenzar el tiraje.
Son muchas iniciativas que tienen en mente pero eso, aseguran, se dará conforme vayan concretándolas.
Sin perderse en las alturas comentan que aún les falta perfeccionar su estilo: “estamos trabajando y practicando, soltando la mano generando ideas, conociendo lo que le gusta a la gente; si seguimos adelante ganaremos talento”.
Están conscientes que aún falta camino por dibujar pero mientras haya pinceles e imaginación a raudales, cortezas de árbol, papel o utensilios para continuar dibujando, ‘Gorriones en la Luna’ continuará en el vuelo creando.