Han pasado 42 años desde que se realizó la primera Marcha del Orgullo Homosexual en la Ciudad de México (1979), misma que actualmente es conocida como Marcha del Orgullo LGBTTTIQ+.
Cualquiera pensaría que en pleno 2021 se está acabando con las ideas que criminalizan, estigmatizan y satanizan esta preferencia sexual, pero hay personas que aún siguen desafiando la homofobia dándoles su respeto, confianza y apoyo a la comunidad LGBTTTIQ+.
Manuel y su esposa Catalina son una pareja que durante 42 años de matrimonio han sido testigos de la revolución donde esta comunidad ha luchado por su libertad de expresión.
La pareja, de 65 y 64 años, han visto la discriminación y muerte de personas homosexuales, pero también han atestiguado sus logros tras manifestarse por sus derechos como el pasado 26 de junio del 2019, cuando sin querer presenciaron las primeras bodas entre personas del mismo sexo en Nuevo León.
“Fue como hace tres años, un domingo que venimos y vimos que en esa ocasión habría bodas, no lo esperábamos y nos quedamos, no fue por morbo ni curiosidad solo para distraernos, fue una cosa circunstancial”, afirmó Manuel.
Tras recibir su jubilación ambos llevan una vida de “vacaciones”, aprovechan estar juntos y disfrutan ir a comer, de compras o para dar un paseo por el centro de la ciudad.
Al escuchar por las noticias sobre el evento que se llevó a cabo el sábado 26 junio, donde marcharían miles de personas, Manuel y Catalina, decidieron investigar la hora y el recorrido para volver a estar presentes.
“Nosotros ya somos personas jubiladas, realmente no tenemos nada qué hacer, nuestros hijos no viven aquí, entonces supimos y dijimos ‘pues vamos a ver la marcha’ como una manera de distracción”, comentó Manuel.
Aclararon que su opinión hacia las personas homosexuales siempre ha sido respetuosa.
“Yo no me meto con ellos, cada quien sus gustos y sus preferencias, mientras ellos sean felices está muy bien”, dijo Manuel.
“Toda la vida ha existido, no es nuevo esto, no tengo nada en contra, al contrario, me declaro a favor y con mucho respeto de sus derechos”, agregó Catalina.
Además, recordaron con nostalgia cómo la comunidad ha sido discriminada durante toda la vida e inclusive han sido asesinados por sus preferencias sexuales.
“Antes era un tabú, en nuestros años este sector era discriminado y esto ha existido toda la vida, es tan antiguo como la humanidad misma, nada más que antes era muy censurado y tapado”, dijo Catalina.
“Esto de que haya más libertad es de poco tiempo, yo le calculo unos 15 o 20 años, y de ahí para atrás eran muy discriminados por eso muchos no querían salir del closet, los censuraba la sociedad, la familia, los criticaban en determinado lugar y ahorita ya lo están asimilando”, agregó Manuel.
Por último, la pareja que ha tenido una relación amorosa durante 42 años aconsejó a las parejas de la comunidad a respetarse, pero sobre todo cuidarse en una era en donde las enfermedades por transmisión sexual pueden quitarles la vida.
“Que se cuiden mucho, que se quieran, que se respeten, pero sobre todo que se cuiden más ahorita con todas las enfermedades que existen, es muy doloroso perder a un familiar de esa forma”, finalizó Catalina.
MAMÁ ADOPTIVA
Verónica Rocha, de 45 años de edad, estaba esperando junto con sus tres hijos al contingente de la comunidad LGBTTTIQ+ que salió desde la estación del Metro Anaya, como muestra a la aceptación y la lucha para que todos tengan los mismos derechos y sean respetados.
Ella llama “hijos adoptivos” a los amigos de sus hijos, quienes pueden expresarse al 100 por ciento en su casa y ser ellos mismos sin necesidad de sentirse juzgados.
“Mis hijos adoptivos me siguen, se sienten cómodos y a gusto, mi casa es el punto de reunión en donde saben que van a ser aceptados tal y cual son, pero sobre todo amados”, comentó Verónica.
Muchos jóvenes que son gay o lesbianas son afectados porque tienen que mantener en secreto su orientación sexual ya sea en el trabajo, con sus amistades o hasta en su propia familia, explicó.
Rocha agregó que aquellos jóvenes que aún no han podido hablar abiertamente sobre su preferencia sexual están siendo lastimados psicológicamente por la falta de confianza hacia sus seres queridos.
Aunque la lucha por sus derechos se hace cada vez más presente entre la sociedad, ella describe que sigue sin entender porque continúan las etiquetas y diferencias si al final todos somos iguales, enfatizó que es el momento que la gente cambie su pensamiento.
