El artista Damián Ortega (Ciudad de México, 1967) trabaja con diferentes tipos de materiales para realizar sus obras: desde varillas de construcción, botellas de coca cola, costales de cemento, esferas, hasta las partes de un Volskwagen.
“Damián Ortega. Pico y Elote” es el título de la retrospectiva que presenta el Museo de Arte Contemporáneo desde el pasado 26 de agosto, misma que reúne 90 obras, entre instalación, fotografía, objetos intervenidos, readymades y textiles. La curaduría estuvo a cargo de José Esparza Chong Cuy.
Esta selección muestra más 30 años de trayectoria del creador en esta exhibición que según sus propias palabras: “Nunca había una exposición retrospectiva en un museo sobre mi trabajo. Esta ha sido una gran experiencia, porque era importante presentar mi obra en México, hace unos días dije que me sentía como un escritor que no había sido publicado en su propio idioma”.
Las primeras piezas que reciben al visitante son justamente un pico y un elote, de los que toma el nombre la exhibición y que cada uno tiene un significado para el artista, ya que el pico, un objeto rígido, es transformado y se dobla, mientras que cada grano de elote obtuvo su propio número.
“El pico ha sido una herramienta que siempre ha sido un símbolo de vigor, de fuerza, de poder ; y de pronto yo quería hacer una escultura mucho más vulnerable, mucho más frágil, como una especie de trabajador fatigado. Del otro lado, tenemos un elote clasificado, esto fue prácticamente un juego ocioso dentro de mi taller, y empecé a enumerar la cantidad de granos de un elote”, relató el artista que en sus inicios fue un caricaturista político.
Más adelante hay un conjunto de varillas de construcción con las que Ortega elaboró un abecedario inspirado en la caligrafía de su madre: “Esta pieza le tengo mucho cariño, porque es un abecedario con varillas de construcción torcidas, y a través de una luz se va haciendo una memoria, un concepto, y la experiencia no sólo es una experiencia física, sino también sensorial.
“Le tengo mucho cariño, porque a parte de la caligrafía de mi mamá, porque ella estudió en un colegio francés y le exigieron que tenía que tener buena caligrafía y tiene mucho de ese temperamento que identifico con sus apuntes”, manifestó.
En otra sección de la muestra, se encuentran una serie de máscaras que Ortega elaboró con material reciclable: Uso mucho la experimentación con los materiales que encuentro en la calle, cotidianos y transformarlos en una nueva pieza.
“Me gusta la idea de acercarme a la cultura popular, es algo que indudablemente le debo mucho, le admiro mucho, le aprendo mucho, es otro lenguaje, pero es algo que aspiraría, que también mi trabajo pueda ser considerado parte de una cultura, de una tradición popular”.
Una obra muy importante en esta retrospectiva es la de “Cosmic Thing”, el Volkswagen desarmado cuyas piezas están suspendidas en cables, y es una de sus piezas más destacadas,
“Esta pieza es como muy famosa, muy reconocida, porque fue importante el tiempo en el que se hizo, que fue cuando se descontinuó la producción de los automóviles Volskwagen y acaba siendo una disección como un escarabajo y algo como biológico de separar cada parte.
“Fue un proyecto muy estimulante, porque realmente el campo del arte ha rebasado mi propia experiencia, creo que ya se mueve solo, ha aparecido (frecuentemente) en revistas en libros, en periódicos, y ya tiene una especie de autonomía, es importante para mí esta pieza”.
COCA COLA PRECOLOMBINA
El juego constante de Damián Ortega con los materiales es ilimitado, ya que botellas de coca cola fueron la base para realizar “120 jornadas, cerámica“, en las que elaboró ese número de figuras que emulan a las estatuillas de arte precolombino.
“Esta obra es la más reciente y fue hecha específicamente para la exposición, está hecha con 120 botellas de coca cola, es una botella icónica que tiene que ver históricamente con la conformación del cuerpo femenino, entonces simplemente fue trabajar con la concepción del cuerpo, hacer variables, que no sea una figura industrializada, sino humana, flexible”.
Una instalación que no pasa desapercibida, es la de Warp Cloud, una pieza con hilos y esferas que representan la estructura molecular de una gota de agua.
“Es una molécula de agua, hay una esfera grande y dos chicas, como H20 y forman esta composición geométrica, y que es una tras otra, lo que da una trimidensionalidad, hacia lo alto, ancho y profundo , entonces da una sensación muy ligera”, manifestó Ortega.
La exposición concluye con una sala de lectura con libros publicados por Alias, el proyecto editorial que el artista emprendió en el 2008 como una iniciativa sin fines de lucro con el fin de difundir la obra y las ideas de autores significativos para el arte contemporáneo.
“Damián Ortega. Pico y Elote” permanecerá hasta el domingo 11 de febrero de 2024.