
Como si se tratara de una película de ciencia ficción, la medicina personalizada es toda una realidad en el mundo, gracias al estudio del genoma humano.
Se trata de una práctica novedosa en la que los especialistas de la salud utilizan el perfil genético de los pacientes para diagnosticar, pronosticar y predecir el mejor tratamiento para sus enfermedades.
Hugo Barrera Saldaña es uno de los precursores en el mundo de la también llamada medicina individualizada y es orgullosamente egresado de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Autónoma de Nuevo León, en donde comenzó su formación.
“Antes los médicos nos consultaban como si todos fuéramos iguales y nos daban la misma pastilla y después veían qué pasaba como si fuera una especie de ensayo, de fallo y error, pero ahora primero se estudia el genoma del paciente y se apoya con éste al médico para que elija el mejor tratamiento para ese paciente en particular”, aseveró el egresado de la UANL.
Reconocido biólogo, bioquímico, investigador, emprendedor y catedrático, sus estudios sobre el genoma humano le han valido el reconocimiento internacional y recientemente, en diciembre de 2019, lo hicieron acreedor del Premio Nacional de Ciencias en el rubro de Tecnología, Innovación y Diseño.
De la mano del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, el precursor de la biología molecular en la Máxima Casa de Estudios recibió el honorable galardón, que se sumó al basto compendio de reconocimientos que ha recibido a lo largo de su carrera.
Originario de Ciudad Miguel Alemán, Tamaulipas, la curiosidad siempre fue un atributo del ahora investigador. Desde pequeño fue aficionado a la ciencia y a la magia, que, a su parecer, tienen muchas cosas en común. Por eso idolatraba los cómics que integraban ambos elementos.
“La ciencia y la magia siempre han estado en paralelo, pero una (la ciencia) quitándole mucho a la otra (la magia) conforme avanza”, aseveró el tamaulipeco.
De hecho, fue el personaje de un científico en un cómic de Supermán lo que lo que le despertó su hambre por la ciencia.
“Fue un cómic de Supermán en el que una ciudad amaneció con una especie de cúpula que la rodeaba y dijeron: llámenle al científico para que nos explique qué está pasando. Esa figura, de un individuo con mucho conocimiento, capaz de ayudar a la sociedad contra sus miedos se me quedó grabado”, dijo el investigador.
Tiempo después la frase “y los secretos de la vida están escritos en el Ácido Desoxirribonucleico” confirmaría su intención de ingresar al mundo de la investigación molecular.
Caracterizado por ser un estudiante disciplinado y responsable, Barrera Saldaña tuvo que elegir entre mudarse a Monterrey o la Ciudad de México para iniciar con sus estudios profesionales, decidiéndose finalmente por la Sultana del Norte, en donde eligió a la Facultad de Ciencias Biológicas de la UANL.
Ingresar a la Universidad fue un nuevo mundo para él, un mundo que lo apasionaba, al grado que a la par de su carrera como Biólogo tomaba clases de Químico Bacteriólogo Parasitólogo.
Se “coló” a todas las conferencias y talleres que pudo durante su carrera con el fin de aprender más. Barrera Saldaña recuerda que la UANL traía grandes expositores del centro del país y él aprovechaba cada enseñanza.
Durante la carrera, el investigador tuvo la oportunidad de pasar veranos en Houston, a donde llegó para estudiar inglés, pero al ser el mayor centro médico del mundo también aprovechó para buscar oportunidad de practicar en hospitales.
En la ciudad norteamericana se percató de que la bioquímica ya había dado un paso más hacia la biología molecular, que es la ciencia dedicada al estudio del Ácido Desoxirribonucleico (ADN), del que se volvió un aficionado asiduo.
“La ciencia si la cultivas con pasión te arropa. Entonces, entras a una especie de club muy selecto en donde hay gente dedicando su vida a descubrir los secretos de la vida y el universo. Rápidamente te beneficias de ese club”, dijo el entrevistado.
Barrera Saldaña concluyó sus estudios en Monterrey y logró realizar doctorados y post doctorados en Estados Unidos y Europa, en donde continuó sus investigaciones sobre el ADN.