“Los deberían aceptar tal cual, qué mejor que la propia familia para darles el apoyo y amor que necesitan, deben de ser algo difícil, si de por sí ellos ya tienen una lucha interna de aceptar lo que están sintiendo y lo que son, y es una transición difícil y que mejor manera de estar acompañado de la familia”, finalizó.
MI PAREJA ES MACHISTA
Norma Sánchez, jubilada del área de enfermería, ha tenido que compartir su vida con un hombre “machista”, pero eso no fue impedimento para que acompañara a sus hijas apoyar a sus amigos de la comunidad LGBTTTIQ+ durante la marcha el pasado 26 de junio.
Sánchez calificó a su esposo como un hombre de mente cuadrada al igual que el padre ella.
“Mi esposo no comparte conmigo estas ideas, él y hasta mi papá tienen ideas muy machistas y será por la carrera que me ayudo en abrir mi mente a otras cosas”, explicó Norma.
Pese a esa situación Norma ha sabido sobrellevar su matrimonio no hablando de temas de homosexualidad con su marido.
“Yo lo respeto y de estas cosas casi no hablamos porque él es demasiado cuadrado en su forma de pensar y me toca lidiar con esa situación.
A diferencia de él, Norma se considera que siempre ha sido respetuosa y ha aceptado a las personas con sus diferentes ideas políticas, religiosas o preferencias sexuales.
Además, dijo que las personas no tienen por qué esconderse y la gente los debe aceptar tal y como son, ya que cada quien tiene sus preferencias y eso no le hace daño a nadie.
“Está muy bien que todos reconozcan a las personas diferentes a uno, yo apoyo a mis hijas que son a las que vengo acompañando y que les gusta todo este ambiente y tienen amigos que son homosexuales y yo los respeto”, agregó.
Aunque piensa que los hombres machistas ya tienen demasiado arraigado y sus pensamientos son cerrados en costumbre e ideas, pidió a aquellos padres machistas que si llega a darse una situación en su casa de homosexualidad deben aceptar a sus hijos tal y como son, porque son personas independientes y cada quien tiene su manera de pensar y más cuando ya son adultos.
Mientras a las mujeres que tienen un matrimonio parecido a ella, dijo que la clave es respetar los diferentes puntos de opinión de su pareja y llegar a un acuerdo sin discutir porque no podrán llegar a tener una convivencia sana.
“Si tu pareja es demasiada cerrada, cuadrada y machista no la vas a hacer cambiar, es nada más respetarla y si les tocase llegar a tener un hijo o hija gay tendrá poco a poco que aceptarlo, es la forma de llegar lidiar con una pareja machista”, advirtió.
Se pinta Nuevo León de colores
Eran las 18:00 horas del sábado 26 de junio, en la Macroplaza se observaba caminar a los paseantes tranquilos, esperando que llegara el contingente de la vigésima Marcha de la Diversidad en Monterrey quienes se estaban adueñando de las calles de la ciudad para defender su derecho a ocupar el espacio público.
Vendedores ambulantes aprovechaban el día para “hacer su agosto”; banderas, pulseras, gorras y collares estaban vendiéndose como pan caliente.
Y de repente cada persona ya tenía algo alusivo al día y en cuestión de minutos la Explanada de Los Héroes ya se había pintado de colores tras recibir a más de 45 mil personas, en su mayoría integrantes de la comunidad LGBTTTIQ+, además, de amigos y familiares que apoyan su causa.
Minutos antes de las 19:30 horas, los conductores Mario Luna y Karen Dávila comenzaron a amenizar el evento, los presentes pudieron ver en la pantalla testimonios de personas que contaron su experiencia de como “salieron del closet”, la expresión de las personas pudo dejar al descubierto que más de uno y una se sintieron identificados.
Risas, canciones y diversión no pudo faltar en el lugar, cada persona celebraba y disfrutaba la marcha que se realizó en México por primera vez en 1979.
Por su parte el activista y organizador Mario Platas, dijo que el incumplimiento del gobierno estatal al negarles el apoyo para la colocación del escenario frente al Palacio de Cantera no impidió que se apoderaran de las calles.
“Jaime y su gente, pensaron que eso nos iba a detener y que no realizaríamos nuestra marcha ¡se equivocaron! No solo no la suspendimos, sino que rompimos el récord de asistencia con más de 45 mil personas de nuestra comunidad LGBTTTIQ+ que al saber del bloqueo, se volcaron a las calles de la ciudad a defender su derecho a ocupar el espacio público.
“Nunca daremos un paso atrás en el reconocimiento de nuestros derechos. Creo que a todos y todas quienes nos quieren en la sombra, les quedó perfectamente claro”, advertía .