
Con el objetivo de contar historias de mujeres que han aportado de manera activa a la Universidad Autónoma de Nuevo León, la Facultad de Filosofía y Letras (FFYL) preparó la mesa de trabajo “Universitarias, entre memorias e historias”, en el marco del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.
En la FFYL identificaron la importancia de dar a conocer a la comunidad de la UANL los aportes de tres mujeres: Julia Garza Almaguer, María Zebadúa Serra y Rocío González Maíz, quienes impactaron como docentes, investigadoras e historiadoras tanto a la Universidad como al estado de Nuevo León.
A través de su Colegio de Historia, del Centro Universitario de Estudios de Género (CUEG) y en conjunto con la Escuela Industrial y Preparatoria Técnica Pablo Livas, maestras de la facultad expusieron las razones por las que deben ser reconocidas las contribuciones de las tres figuras universitarias.
Durante la charla estuvieron presentes la comunidad de estudiantes, personal académico y administrativo de la Facultad de Filosofía y Letras, así como de la Escuela Industrial y Preparatoria Técnica Pablo Livas.
Originaria de Santiago, Nuevo León, Garza Almaguer egresó en 1907 de la Escuela Profesional para Señoritas, una extensión del programa de formación pedagógica normalistas que era exclusivo para mujeres y en la que se incluían materias de labores domésticas y costura.
Se unió a la UANL como docente de la entonces Escuela Industrial Femenil Pablo Livas, hoy Escuela Industrial y Preparatoria Técnica Pablo Livas, en 1939, en donde ejerció como directora de 1942 a 1959, bajo el lema “cultura, virtud y trabajo”.
Durante las más de dos décadas que prestó sus servicios para la Universidad, tuvo la visión de crear cursos novedosos para que las mujeres aprendieran oficios en caso de quedarse solteras o enviudar.
Los cursos se crearon en los años 50 y algunos de ellos fueron: Costura industrial, decoración de interiores y nutrición.
María Zebadúa Serra es una pionera de la promoción y gestión cultural de Nuevo León, quien además tiene un enfoque con perspectiva de género, tal como lo afirmó la coordinadora académica de la licenciatura en Edición y Gestión de la Cultura de FFYL, Luz Verónica Cantú Gallegos.
Zebadúa Serra nació en 1935 en la Ciudad de México, pero se mudó a Nuevo León después de casarse con un regiomontano. Tras años dedicada exclusivamente a ser ama de casa, decidió estudiar la prepa abierta y la Licenciatura en Historia en la FFYL.
En 2001, presentó su tesis cuyo tema de estudio abordó a las mujeres y la perspectiva de género, que era la primera vez que la facultad recibía un trabajo con un título y resumen con estas temáticas.
Continuó sus estudios con una maestría en Metodología de las Ciencias Sociales, cuya tesis se enfocó en la formación de los ejidos y la participación de las mujeres en una dimensión político-social, tema que se volvió su trabajo principal.
En la actualidad, junto con su trayectoria como maestra de historia y su participación en el Colegio de Historia, es reconocida por sus publicaciones y su trabajo de investigación en el área social, en el que se inclina por las clases populares, urbanas y rurales.
La docente e historiadora Claudia Roxana Domínguez García considera que al hablar sobre historiadoras destacadas de Nuevo León no se puede omitir a Rocío González Maíz, quien es la primera mujer en graduarse del programa académico de Licenciatura en Historia de la UANL, en 1979, y una de las primeras en obtener el grado de doctora en historia, en 2000.
Entre sus publicaciones, se destacan: La Nueva Historia de Nuevo León (1995);
El huertismo en Nuevo León. Un caso, Salomé Botello (1985); Testimonios y vestigios del siglo XVIII en Nuevo León (2000); Desamortización y propiedad de las élites en el noreste mexicano 1850-1870 (2001); e Historia de la Facultad de Derecho y Criminología de la UANL 1824-2002 (2003).