En su paso por el viejo continente logró conocer Premios Nobel y laborar con los mejores investigadores de genes del mundo, aunque sabía que pronto llegaría el momento de regresar a México.
De vuelta en su tierra, Barrera Saldaña comenzó a compartir, por medio de la educación, los conocimientos adquiridos en el extranjero.
La Facultad de Medicina de la UANL fue la primera en arroparlo y en donde fundó la Maestría y Doctorado en Ciencias con especialidad en Biología Molecular e Ingeniería Genética.
Otro de los logros en los que destaca dentro de la Máxima Casa de Estudios de Nuevo León es la creación de la carrera de Biotecnología Genómica de la Facultad de Ciencias Biológicas.
Pero de nada serviría la oferta educativa si no existieran estudiantes que busquen acercarse a la ciencia, por eso, para el bioquímico el mayor logró de su carrera ha sido encaminar a más de 100 estudiantes al conocimiento científico.
“Sin duda, el logro más grande ha sido encaminar a al menos 100 estudiantes en la ciencia. Yo regresé el favor que me hicieron mis maestros y las instituciones que me apoyaron”, expresó.
Aún con la poca inversión que en México se hace a la ciencia, que ronda cerca del 0.4 por ciento del PIB nacional, el objetivo de Barrera Saldaña es formar a cada vez más investigadores y evitar que inviertan su juventud sin llegar lejos en la ciencia.
“Es absolutamente cierto. Es lamentable la pobre inversión en ciencia que hay en el país porque mucha de esa inversión no necesariamente llega a los laboratorios. Mucha de esa inversión se pierde en burocracia.
“Siempre hemos soñado con tener al menos el 1 por ciento del PIB de México dedicado a la ciencia. No hemos pasado del 0.4 por ciento, eso es muy grave, ese es un gran problema”, sentenció.
Actualmente, Barrera Saldaña puede presumir que existen 10 investigadores nivel tres dentro del Sistema Nacional de Investigadores impulsados por él.
No es una tarea sencilla, pero poco a poco va dando frutos. Dentro de su misión personal está posicionar a su alma mater -la UANL- como una de las mejores de América Latina.
Al día de hoy lidera una empresa de consultoría y un laboratorio de servicios científicos y tecnológicos.
Con el apoyo del Conacyt creó también el Laboratorio Nacional Bio Banco y es fundador del Centro de Biotecnología Genómica del IPN en Reynosa, sólo por mencionar algunos de sus logros profesionales.
Es mexicano, es norteño y es internacional, ya que su trabajo ha trascendido a tal magnitud que la más prestigiada revisa de ciencia del mundo -Nature Medicine- ya publicó su perfil en 2003.
¿Quién es?
Hugo Barrera Saldaña
1.- Biólogo por la UNAL, doctor por la de Texas en Houston, posdoctorado en la Louis Pasteur de Francia y posee especialidades en Validación Clínica, Innovación y Comercialización de Biotecnologías.
2.- Cuenta con >200 publicaciones, >3,000 citaciones, >100 tesis, 6 libros, 2 patentes y múltiples descubrimientos e inventos biomédicos, incluidos el récord mundial de secuenciación de genes, la primera prueba de medicina personalizada, producción de hormonas de crecimiento en levaduras, primeros ensayos de terapia génica en Latinoamérica y la revelación de las alteraciones genómicas en cáncer cérvico-uterino.
3.- Ha recibido decenas de premios de la UANL, nacionales (destacando el Luis Elizondo del Tecnológico de Monterrey el Aida Weiss en Medicina Genómica de la UNAM, el Heberto Castillo de la Ciudad de México y los nacionales de Alimentos y de Ciencias) y en el extranjero (la UT-Houston lo declaró ex alumno distinguido y la prestigiada revista Nature Medicine publicó su perfil, entre otros).
4.- Es miembro distinguido del Sistema Nacional de Investigadores y de las Academias Nacionales de Ciencias y de Medicina.
5.- Es artífice de emprendimientos tanto académicos (en UANL, IPN y otras IES de México y Latinoamérica), como empresariales (fundó INNBIOGEM, SC y Vitagénesis, SA).