
Ya sea como deporte, espectáculo, negocio o arte, la lucha libre ha sido una industria poco valorada en nuestro país. La exposición “La lucha libre, una historia jamás contada”, demuestra por qué es una parte importante de la identidad cultural de los mexicanos.
Desde hace dos años, las autoridades de 3 Museos acariciaron el ambicioso proyecto de montar una exposición sobre la lucha libre en México. El pasado 6 de marzo el luchador profesional Mil Máscaras fue el invitado de honor a la inauguración de la muestra que se instaló en el Museo del Noreste Mune.
Los más de mil piezas ente las que se encuentran máscaras, cárteles, trajes, juguetes, videos y accesorios, pertenecen a la colección de Christian Cymet López Suárez.
“Es muy satisfactorio porque he buscado a las autoridades de Conaculta y nunca tuve la oportunidad de demostrar y mostrar mi colección, creo que la más importante en México. En Japón y en Europa la lucha es amada y aquí en México nos falta poder disfrutar, amar y contemplar la historia de la lucha libre.
“Esta exposición reúne más de mil objetos que datan desde los años 20 hasta la actualidad. Creo que es un repaso histórico de la lucha libre y sería imposible contar todo sobre la lucha libre, pero este es el primer paso y ojalá que no sea el último”, expresó López Suárez.
La exposición está dividida en siete grandes ejes históricos: “Antigüedad y lucha. Antecedentes de los deportes de combate. Importación y adaptación de la lucha en México, siglo 19 hasta principio de los años 30”; “Establecimientos, definición y reglamentación” y “La República del Pancracio. Finales de los años 30 hasta principios de los años 50”, integran el primer bloque del recorrido.
La segunda parte consiste en “La época de Oro de la lucha libre mexicana. 1950-1969”; “Lucha libre en el México Contemporáneo. 1970-1988”; “Modernidad y nuevo siglo. 1989-2013 y la Lucha Libre en el Noreste”.
LUCHADORES O HÉROES
Orlando Jiménez, quien realizó el guión histórico de la muestra, destacó que el pueblo mexicano es un pueblo guerrero, es un pueblo luchador que no se rinde fácilmente, por lo que se ha identificado plenamente con luchadores como el “Huracán Ramírez”, “El Santo”, “Blue Demon”, “Mil Máscaras”, por mencionar algunos.
Los luchadores también son vistos como héroes nacionales y también villanos, según si son rudos o técnicos, pero a decir de Jiménez, que ha dedicado años a estudiar el fenómeno de la lucha libre, se debe a diferentes factores.
“Yo creo que son varias cosas: una sería como la realidad de su oficio tan duro y tan grato a veces; y como ellos pese a esto se dedican a la lucha libre por ser la profesión que aman. En ese sentido, sería una de las primeras cosas que otorga esta heroicidad por así decirlo; el creer en ti, en creer lo que haces, en creer lo que amas y dedicarte a ello pese a lo duro de la realidad.
“El otro factor lo otorgaría la estética, es decir como la idea de los héroes que nos salvan, que nos ayudan, que son superiores. Esto viene también con el accionar de ellos en el ring y los personajes que representan, digamos que el luchador profesional se vuelve un vehículo muy fácil en el que el público se puede identificar y proyectar”, señaló.
Consideró que los mexicanos necesitan creer en héroes, en personas decentes, que luchan por los ideales no sólo de ellos sino de otros, pues de ahí viene que los grandes súper héroes de la lucha, son personajes que representan un poco la religión, como “El Santo” o “Místico”.
“También existe la contraparte que es lo malo, como el demonio o diablo, entonces también muchos de los personajes de la lucha libre están basado en este antagonismo como el satánico y los gemelos diablo y montón de rudos, que en sí lo que representan es el lado oscuro”, explicó el autor de la columna Cinelátero, bajo el seudónimo de The Killer Film, el crítico enmascarado.
LUCHARÁ POR MUSEO
Christian Cymet López Suarez desea construir un museo de la lucha libre para que el millar de piezas que posee sean exhibidas permanentemente.
“Yo siempre he querido hacer un museo de la lucha libre y un centro de investigación; tengo tantas cosas. La verdad es que la lucha libre te deja conocer también el México de antes; no sólo es un espectáculo. También socialmente se puede investigar mucho.
“Muchos de los luchadores fueron policías, tenían diferentes oficios como por ejemplo el Murciélago Velázquez era policía, era guionista, entrenaba luchadores, o sea, tenían que tener otros empleos para poder subsistir. Enrique Yáñez y Tarzán López eran cerrajeros, entonces es como todo un círculo alrededor de la lucha libre”, expresó quien desde los cinco años inició su colección gracias al interés de sus padre por las antigüedades.
Durante los cuatro meses que durará la exhibición, se realizará un programa de actividades como un ciclo de cine en torno a la lucha libre a partir del domingo 24 de marzo en donde se proyectarán, entre otras películas: “El Enmascarado de plata” y “Huracán Ramírez”.
Y para celebrar el Día del Niño, el sábado 25 y el domingo 28 de abril se contará con la presencia del legendario luchador Tinieblas y su compañero.